Empire I ( Metamorphosis ) [ Finalizada ]

Episodio 50

— Soy el médico de la manada. —  Dijo Sarah , entrando en la habitación de Jennie y cerrando la puerta detrás de ella.

— ¿Cómo te sientes?  — Preguntó Sarah.

— No estoy tan segura. — Dijo Jennie.

Jennie  se sentó de espaldas a la pared y metió una sábana apretadamente alrededor de sus caderas. Nunca había sido particularmente tímida o consciente de sí misma, pero su cuerpo no se sentía como el de ella. Cuando despertó con Lisa y Jisoo se apretó contra ella, había sido consolada. Pero también se había excitado, dolorosamente, y cuando se vio obligada a tocar a Lisa, su excitación había sido insoportable. Todavía estaba intensamente excitada. Sarah  olía bien. Y ella era hermosa.

Sus rasgos delicados estaban enmarcados por gruesos y largos cabellos negros que Jennie quería pasarle las manos. Sarah  era pequeña, pero con cuerpo, con delicioso senos y caderas. Jennie imaginó deslizar su boca sobre las curvas de sus pechos y hacia abajo del centro de su vientre suavemente redondeado. Su clítoris sobresalía y ella gruñó suavemente.

— No creo que debas estar aquí. – Dijo Jennie. Sarah  se apoyó contra la puerta, observando a Jennie cuidadosamente.

— Lisa dice que tu lobo es desafiante. — Dijo Sarah.

— Algo es.—  Dijo Jennie y rió temblorosamente.
Le dolía el estómago como si tuviera hambre, pero por mucho más que comida.

Cuando pasó la mano por el centro de su abdomen, su piel se sintió diferente. Más sensible. Sus músculos estaban más apretados, más duros. Su lomo punzaba y ella se estremeció con otro dolor agudo entre sus piernas.

— Estoy...estoy teniendo algunos problemas de control. — Dijo Jennie.

— Eres un adulto con los apetitos y los impulsos de un adolescente. — Dijo Sarah  con calma. — Va a tomar un tiempo para que tu lobo encuentre su equilibrio. Es probable que responda a cada Were que se acerca a ti al principio.

— ¿Todos? — preguntó Jennie. — Nunca me han atraído los hombres. ¿Eso cambiará?

— La mayoría de nuestros jóvenes se emparejan libremente hasta la adolescencia, cuando algunos se vuelven exclusivos con un solo sexo. Ya eres un adulto, así que tal vez no encuentres a los hombres de interés ahora.  — Dijo Sarah.

— ¿Así que sólo voy a estar excitada por cada hembra que pase?  — Preguntó Jennie.

Jennie pensó en Jisoo, desnuda y presionada contra ella, pero Lisa había sido la que ella había querido tocar. El torso de Lalisa había sido un paisaje de músculos perfectos envueltos en una piel lisa y una tentadora tostada de piel sedosa. Respiró profundamente el recuerdo y captó el aroma de Lisa en el aire. Su clítoris se retorcía y tenía un impulso abrumador por sexo. Miró fijamente los pechos de Sarah  y su sexo se tensó.

— Esto no es bueno. No voy a estar a salvo afuera de esta habitación.

— No todo el mundo te despertará. – dijo Sarah  con una sonrisa. — Tu lobo llegará rápidamente a reconocer a las hembras apareadas, y ya no te atraerás a nosotras por más tiempo. Puede que no encuentres más Weres dominantes despertando.

Jennie inmediatamente pensó en su reacción ante Lisa, pero no dijo nada. Como si estuviera leyendo su mente, Sarah  dijo: — La Alfa está sin pareja. Hasta que ella forme un vínculo mate, todos nosotros, incluso los casados, respondemos a ella cuando su llamada es fuerte. Es la respuesta natural de la manada a su Alfa.

Jennie se movió inquieta, la sábana se sintió de pronto estrechada. El dolor entre sus piernas aumentó y ella se estremeció. Estaba terriblemente excitada, pero en realidad no pensaba que Sarah  fuera el objeto de su excitación. Ella era atractiva, pero Jennie no estaba atraída por ella. No era la forma en que había estado con Lalisa. Lisa. Otro espasmo se disparó entre sus piernas.

— Jesús, ¿qué está pasando?

— Tu cuerpo ha sufrido una transformación drástica y rápida. Estás siendo inundada de potentes neurotransmisores. Estás sexualmente excitada. Es normal.  — Dijo Sarah.

— Algo no se siente bien. Hay...dolor.

– Acuéstate. — Dijo Sarah y alcanzó detrás de ella y agarró el pomo de la puerta en caso de que Jennie  perdiera el control.  – Tengo que responder a tus preguntas.— Jennie se tendió sobre su espalda. Incluso la sábana le hizo sentir dolor en la piel y la pateó.

— Tócate a ti misma. – dijo Sarah  suavemente.

– ¿Quieres que me masturbe? — Jennie giró la cabeza para mirar a Sarah .

— Tu cuerpo necesita liberarse.  — Dijo Sarah.

— ¿Es seguro...contigo aquí? ¿Y si yo...estas segura de que no me volveré rabiosa?

— Hueles como un dominante normal. No tengo miedo de los Weres dominantes,  incluso cuando no somos dominantes podemos rechazar a una pareja si así lo deseamos.— Sarah  sonrió. — Es por eso que los dominantes luchan por nosotras cuando estamos en celo.

— ¿Estás segura?  — Jennie tembló con la necesidad primordial de tomar, para reclamar. El impulso era tan fuerte que apenas podía pensar.

— Adelante. — Dijo Sarah  suavemente. ¿Quieres,  verdad?