KiBum no quiere lastimar a Hyeongseop, pero ya va un mes entero evitandolo y cree que es justo hablar directamente con él, decirle que su corazón no le puede corresponder.
Sabe que mencionar el nombre de JongHyun sería un error, sin embargo, engañar al pobre chico es aún peor. Sobre todo mientras siga pasando el tiempo en vez de cortarlo de raíz.
Es por eso que lo ha citado en un parque cerca a la preparatoria, además planea invitarle un café para compensar un poco el rechazo.
O al menos eso espera hacer.
— Hola - escucha detrás a Hyeongseop, que llega a una de las bancas casi corriendo - Perdón por la tardanza, es que se me fue el primer bus y tuve que esperar otro.
— Descuida, no llevo esperando mucho tiempo.
KiBum le sonríe amablemente, aunque por dentro está hecho un manojo de nervios. Nunca ha rechazado a alguien, y siente que su corazón no soportará herir los sentimientos de otra persona.
Le haría sentir miserable.
— Bien - dice el otro muchacho, mirándolo con atención - Me dijiste que querías hablar conmigo sobre algo importante, así que aquí me tienes, KiBummie. Mis 17 años son completamente tuyos.
El rubio siente a sus entrañas enredarse entre sí, las ganas de vomitar suben por su estómago por el nerviosismo ante la mirada de gatito que tiene Hyeongseop. Le pone nervioso que lo mire con tanta devoción.
No está preparado para eso, ni para sus palabras.
Sumándole el hecho de que nunca ha tenido novia, ni nada parecido. Y el beso que le dio Nicole fue hace más de un año, por lo que ni recuerda la sensación.
Aunque tampoco es que le haya agradado tanto, ya que desde chico le tiene cierto repelo a los besos.
Pero bueno, no fue desastroso tampoco. Sólo que ahora hablamos de un chico, y encima es Hyeongseop que ha venido insistiendo desde que esa vez que se le confesó.
Seguro se sentiría distinto a su primer beso.
Seguro tampoco le gustaría.
Seguro terminaría llorando por traicionar sus sentimientos hacia JongHyun.
— ¿Estás bien? - pregunta de pronto Hyeongseop, tocando sus mejillas pálidas - Luces preocupado.
El de pelo negro está demasiado cerca, casi puede sentir su respiración en la nariz.
— N-no me toques, por favor - contesta KiBum, más incómodo. Siente su cara roja y caliente por la vergüenza.
Hyeongseop retrocede, disculpándose por el atrevimiento, pero KiBum ya no sabe si será capaz de seguir con lo que tenía planeado decirle.
Quiere salir corriendo de esa situación.
Pero... ¿Cómo podría?
— Sigues enamorado de JongHyun - afirma Hyeongseop, dándole una sonrisa triste. KiBum se impide a sí mismo el responder - Lo entiendo. Tú querías decirme que no puedes corresponderme ¿cierto?
El rubio asiente, guardando en silencio sus pensamientos.
— Bueno... está bien - continúa el pelo negro, levantándose de la banca en la que estaban - Espero que puedas ser valiente para decirle a JongHyun lo que sientes, y que no rompa tu corazón, porque no lo mereces.
— Dudo que eso pase - responde KiBum, parándose en frente suyo - pero gracias por entenderme. Pensé que te enojarias conmigo.
— Estoy enojado - dice Hyeongseop con sinceridad - Esperé otra respuesta de tu parte, pero no puedo obligarte a nada.
— Lo siento, de verdad.
KiBum ve su sonrisa triste, y eso hace que se sienta mal. Piensa que si las circunstancias fueran distintas tal vez podría darle una oportunidad, aunque seguro le ocasionaría una guerra con su padre que espera tenga una novia no un novio, pero bueno... al menos al estar enamorado de JongHyun sabe que será imposible estar con otra persona.
Aún así, acepta un abrazo de Hyeongseop, porque siempre es mejor estar en buenos términos. Además se verán en la preparatoria hasta el próximo año que cada uno irá a la universidad.
— Espero todo salga bien, KiBum - dice Hyeongseop, abrazándolo más fuerte - Y si por algún motivo cambias de opinión, estaré esperándote.
KiBum se separa, dándole una última sonrisa antes de irse.
Hay cosas que prefiere no escuchar, porque francamente... le hacen sentir peor.
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