Lisa acarició el cuello de Jennie.
— ¿Mejor ahora?
— Mucho. – murmuró Jennie, dándose cuenta de que se había quedado dormida por primera vez en lo que parecían días. Lisa la sujetó contra su pecho, sus miembros entrelazados. Ella besó la garganta de Lisa y sonrió cuando Lalisa retumbó profundamente en su pecho.
— ¿Cuánto va a durar, antes de que vuelva a doler?
— Puede que no vuelvas a estar tan mal. – Lisa pasó los dedos por el cabello de Jennie.— Pero debes tener unas pocas horas, tal vez un día al menos antes de que la necesidad empiece a construirse.
— ¿Por qué has venido a mí? ¿Cómo supiste? - Lisa inconscientemente pasó las yemas de sus dedos por la mordedura de su pecho.
— Soy Alfa. Siento las necesidades de la manada.– Jennie se arrodilló y sacó los restos de su camisa de las agujas de pino y de la arcilla que habían sido su cama.
— ¿Cuidas de cada miembro de la manada como lo hiciste conmigo?
— ¿Me estás preguntando si me acoplo con toda mi Manada? – Preguntó Lisa suavemente.
— Supongo que lo estoy. Sé que no es asunto mío.
— Yo no. ¿Por qué no te enredaste con alguien antes? Tu necesidad fue fuerte esta mañana.
— Entonces, ¿por qué te fuiste? – Jennie estaba enojada aunque no estaba segura de por qué.
– ¿Lo sabías, verdad? ¿Que sólo te quería? ¿Por qué? ¿Por qué es eso?
— Te equivocas. – Lisa se levantó abruptamente y se dirigió hacia el bosque.— Tu lobo necesita tiempo para asentarse. Una vez que lo haga, encontrarás a alguien más. — Jennie agarró el brazo de Lisa y la hizo girar.
— No sabes lo que voy a querer...
Un lobo rojo-gris se arrancó del bosque, con los dientes descubiertos, y se lanzó contra Jennie. El lobo golpeó a Jennie en el pecho y la golpeó contra el suelo, gruñendo y chasqueando la garganta de Jennie mientras se sentaba a horcajadas sobre su torso. Jennie agarró el cuello del lobo con ambas manos y trató de tirarlo. Sintió que sus dedos se rasgaban y un dolor agudo brotó en su boca. Ella gruñó y en su interior, un furioso y violento lobo trató de liberarse. Jennie gritó en agonía mientras su piel amenazaba con partirse y sus huesos se resquebrajaban. No podía luchar contra el dolor y el lobo. Perdió el control sobre el lobo loco y logró poner su brazo entre las mandíbulas del lobo y su cuello.
— Basta. – Lisa rugió, arrancando al lobo del cuerpo de Jennie.
Ella arrojó al lobo al otro lado del claro, donde aterrizó a su lado y rápidamente saltó a sus pies, todavía gruñendo. Lisa cayó de rodillas junto al lado de Jennie y presionó su mano hacia el centro del pecho de Jennie.
— Estás a salvo. Estás a salvo ahora. Respira, Jennie. Calma a tu lobo. No dejaré que nada la lastime.
Jennie aspiró grandes jadeos de aire, la adrenalina vertiendo a través de su sangre. Estableció su mente de la manera en que lo hizo en medio de una crisis en la sala de emergencias, obligándose a ver con claridad, a pensar más allá de la fiebre del miedo y la incertidumbre. Ella tomó otra respiración. Y otra.
— Estoy bien.
— Lo estarás en un minuto.– Lisa miró por encima del hombro al lobo que caminaba sin descanso en el borde del claro.
— Jisoo. Ven acá.– Cuando el lobo rojo-gris vaciló, Lisa replicó. – Ahora. - Jisoo se agachó, con los ojos clavados en Lisa, y se acercó hasta quedar presionada contra el lado de Lalisa. Lisa enterró los dedos en el cuello de Jisoo y le masajeó el cuello.
– Todo está bien. Jennie no me estaba atacando.
Ella continuó acariciando tanto a Jisoo como a Jennie hasta que se calmaron. El lobo rojo-gris se estremeció y se sacudió y se nubló a la luz de la luna hasta que Jisoo se acurrucó alrededor del cuerpo de Lisa, con la cabeza en el muslo de Lalisa. Lisa acarició la espalda de Jisoo y miró desde Jisoo a Jennie.
— ¿Todo está bien ahora? — Dijo Jisoo y asintió. Jennie dijo: — Sí. Bien.
—Jisoo.– dijo Lisa.
— Quiero que encuentres a Rosé y que la lleves a ella y a Jennie a la enfermería.
— Sí, Alfa.
— Estoy confiando a Jennie en tu cuidado, Imperator. – Lisa acarició la cara de Jisoo y ella rozó sus labios sobre la palma de Lisa.
– Sí, Alfa.
— Jennie, ¿estás lo suficientemente bien como para ir con Jisoo?
— Todo lo que necesites, Alfa. - Jennie se sentó y se frotó el moretón en su brazo de los dientes de Jisoo. No había sacado sangre. Lalisa estaba de repente en el borde del claro, llamando.
– ¡Darren! – Entonces saltó al bosque, se veía como un rayo de plata brillante a la luz de las estrellas.
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Empire I ( Metamorphosis ) [ Finalizada ]
RandomEscrita en el Omegaverse Sinopsis: kim Jennie nunca ha sido buena en seguir el protocolo, por lo que no lo piensa dos veces en prestar atención de emergencia cuando la vida de una niña está en juego, incluso si la niña está en la agonía de la fieb...