Capítulo 13: El que se topó con una bestia

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13-El que se topó con una bestia

**Zangetsu**

Escucho de fondo el despertador en la cocina cuyo sonido se eclipsa con los gemidos de mi amante y los míos mientras movemos nuestros cuerpos en mi cama haciéndola chirriar. Empujo mi cadera hacia abajo, hundiéndome más profundamente en el cuerpo de mi amante el cual jadea sonriente abrazado a mi cuello mientras nos besamos y seguimos follando hasta que ambos culminamos casi al unísono gimiendo escandalosamente.

-Ah...ah...- escucho la voz jadeante de Soujiro mientras salgo de su interior viendo como mi semen sale de su agujero a borbotones y sonríe cuando me recuesto a su lado dejando que me abrace.

-Ah, sí...se está tan bien así...- acaricio su cabello húmedo mientras él besa mi pecho y roza su nariz contra mi garganta antes de ascender su rostro para encontrarse con mis labios. Le devoro la boca de forma salvaje dejándole casi sin aire y vuelvo a ponerme encima de él haciéndole soltar una carcajada.

- ¿Nunca te cansas o qué? -

-De ti nunca, precioso...- acaricio su rostro viendo esa expresión algo agridulce que se me clava en el pecho, pero aun así se esfuerza en sonreír mientras rodea mi espalda con sus brazos.

-Me encantaría estar en la cama todo el día, pero tengo que visitar a Soya...- murmuro algo molesto, pero me aparto de encima suya para darle aire y que pueda sentarse. –Estamos preocupados por él...se ha volcado tanto en el cuidado de su nuevo hijo que tememos que haya perdido la razón...-

-Sólo está cumpliendo con su labor de madre, no deberíais preocuparos-

-Yo estoy desatendiendo esas tareas, Zangetsu. Mis hijos me siguen diciendo por teléfono que cuando voy a volver, ya han pasado muchos meses-

-Puedes traértelos aquí. Sabes que no me importará-

-Pero a su padre sí. Ganryu no va a darme a los niños tan fácilmente-

-Mm, pues tendrá que irse acostumbrando ¿no? y más cuando sepa de este nuevo hijo- apoyo mi mano en la curva de su vientre haciéndole sonreír. –Empezaremos una nueva vida, los pequeños, tú y yo y nuestro hijo en común...-

-Dioses, de verdad que eres mi salvador Zangetsu...- Soujiro me besa con devoción haciéndome caer en la cama de nuevo con él encima y aprieto sus nalgas fuertemente haciéndole gemir contra mis labios. A los segundos veo cómo se sienta sobre mí sonriéndome con malicia y agarra mi polla para masajearla antes de elevar su culo para írsela metiendo lentamente mientras jadeo ronco por la nariz.

-Bueno...podemos hacerlo una vez más antes de irme...ah sí...mmm, que grande la tienes, me encanta...-

Vuelvo a follarme a Soujiro intensamente mientras él me cabalga hasta que le cambio de posición tomando el rol dominante y le embisto en la postura del misionero hasta que le dejo prácticamente sin voz y chorreando de nuevo una nueva tanda de semen. Dios, no me canso de verlo, y pensar que gracias a follar a pelo por fin voy a tener un hijo con un Kuchiki...aún no me lo creo. Parece que por fin la vida me da la oportunidad que me negó hace años y no pienso desaprovecharla.

**Soujiro**

Salgo de la ducha tras la maratón de sexo con Zangetsu y me visto escuchando la vibración de mi teléfono móvil. Cuando lo miro, veo con tensión otro mensaje de Ganryu que me hace estremecer. Cuando me escapé el día del festival, justo lo hice porque Ganryu tenía que volver a Rusia un par de meses para terminar su traslado definitivo a Japón y aproveché a dejar a mis hijos con una cuidadora interna, aunque les he atendido todo este tiempo casi a diario, pero ahora Ganryu ha regresado y se ha enterado de mi abandono por lo cual debe estar hecho una furia ya que así lo muestra en el tono de sus mensajes.

"El síndrome de la testosterona"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora