Camila aparcó junto a Lauren en un terreno casi vacío detrás del complejo municipal de Lark y Madison. La morgue de la ciudad estaba en el sótano de uno de los edificios más antiguos. Lauren condujo el camino a través de un laberinto de callejones mal iluminados y pasarelas a un oscuro muelle de carga. Mientras subían las estrechas escaleras de concreto hacia la plataforma elevada, Lauren ahuecó el codo de Camila. El gesto era extrañamente cortés y Camila encontró que le gustaba. Agitada, se apartó.
— ¿Segura que quieres bajar? – Preguntó Lauren mientras presionaba el timbre junto a las pesadas puertas de metal.
— No tengo miedo de los muertos. – dijo Camila. Lauren le lanzó una sonrisa sardónica.
— ¿Incluso cuando son animados?
— Ya sabes la respuesta, ¿no?
— A veces nos sentimos atraídos por lo que más tememos.
— Mira, – Dijo Camila. – hagamos algo claro. No tengo miedo de los vampiros y no me siento atraída por ellos, ni por ti.
— Es bueno saberlo.
Por alguna razón la respuesta de Lauren la irritó, pero Camila no tuvo tiempo de reflexionar sobre su molestia porque las puertas se abrieron y un gigante hombre las miró con una expresión beligerante en la cara. Tenía que tener entre seis y diez y cuatrocientas libras, con una melena salvaje de cabello castaño enmarañado y brazos y piernas del tamaño de pequeñas plántulas.
— Hola, Davey. – dijo Lauren.
— ¿Está Rosario aquí esta noche? – El gigante sonrió y su rostro se transformó de feroz en amistoso.
— ¿Cómo estás, Lauren? Hemos estado muy ocupados. Gran pila en el Northway. – Él sostuvo la enorme puerta de par en par.
– Rosario está en el tres.
— Gracias. No nos quedaremos mucho tiempo.
— ¿Quién es ese? – susurró Camila mientras seguía a Lauren por los pasillos torcidos. Sus pasos rebotaron como disparos a través de la quietud antinatural. El aire olía débilmente a muerte y desinfectante.
— Davey Gleason. Es un ayudante de autopsia.
— ¿Qué otra cosa es? – Camila murmuró.
— Adivina. Tu radar de Liliums es bastante bueno. - Camila pensó que vio una breve sonrisa parpadeando en el rostro habitualmente compuesto e ilegible de Lauren, y se dio cuenta de que le gustaba hacerla sonreír.
— ¿Quién es Rosario?
— Dra. Rosario Martínez. Ella es la supervisora del turno de noche.
— ¿Ella tiene que trabajar por las noches? - Lauren se detuvo frente a otro conjunto de puertas dobles, éstos con ventanas de cristal a través del cual Camila podía ver una sala de autopsias reluciente.
— Ella no es un vampiro, si eso es lo que quieres decir.– Lauren dio un puñetazo en la pared y las puertas se abrieron.
— Sólo le gustan.
Tan pronto como entraron en la habitación, la razón de la observación de Lauren era obvia. La pequeña latina, usando matorrales y dictando en un micrófono mientras se inclinaba sobre un cuerpo en una mesa de autopsia, echó un vistazo a Lauren y detuvo lo que estaba haciendo. Ella se quitó los guantes y apagó el micrófono, luego prácticamente corrió por toda la habitación para encontrarse con ellas.
— Lauren.– dijo Rosario sin aliento, ignorando a Camila como si ella fuera invisible.
— Dime que esto no es negoció.
— Lo siento. – murmuró Lauren.
— Me temo que sí.– Rosario corrió una uña corta y esculpida a lo largo del borde de la mandíbula de Lauren y se inclinó tan cerca que sus pechos tocaron el pecho de Lauren.
— Podríamos guardar los negocio para después del placer.
Camila tenía un impulso abrumador de agarrar el dedo que lentamente se arrastraba por el cuello de Lauren y lo encajaba como una rama seca. Si ella no hubiera notado que Lauren sutilmente se alejaba hasta que hubo espacio entre ella y la médico forense, ella podría haberlo hecho. La reacción la confundió totalmente. No era ordinariamente celosa ni siquiera de las mujeres con las que salía, y eso ciertamente no era la situación con la detective vampiro.
— Debería terminar en otra hora. – Dijo Rosario con un suspiro.
— Tal vez podrías regresar entonces y podemos tener...el desayuno...juntas. – Se volvió hacia Camila con una sonrisa sorprendentemente amistosa.
— ¿A menos que tengas planes de darle de comer?
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Empire I ( Metamorphosis ) [ Finalizada ]
De TodoEscrita en el Omegaverse Sinopsis: kim Jennie nunca ha sido buena en seguir el protocolo, por lo que no lo piensa dos veces en prestar atención de emergencia cuando la vida de una niña está en juego, incluso si la niña está en la agonía de la fieb...