A decir verdad, a JongHyun no le gusta celebrar «San Valentín». Cree que es estúpido, y una pérdida de tiempo para él. Porque está completamente sólo, sin su familia, sin ganas de tener amores con alguien.
Además, sus compañeros del orfanato le tienen miedo. Casi no le hablan excepto cuando es estrictamente necesario, y la mayoría de veces sólo huyen pensando que JongHyun les hará algo.
La realidad no es esa, para nada. Pero sí es verdad que prefiere concentrarse en estudiar que en divertirse. Tampoco le gusta mucho salir a las reuniones de los alumnos mayores, ni unirse a los clubes donde se convive con demasiada gente.
JongHyun prefiere estar solo en su habitación, escuchando algo de música, tocando su guitarra o mirando por la ventana. También le gusta esperar a KiBum los días jueves (los de visita), y ambos se quedan juntos hablando toda la tarde, o se duermen luego de haber estudiado juntos.
Porque KiBum es la única persona que puede ver a JongHyun en todas sus facetas, y es sólo él quién tiene su completa confianza.
Pero hay un pequeño detallito que no esperó descubrir en uno de los libros del rubio: una carta, con muchísimos corazones dibujados al rededor. Tiene el nombre de KiBum dentro, pero no dice quién la envía por ningún lado.
Soló hay un «H» al final de la carta.
JongHyun está tentado a leerla, pero siente que es demasiado atrevido hacerlo.
Y quizá KiBum se enoje un poco.
Quizá.
- ¡Jjongie, mira lo que te traje!
El mayor ve hacia el rubio, que está en la puerta de la habitación con una gran caja de chocolates.
Sus chocolates favoritos.
JongHyun no puede evitar sonreír ante KiBum, le parece tan adorable verlo así, con esa alegría que se le desborda desde su cabello rubio hasta sus pequeños pies.
Se ve tan bonito. Y JongHyun entiende perfectamente que pueda tener cartas de amor en «San Valentín». Es decir, KiBum es lindo, con un carácter amable que encanta a todos.
Por supuesto que tiene pretendientes.
Aunque a JongHyun le viene el instinto sobre protector... debe respetar la vida amorosa del rubio.
Sea cuál sea...
Pero ahora mismo, le cuesta un poco verlo así, con esas mejillas sonrojadas y la sonrisita enamorada.
Seguro es por la chica que le ha mandado la carta ¿no?
Y eso no tiene nada de malo.
A JongHyun sólo le da curiosidad, pero no sabe cómo abordar el tema. Porque decírselo significaría que revisó sus libros e invadió su privacidad.
¿Y si esa chica le rompe el corazón?
O ¿si ella sólo quiere a KiBum por su dinero?
Pero debe evitar interrogarlo.
Es lo mejor...
- ¿Quién te envió esa carta por «San Valentín»?
JongHyun aprieta los puños al darse cuenta de lo que acaba de preguntar. Por un segundo piensa que su cerebro se desconectó por completo de su boca, y la culpa parece estar apoderándose de él.
Si no fuera porque el rostro colorado de KiBum esa misma culpa no estaría desvaneciendose.
Ahora es bastante obvio que el rubio está interesado en esa persona.
Esa tal «H».
- ¿C-cómo supiste de la carta? - pregunta KiBum, nervioso y casi tartamudeando - ¿Revisaste mis cosas?
- No - responde JongHyun, mirándolo sin preocupación - Leí uno de tus libros de Historia y la carta se resbaló.
KiBum adquiere un rojo intenso en sus mejillas. Se ve tan apenado que JongHyun está empezando a sentirse culpable de nuevo.
Lo que menos desea es incomodarlo, sólo tenía curiosidad. Nada más.
- Está bien si no quieres contarme, Bummie - comenta amablemente, abrazando al rubio que está a punto de echarse a llorar - Anda, sabes que odio verte triste. Lo siento ¿sí? Entiendo que esa chica te haya mandado una carta, y no tienes que preocuparte por ello.
- Es que... - susurra KiBum, pegado el pecho de JongHyun, casi escondido -...eso no me lo dio una chica, fue... fue Hyeongseop.
JongHyun frunce el ceño. Esa no es la respuesta que estaba esperando obtener.
Aunque la idea de que sea un chico tampoco es que le incomode, sólo que KiBum está hablando de Hyeongseop, el idiota que llama a su rubio cada dos horas. Como si fuera algo suyo, vaya.
- Yo no tengo nada con él, Jjong. Lo juro. - exclama KiBum, separándose para mirarlo - Es mi amigo solamente, y mis sentimientos son amicales. Además... a mí no me gustan los chicos de esa forma.
- ¡Hey! - le llama JongHyun, tomando su mano - A mí sólo me importa que tú estés feliz ¿ok? El que sea un chico o una chica es una decisión tuya.
- P-pero...
- KiBum, deja de preocuparte - JongHyun lo abraza de nuevo. Quiere evitar que el rubio tenga malos pensamientos - Eres lindo, y es normal que atraigas a muchas personas, incluso al tonto ese. Así que no te preocupes demasiado, porque yo estoy aquí para apoyarte ¿entendiste?
KiBum asiente en su pecho y JongHyun se mantiene abrazandolo. Ha decidido no preguntarle más del tema, al menos hasta que salga de su propia boca hablarlo.
Por alguna razón piensa que el rubio sí está interesado en Hyeongseop, y muy en el fondo... sigue odiando la idea.
- Feliz San Valentín, hyung.
Le escucha murmurar. La vocesita de KiBum lo hace sentirse querido otra vez.
Sin embargo, sonríe pero no le responde, prefiere guardar en silencio lo que esas palabras le siguen causando.
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