5 // It's mine

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En unas horas será su primer día de escuela, a pesar de tener 16 años viviendo

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En unas horas será su primer día de escuela, a pesar de tener 16 años viviendo.

Conocerá a un montón de personas, hará amigos, podrá compartir con ellos. Tanto tiempo esperando hacerlo, y luego de todo lo que ha vivido, ella podrá.

O bueno, al menos es lo que espera con todo su revoloteado corazón. Anhela con ganas que así sea.

Salir con ellos.
Ir a fiestas.
Enamorarse otra vez.
Agradarle a todo el mundo.
Ir de compras.
Hacer amigas femeninas.
Conquistar algunos chicos.

Pero, ¿quién podría tener una vida tan normal como esa...después de tantas cosas que ha hecho y sabido?

La pequeña niña rubia de cabello largo parpadea con sus llamativos ojos verdes, viendo todo alrededor algo confundida, pero al mismo tiempo maravillada.

La mano de un hombre sujetaba la suya, mientras ambos se adentraban en una blanca y limpia sala donde un señor gordo la mirada con una malvada burla.

-¿Qué es esto?-resona la aguda voz de la niña.

-Este...es el comienzo-respondió la voz de el hombre que la sujetaba.

-El comienzo ¿de qué?-pregunta curiosa.

-El tuyo-responde con su neutral tono.

La rubia no entendía nada, y tan solo sintió aquellas frías manos cargarla, hasta dejarla depositada en una camilla de hospital, a un lado de aquel gordo.

-Papa...-susurra asustada.

-Haz silencio-ordenó este.

-Y quédate quieta-esta vez habló aquel hombre.

La niña soltó un leve quejido cuando dos enfermeras la obligaron a acostarse, y después colocaron correas sobre todo su cuerpo, evitando que se moviera.

-¿Papa?-llamó con su respiración acelerada.

-Media potencia-le habló el señor al gordo, este asiente, y la niña observa como movía algunas botones de una máquina que reposaba a un lado de ella.

-¿Qué me van a hacer?-los ojos de la rubia habían comenzado a llenarse de lágrimas.

-Mejorar-respondió al instante aquel hombre, con una macabra sonrisa en labios.

Afuera de la habitación, a través de el cristal, una mujer rubia tenía sus cejas levemente curvadas viendo como la niña respiraba con miedo, mirando a todo su alrededor de la misma forma.

La mujer, vestida de blanco completamente, miró preocupada ala rubia, esta soltó un llanto cuando siente dos fríos artefactos de metal colocarse en ambos costados de su cabeza.

El hombre alto y con canas volteó hacia el cristal con una satisfactoria, la mujer al instante le devolvió la sonrisa, borrando su preocupado semblante al instante.

D a g g e r  { m.w }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora