Capítulo 2: El que perdió la apuesta

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2-El que perdió la apuesta

**Starrk**

Miro el cielo azul reflejado en mis ojos mientras unas manos acarician mi cabello. Estoy tumbado en uno de los bancos del jardín del instituto, con Rangiku a mi lado acariciándome al mismo tiempo que teclea en su teléfono móvil. Desde este ángulo puedo ver sus enormes tetas más que su cara. Cualquiera que pase por aquí y nos vea, se moriría por estar en mi lugar.

- ¿Lo has oído? Imagino que irás-

- ¿Oír qué? – me incorporo ya que ella se pone de pie y me mira con cara incrédula.

-Lo de la fiesta ¡espabila Starrk! Tienes que ir, es el único modo de integrarte con esos tíos-

-No pienso ir a ninguna fiesta con los niñatos de mi clase. Para eso prefiero quedarme en casa rascándome los huevos-

-Vamos, será divertido...yo me iré de compras con mis amigas, paso de fiestas que luego bebo demasiado y tengo resaca al día siguiente-

- ¿Entonces por qué narices tengo que ir yo? –

-Solo tienes un amigo. Eso es muy triste, Starrk, no me gusta tener un novio tan antisocial-

-¿Yo antisocial? Pero si son los de tu raza los que no me soportan- veo como me frunce el ceño ante eso y yo resoplo. - ¿Cómo sabes que tengo un amigo? -

-Rumores, querido. Es Kuchiki Soujun ¿verdad? Joder, quien se pensaría que alguien como tú se haría amigo de él-

- ¿Y eso por qué? -

-A ver cariño, tú...eres un semental empedernido y él es todo lo contrario a ti. Salvo que ambos sois expertos en sexo en campos opuestos- ladeo la cabeza al oír eso y ella suspira. –Además...pensé que no te gustaban los gays presumidos. Todos ven a Soujun como una víbora devora hombres-

-Pues muy bien, a mí eso no me afecta por suerte- cojo mi mochila tirada en el suelo y me despido de Rangiku batiendo mi mano. Joder, estoy molesto ¿por qué ir a una fiesta que no disfrutaría? Tampoco es que sea un fiestón, simplemente los tíos de mi clase han decidido ir al karaoke y beber allí hasta reventar. Vamos, pla-na-zo.

-Starrk- al terminar las clases me encuentro a Soujun en el pasillo esperándome con la misma sonrisa de siempre cuando me mira. -¿Nos vamos? El resto ya se va para el karaoke-

- ¿Tú también vas? – veo como el grupito de Soujun pasa por delante de nosotros y el tipejo con el que estaba follando el otro día, Kariya Jin, me mira con verdadero asco.

-Pues claro. Se me da bastante bien cantar-

-Yo canto como si estuvieran estrangulando a un gato- Soujun se echa a reír y veo cómo por inercia coge mi mano sorprendiéndonos a ambos. Él me suelta sin decir nada y empezamos a caminar los dos juntos, pero guardando las distancias. Joder, esto es realmente incómodo, por suerte el karaoke no está lejos y cuando llegamos a la sala reservada para la fiesta, me sorprende lo grande que es y la gran cantidad de gente que hay.

- ¡Eh Coyote! - uno de los tipejos de mi clase se acerca para ofrecerme un vaso con alcohol, aunque no sé lo que lleva. –Tómate uno de estos, te gustará-

- ¿Lo habéis preparado para mí? vaya...que majos...-

-Bueno, no es un favor...esperábamos que a nosotros nos ofrecieras algo. Ya sabes...esa hierba que te hemos visto fumar...-

- ¿Os referís a los porros? – veo cómo se les ilumina a todos las caras y busco en mis bolsillos los porros que traigo en una cajetilla siempre. Les doy la caja reservándome uno que no tardo en encender mientras me desplomo en un sofá. Lo voy a necesitar.

"El síndrome de la testosterona"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora