Empire I ( Metamorphosis ) [ Finalizada ]

Episodio 12

El amanecer no estaba muy lejos. El calor del verano había cedido durante la noche a la frescura de la montaña, y el frío se sentía bien en su piel caliente. Su ansia había sido aliviada, pero deseo todavía ondulaba bajo su piel. Afortunadamente, estaba cerca de su propia casa. Necesitaba una ducha fría y unas horas de sueño. Pero primero, necesitaba revisar a la Alfa. Lalisa se había quedado en el Compuesto en lugar de regresar a su propia guarida después de su carrera, Wilmar y Merihan estaban de guardia.

Recuperó su ropa, junto con su teléfono presionado en la cintura de sus pantalones de carga, desde el banco donde los había dejado antes y se vistió apresuradamente. Si Lisa la hubiera necesitado, habría llegado a su mente-a-mente. Y si la Alfa hubiera estado en peligro, lo habría sentido sin importar dónde estuviera. Lo único que podría haberla sacado de su frenesí sexual habría sido el llamado de Lisa. El compuesto estaba despertando, y Jisoo asintió con la cabeza a los centinelas que se dirigían a sus estaciones, adolescentes haciendo su camino ruidoso al comedor, y una serie de parejas apareadas emergiendo desnudos del bosque después de una carrera matinal.

Jisoo reconoció a los compañeros de paso, pero tuvo cuidado de no dejar que su mirada se quedara. La piel era una cobertura tan natural para los Weres como sus pieles, y la desnudez era ignorada, aparte de la mirada apreciativa de un animal sano a otro, proporcionando que el "ser apreciado" fuera desatado. Las parejas apareadas eran sexualmente exclusivas, agresivamente territoriales y violentamente posesivos. Incluso un No Dominante atacaría a un Dominante si él o ella sentía que el vínculo mate estaba amenazado.

Un dominante Were en el frenesí de acoplamiento no podía contener la muerte de la lógica y la razón dando paso al instinto mucho más poderoso y primitivo para preservar el vínculo mate. Jisoo subió las escaleras hasta el pabellón principal y cruzó el amplio porche. La entrada se abrió en un gran salón, con la biblioteca y los archivos de la Manada de un lado y la sala de reunión con una enorme chimenea de piedra, sofás y sillas en el otro. Lalisa a menudo se podía encontrar allí cuando ella no estaba en su oficina en el segundo piso.

Merihan estaba de guardia en la parte superior de la escalera central de madera. Wilmar estaba justo fuera de las dobles puertas cerradas y esculpidas de la oficina de Lalisa. Cuando Jisoo alcanzó el balcón del segundo piso que rodeaba el gran salón de abajo, les indicó que siguieran al final del pasillo y se alejaran de la puerta de Lisa.

— ¿Ha dormido? — preguntó Jisoo.

— No. — gruñó Wilmar. Sus ojos se estrecharon y sus fosas nasales se iluminaron mientras observaba a Jisoo.

— Parece que tú tampoco lo hiciste.

— ¿Celoso?

Jisoo sonrió, sabiendo que Wilmar y Merihan podían oler sus feromonas y rastros de Dua Lipa. Debido a que ella y Dua Lipa no estaban vinculadas, no llevaba el único olor tercero: la fusión química de dos firmas hormonales de Weres que las calificaban como una pareja de por vida.

— Desgraciadamente correcto. — gruñó Wilmar. Merihan hizo una mueca de acuerdo.

Jisoo los miró a ambos, recogiendo algo más que la habitual rivalidad sexual que era natural entre dominantes no casados. Recordó cómo se había sentido después de la carrera con Lisa, un deseo tan intenso que había estado casi sin mente. Wilmar y Merihan habrían soportado toda la fuerza de las feromonas de Lalisa mientras la custodiaban, ya que no había otros Weres alrededor para ayudar a absorberla. Los ojos castaños whisky de Merihan tenían manchas de lobo y su piel estaba casi cubierta de pelos. Wilmar tenía una protuberancia admirable en sus vaqueros.

— Voy a tener a Darren aquí. — dijo Jisoo.

— Vamos a estar de guardia.

— Ustedes dos vayan a encontrar a alguien con quien enredarse.

— Estoy bien. —  dijo Merihan, claramente insultada de que Jisoo la relevara de su puesto.

— Yo también.— Los caninos de Wilmar se alargaron.

Jisoo gruñó, empujando hacia su espacio, haciendo que ambos volvieran a subir. Eran compatriotas, pero sólo podía haber un líder en lo que se refiere a la seguridad de Lisa, y ella era la segunda de Lalisa.

— Necesito sus cabezas claras o no estarán en condiciones de proteger a la Alfa. Ahora váyanse antes de que les haga irse.— El silencio cayó mientras Jisoo los miraba.

— Tienes razón.— Wilmar se encogió de hombros y sonrió, su sonrisa la única concesión a la supremacía de Jisoo.

— El ansia me está cabalgando más fuerte que de costumbre.— Merihan se estremeció.

— Pensé que era sólo yo. Estoy tan hambrienta, Wilmar está empezando a verse bien. — Wilmar se echó a reír.

Eran amigos íntimos, pero ambos eran demasiado dominantes para enredarse. Él trató de ponerla en una llave de cabeza. Merihan le bloqueó el brazo y le dio un puñetazo en el estómago. Wilmar rió de nuevo y la tensión se rompió. Las campanas de advertencia de Jisoo sonaban aún más fuerte. Dua Lipa había dicho lo mismo. El ansia me ha estado montando tan duro durante dos días. Ella tiró los brazos alrededor de sus hombros. Wilmar rozó su mejilla sobre la de ella. Merihan apoyó la cabeza en el pecho de Jisoo.

— Tómense unas horas para establecer a sus lobos.  Lalisa no va a ninguna parte hoy. Los llamaré si los necesito.

Wilmar y Merihan se marcharon a regañadientes y Jisoo llamó a Darren para hacer la guardia. Entonces llamó a la puerta de Lisa.

— ¿Alfa?

— Ven. — Respondió.