KiBum tiene a Hyeongseop apoyado en sus piernas. Le acaricia la cabeza, le sonríe de vez en cuando, mientras en la televisión de la sala se proyecta una película clásica, su favorita: Cambio de Hábito 2.
Es de noche, está bastante obscuro, sus padres salieron, y sabe muy bien que todo el ambiente no hace más que incentivar las ganas de su novio por hacer... ciertas cosas.
Cosas que de verdad, no tiene muchas ganas de realizar.
Hyeongseop es caliente, eso es innegable, y en el sexo lo ha tratado bastante bien (aunque sólo lo han hecho dos veces en todo éste tiempo), pero hay algo que a KiBum le falta para estar totalmente complacido con el tema. Algo, o quizá alguien.
Ahora, es preferible no averiguarlo.
Es bueno que siga teniendo un novio después de todo, y que sea tan lindo y amable como Hyeongseop. Además, lo apoya mucho en sus decisiones, y cuando se sobrecarga de cosas le ayuda a salir de la rutina.
KiBum a veces piensa que su corazón es estúpido. Sería mucho más sencillo amar a Hyeongseop, y entregarse completamente, sin problemas, pero él hace todo lo contrario, y mientras más pase el tiempo más se enraiza JongHyun en su pecho.
No hay día en que no sueñe demasiado alto, pensando en la estúpida idea de poder confesarse, o al menos permanecer tan cerca como fuera posible. Entonces pasan los días y despierta de ese deseo tan grande que al parecer, nunca se hará realidad.
O al menos no ahora, que tiene a su novio aquí.
— Cariño... - susurra éste, acariciando la cintura del rubio, besándola en la mano derecha - ¿Te preocupa algo?
KiBum niega en silencio con una pequeña sonrisa, no quiere llenarlo de inseguridades y que luego arme otra escena de celos como la tuvo hace tiempo.
Fue tan incómodo...
Hyeongseop supo desde un inicio que KiBum tenía sentimientos por JongHyun, y aceptó ser su novio a pesar de eso, comprometiendose a tener paciencia con su enamorado corazón. Hasta ahora fue así, y no lo ha obligado a nada, pero KiBum puede sentir un poco su desesperación, sus dudas, algo de celos también, así que por eso prefiere no llenarlo de más problemas. No lo merece.
— Tengo ansias por el primer día de clases ¿Sabes? - comenta KiBum, peinando el cabello negro de nuevo - Es una universidad de élite estudiantil, donde sólo los mejores promedios tienen oportunidad de quedarse, así que también tengo un poquito de miedo.
— No tienes por qué tenerlo - dice Hyeongseop, sentándose más cerca - Tú eres el mejor, siempre.
— ¿De verdad lo crees? - pregunta el rubio, agrandando su sonrisa - Escuché que hay un estudiante que pasó con puntaje perfecto el examen de ingreso. Creo que se llama Lee TaeMin, o al así.
Hyeongseop ríe, acariciándole el cabello, acercándose poco a poco para darle un beso...
KiBum cierra los ojos, ya no puede evitar el contacto...
Pero entonces...
¡El toque del timbre los separa con rapidez!
KiBum empuja a Hyeongseop, que cae del sofá con estruendo.
— L-lo siento, entré en pánico - se disculpa el rubio, ayudando a su novio en lo que vuelve a sonar el timbre - Tengo que abrir la puerta, dame un segundo.
KiBum corre hacia la entrada, y con cuidado quita el seguro para poder dar paso a la persona que toca con desesperación.
Espera ver a alguna vecina buscando a su omma, o quizá al señor de la basura que ha venido a recogerla...
Pero no.
Ninguno de ellos es quien toca a su puerta.
Ahí afuera está JongHyun, respirando agitado como si hubiera escapado de alguien, su ropa se encuentra sucia y tiene la cara llena golpes.
KiBum se detiene de gritar, pero eso no impide que su corazón se sienta asustado.
Tiene miedo de preguntar lo que ha pasado.
— Perdóname por venir a ésta hora... - susurra JongHyun con dificultad, sosteniendo de la pared con ambas manos - Necesitaba verte... y no tenía cómo llamarte.
El rubio toma una respiración profunda, luego toma la mano del mayor y lo hace entrar a su casa, dejando que se apoye en él para que no se le dificulte caminar.
Hyeongseop reacciona de inmediato cuando lo ve, desea preguntar lo que sucede pero se mantiene callado y sólo ayuda a KiBum. Ambos, suben a JongHyun hasta la habitación del rubio.
Ahí, éste se acuesta en la cama, tratando de no moverse demasiado porque está bastante adolorido. KiBum se mantiene a su lado, mientras que Hyeongseop le alcanza el alcohol y unas vendas.
— ¿Puedes esperar abajo? - dice KiBum a su novio. Prefiere estar solo al lado de JongHyun ahora - Pide algo de comida si tienes hambre, yo voy en un rato.
Hyeongseop asiente, saliendo de la habitación, aunque por dentro no está tan seguro de querer dejarlos a solas.
Por otro lado, JongHyun está nervioso. Sabe que su rubio le va a hacer preguntas, y si es sincero prefiere mantenerse callado.
Pero desgraciadamente, está hablando de KiBum, y él es demasiado necio.
Le va a sacar la verdad a la fuerza.
— Bien... - empieza el rubio, tomando unas gazas y remojandolas en alcohol - Quiero que me vayas diciendo lo que pasó.
JongHyun suspira.
La noche va a ser largar.
—> Continuará
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