JongHyun no sabe bien lo que está haciendo ahí, fuera de la casa de KiBum tratando de trepar por el balcón de su habitación.
Han pasado casi ocho meses desde que se alejó, y está inseguro respecto a la reacción del rubio. Aunque es probable que siga enojado, o que esté triste, después de todo ellos siempre se han mantenido juntos, y nunca antes habían peleado.
JongHyun prefirió huir para pensar con claridad lo que estaba sucediendo, para tratar de entender sus emociones sin que interfirieran en la amistad que guardaban durante tantos años. Sin embargo, en éstos meses, sólo ha encontrado más confusión, y piensa que sin importar lo que realmente sienta por el rubio no quiere que pase un segundo más sin verlo.
Es por eso, que con cuidado, intenta trepar la cerca que da a la ventana de KiBum. Se sujeta bien para evitar resbalarse, aunque lo que más teme es despertar a los señores Kim y que lo saquen a patadas. JongHyun siempre que se ha quedado a dormir no necesita hacerlo a escondidas, porque es KiBum quien lo espera en la puerta y lo invita a pasar. Pero ahora la situación es diferente, y no es capaz de tocar el timbre cuando son las 11 de la noche. Así que prefiere irse por el lado arriesgado y trepar escalón por escalón.
Cuando llega a la ventana, no necesita siquiera empujarla, porque KiBum tiene la costumbre de tenerla abierta siempre.
Con cuidado se introduce en la habitación, intenta no hacer ruido ya que el rubio está durmiendo. Deja su mochila al pie del armario, y camina hacia la cama.
JongHyun se inclina un poco, hunde el colchón suavemente con su rodilla, e intenta meterse bajo las sábanas junto al cuerpo delgado del rubio.
— Bummie...
El castaño toma las mejillas de KiBum, las siente tibias mientras lo ve hacer pucheros en medio de su sueño.
— Bummie, bebé... - insiste, acariciando los mechones rubios que caen sobre la almohada - Soy yo, JongHyun, el idiota que viene a pedirte perdón.
KiBum se remueve poco a poco, aprieta sus manos en las sábanas hasta que siente la calidez de un cuerpo conocido. Palpa, con cuidado, y se acurruca más contra ese pecho fuerte.
Hay una voz que le habla en medio de sueño, se le hace familiar pero no quiero despertar, sólo quiere seguir durmiendo abrazando ese cuerpo cómodo y de aroma a castaña.
El rubio se remueve de nuevo, tiene la respiración caliente de ésta persona golpeando su frente. Entonces, abre los ojos despacio, adaptándose a la imagen de una visita nada esperada.
JongHyun lo mira como un cachorro, y KiBum se derrite contra él, sonriendole.
— Jjong... - murmura, tomando las manos del mayor bajo las sábanas - volviste...
Hay tanta felicidad en el corazón de JongHyun ahora mismo, aunque sus gestos no lo puedan demostrar.
Tener a Bummie así, con su sonrisa bonita, sus mejillas pálidas y su voz dulce... es tan fascinante que se pregunta por qué dejó pasar tanto tiempo sin verlo. Cuando ahora, queda más que claro, que KiBum es parte de su vida, y así será por todo lo que queda.
— Estás mil veces más lindo que la última vez que te vi ¿Sabes? A pesar de que esa tarde me porté como un idiota - comenta JongHyun, acariciando sus brazos delgados - No tienes idea de cuánto lamento todo el daño que te hice.
— Eso quedó en el pasado, hyung - dice KiBum, abrazándolo con más fuerza - Ahora sólo me importa que estás aquí, conmigo. Y que no volveremos a alejarnos.
JongHyun asiente, apoyando su frente en la cabeza rubia, descansado ahí. El aroma a coco del shampoo del rubio le hace relajarse increíblemente.
Tanto, que su boca suelta la primera noticia para KiBum sin siquiera notarlo.
— Ingresé a la Universidad de Seúl, Bummie - dice JongHyun, sin pensarlo. Y es el rubio que lo trae a la realidad mirándolo con esos ojos castaños un poco humedecidos.
— ¿E-entraste? - susurra KiBum, temblando - ¿De verdad lo hiciste, Jjongie? - el mayor asiente, ya sin poder negarlo - ¿Entonces... no iremos juntos?
— De hecho, venía a darte varias noticias y esa es la primera - comenta JongHyun, rascando un lado de su cabeza - Hablé con el rector de la facultad, y va a guardar mi vacante para el ciclo que viene.
KiBum no necesita que le digan más. Si pudieran gritar de la emoción lo haría sin dudarlo. El que ambos tengan la posibilidad de ir juntos es algo que siempre ha soñado, y que JongHyun le haya dado tremenda noticia le causa demasiada alegría.
Su corazón sólo flota, amándolo en secreto con más ganas.
Aunque... hay un pequeño detalle...
Uno con nombre y apellido que a JongHyun no le va a agradar oír...
Hyeongseop también planea ir a la misma universidad, y sinceramente, cree que lo mejor es advertirselo de una vez...
Pero primero debe decirle que es su novio...
Rayos.
Truenos.
Demonios.
¿Cómo va a decírselo?
— ¡Hyeongseop es mi novio!
Exclama KiBum, antes de darse cuenta que están en medio de la noche, con todos en su casa durmiendo... y con la expresión nada amable de su mejor amigo.
— Así que... tu novio...
Sí, KiBum se está jugando la vida de nuevo.
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