Episodio 86

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–Tú la amas.– dijo Jennie suavemente.

– Lo sé. -  Dijo Roseanne  Y sonrió.– ¿Y tú?  Todos pelearíamos por ella. Pero nunca había visto a nadie, ni siquiera a Jisoo, quien pueda volverla amable. Ella necesita eso.

– Lo que ella necesita es una pareja que le hará la vida más fácil, no más difícil. – Dijo Jennie y agarró los fríos bordes de la mesa de acero hasta que le cortaron las palmas de las manos.

— Me parece que no puedo estar cerca de ella sin... excitación parece una palabra demasiado suave para ello.

– Por eso lo llamamos frenesí, – dijo Rosé. – Es más que el deseo, más que la necesidad, es un imperativo biológico para nosotros.

— Pero podríamos enlazarnos con otros, ¿verdad? – Jennie sabía que no lo haría.

No podría. No sería capaz de soportarlo si Lalisa lo hacía, pero tampoco quería que estuviera sola. Roseanne tenía razón, la manada exigía todo de ella y Lisa necesitaba dárselo. Pero ella no podría dar siempre sin alguien para protegerla y cuidarla. Jennie tragó el dolor en su garganta.

— ¿Lalisa podría enlazarse con alguien más?

– No lo sé. – dijo Roseanne.

– Incluso si un Were sobrevive a la muerte de un compañero, nunca se aparean de nuevo. Y no conozco a nadie que no haya completado un vínculo mate una vez que el frenesí de apareamiento había comenzado.

– ¿Por qué lo harían?

– ¿Seguramente algunas parejas no son bienvenidos?

– El apareamiento no es aleatorio. No es accidental. El vínculo mate sólo es posible cuando tu corazón, tu mente y tu cuerpo sólo necesitan uno. – Roseanne sacudió la cabeza, con una triste sonrisa en la cara.

— A veces no nos apareamos porque nuestros lobos no pueden reconocerse, porque hemos sido heridos o dañados de alguna manera o inconscientemente bloqueamos la llamada. Pero cuando cada uno reconoce al otro, nadie niega jamás el vínculo. Nacemos para ser apareados. Es la forma natural para nosotros.

– Estará bien si me mantengo alejada de ella, ¿no?

– ¿Podrías? – Jennie no respondió, pero no lo pensó.

Matthew había dicho que ella podría no ser lo suficientemente fuerte para negar su necesidad de liberación, su necesidad de aparearse. Ella podría perder el control por completo. Al menos si lo hacía, estaba segura de que Jisoo la ejecutaría. Jisoo no dejaría que hiriera a Lisa o a nadie más. Pero mientras podía pensar y razonar, tenía trabajo que hacer.

– Me gustaría conocer a tus padres. ¿Me llevarás al laboratorio? –  Dijo Jennie, Roseanne vaciló. – Por favor. Yo podría no saber nada acerca de la fisiología Were, pero lo hago sobre los humano. Podría ayudarles a interpretar los resultados de mis pruebas. – Roseanne asintió con la cabeza.

– Yo iba a enviar los especímenes por mensajería, pero podemos llevarlos nosotras mismas. Mi coche está afuera. Te traeré algo para comer mientras te preparas.

– Gracias. – dijo Jennie.

– Gracias por confiar en mí. - Dijo Roseanne.

– Por supuesto que confío en ti. Eres de la Alfa... – La expresión de Rosé se suavizó con simpatía.– Ahora eres Manada.

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– Entra. – dijo Lisa cuando sonó un golpe en su puerta. Jisoo entró y cerró la puerta detrás de ella.

– Tienes visitas.

– ¿Quién?

— Los consejeros Jauregui y Johansson. – Lalisa gruñó y se puso de pie, volviéndose para mirar por la ventana.

Una visita de sus contrapartes de la coalición Vampire y Fae fue la última cosa con la que quería lidiar. Su temperamento estaba demasiado desgastado para la diplomacia y su lobo estaba demasiado cerca para ascender por seguridad. Lo único en lo que podía pensar era en Jennie. Ella la quería de nuevo. Quería estar dentro de ella. Dolía por que Jennie la chupara, la hiciera correrse completamente, tomar todo lo que ella era. Sus glándulas bombeaban feromonas y cininas a un ritmo furioso y su piel estaba resbaladiza con la potente combinación.

— Les diré que no puedes verlos. – susurró Jisoo.

Lalisa giró y saltó sobre su escritorio, aterrizando frente a Jisoo. Jisoo agachó automáticamente la cabeza y Lisa agarró la parte de atrás de su cuello, inclinando su cara hacia arriba hasta que estuvieron casi nariz a nariz. Los ojos de Jisoo brillaban en marrón cazador y sus caninos brillaban como espigas blancas contra su labio inferior rojo sangre. Ella se estremeció en el agarre de Lisa, su respiración superficial y rápida.

– ¿Y qué vas a decirles? – preguntó Lisa con voz baja y peligrosa. – ¿Les dirás que el lobo Alfa está al borde del frenesí? ¿Que no puede controlar a su bestia?

– No es verdad. – Jisoo frotó las palmas de las manos sobre el pecho de Lisa, con la esperanza de calmarla.

Empire I ( Metamorphosis ) [ Finalizada ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora