Capítulo 38.

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Omnisciente

Eun estaba enojada. No. Más. Estaba furiosa y todo gracias a dos adolecentes que la hicieron perder el tiempo y al hombre con el que tanto quiere estar.

Ella se había levantado tranquila pensando que sería un gran día ya que tenía una agenda bien planificada con su colega Jungkook con unas cosas de más que le dirá después.

Jungkook.

Su amor por JungKook empezó a los días de conocerse, él estaba a prueba como auxiliar y ella era la secretaria en el momento... Las grandes capacidades sociales y el desempeño de trabajo de él lo puso en el lugar que está y ella se volvió sud directora tiempo después.

Jeon Jungkook siempre llegaba al trabajo con una brillante sonrisa e impecable traje y saludaba y trataba a todos sus colegas con amabilidad.

Amabilidad que Eun fue confundiendo con el tiempo y cayó profundamente enamorada de él, término a su novio por esa razón y ahora ese amor se volvió peligroso.

Celaba a Jungkook cuando no tenía el derecho dejando a este sin saber que decir o hacer, aveces terminaba el papeleo del hombre sin que este se lo pidiera para después invitarlo a salir -salidas que no salían como ella planeaba-.

Eun se fue obsesiónando con él rápidamente y su amor enfermizo se basaba en la belleza del hombre y la cortesía que el tenía  con ella o según ella su amor secreto.

De ahí ella no notaba los pequeños detalles, como gustos y desagrados, ella sólo daba por hecho que era el hombre perfecto y listo.

Eun quería a ese hombre para ella y hará lo que sea cueste lo que cueste.

Sus pensamientos eran.
- Ya me deshice de uno, otro será pan comido -

Después de relajarse  de la bromita de sus estudiantes decido dejarlo así y no buscarlos más ni a Jungkook porque este parecía que se lo había tragado la tierra, no lo encontraba en ningún lado y los trabajadores del lugar decían no a verlo visto en todo el día así pues agotada camino al estacionamiento para ir por unas pertenencias que olvidó en su vehículo.

En medio camino vio algo que la dejo perpleja.

El auto de Jungkook se balanceaba.

No quería creer lo que su mente pensó primero por lo que se quedó quieta mirando aquello.

Una delgada mano se poso en el vidrio de la ventana.

La furia apaciguada volvía aparecer con tres niveles más de potencia.

No quería tener que deshacerse de alguien en el campamento pero parecía que no había opción.

Se quedó un gran rato atrás de unos árboles esperando a que salieran los que estaban dentro de ese auto.

Quedó con la boca abierta cuando vio al mismo Kim Taehyung que sacó corriendo de la institución de busan en brazos de Jungkook recibiendo cariños.

Acomodo sus lentes y con un rostro serio y escalofriante piensa en voz alta.

- Esta vez no quedara ni rastro  -
 

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..

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Mi Director [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora