Capítulo 27: El que visitó su antiguo hogar

473 35 425
                                    

27-El que visitó su antiguo hogar

**Renji**

Me veo a regañadientes frente a la residencia del clan Iba sin muchas ganas de entrar, pero no me queda más cojones si tengo que visitar a mi madre desde que se vino a vivir aquí tras casarse con el cabeza del clan por obligación.

- ¡Hombre chaval! Que gusto da volver a verte, pasa, pasa- siento un tic en el ojo por lo cordial que es Iba Tetsuzaemon al recibirme, a sabiendas que no me cae nada bien, el tío hace como si nada lo cual me revienta muchísimo.

-Tu madre saldrá enseguida, estaba bañándose- ¡Tsk! ¿a estas horas bañándose? No quiero ni saber el motivo. –Por cierto, chico, veo que has empezado a hacerte tatuajes, aunque muy diferentes a los que se hacen los yakuzas de tu abuelo. –me acaricio los tribales que estoy empezando a delinear en mi frente y en mis cejas. Por supuesto que no quiero ir como los matones al servicio de mi abuelo, si voy a ser su cabecilla, prefiero marcar mi propio estilo.

-Me gusta ser original. Pienso tatuarme todo el cuerpo con tribales, marcando tendencia-

-Tienes los cojones bien puestos ¿eh? Seguramente lo hayas heredado de tu padre- abro los ojos cuando Iba suelta una calada del cigarrillo que tiene entre sus dedos. –Seigen era un buen tío, de los mejores "anikis" que ha tenido Yamamoto a su cargo. Te pareces muchísimo a él, eres su viva imagen de joven-

-No tuve el gusto de conocerle...solo por fotografías y la verdad me jode que esté muerto porque mi madre ha tenido que aceptar esta nueva vida- veo como me mira fijamente tras quitarse las gafas, pero no parece darse por aludido por mi crítica.

-En fin, tampoco es que esa familia adoptiva te cuidara tan mal ¿no? - parpadeo cuando escucho eso y veo su expresión de asombro. –Eh...creo que he hablado de más...-

-Sí lo has hecho, Iba-san. - veo cómo Iba traga saliva cuando ve a mi madre tras él cruzado de brazos y se incorpora para disculparse haciéndome reír ante lo patético que parece ahora mismo. Parece que mi madre le tiene domado para el poco tiempo que llevan juntos y eso me encanta.

En cuanto Iba nos deja solos por fin, mi madre toma asiento a mi lado y coge mis manos sonriéndome. Yo le devuelvo el gesto, aunque le miro serio al notarle algo fatigado.

-Renji, sobre lo que Iba ha dicho...-

- ¿Es cierto? ¿tengo una familia adoptiva? – veo como resopla y se queda algo callado. –He oído muchos rumores sobre eso en la casa del abuelo, pero sabes que mi memoria a largo plazo a veces me falla y se me olvidan las cosas. Sí que recuerdo que querías decirme algo importante cuando cumpliera la mayoría de edad, pues bien...ya tengo dieciocho años así que escúpelo. No me voy a enfadar-

-Renji...tú sabes que cuando murió tu padre, te conté que no lo pasé nada bien ¿verdad? - asiento al recordar algunos retazos que me contó, aunque me cuesta. –Decidí...dejarte con una familia que te cuidara mientras yo me hundía en mi propia desgracia. No sé cómo habría reaccionado tu abuelo sabiendo que había tenido una relación prohibida con tu padre y por temor...hice lo primero que pensé que sería lo mejor para ti-

-Cuéntamelo todo. Intentaré tomar notas o algo así...pero quiero saber la verdad. Esto no cambiaría nada entre nosotros, por eso no temas- siento como mi madre se tranquiliza al oír eso último y empieza a relatarme todo lo ocurrido en los años que mi memoria no recuerda. Por momentos de la historia siento que hiperventilo, pero me esfuerzo en escucharle, aunque al final termino con un dolor de cabeza horrible.

-Renji...- mi madre acaricia mi cabello preocupado al ver mi gesto de dolor y le abrazo fuertemente aspirando ese aroma que tanto me gusta.

-Perdóname hijo...he actuado tan egoístamente solo para recuperarte...siento que te he quitado parte de la vida que debías haber seguido...-

"El síndrome de la testosterona"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora