Capítulo 6: El que fue abandonado

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6-El que fue abandonado

**Zangetsu**

Han pasado unos meses desde la última vez que pude visitar a Ginrei y me dejo en shock al ver su vientre ya abultado por su embarazo. Aún no puedo creer que voy a ser padre, he puesto todo mi empeño en conseguir dinero a corto plazo y aunque no estoy metido en unos negocios muy buenos, sé que es de vital importancia para reunir el dinero y no sólo pagar la fianza de Ginrei para adelantar su salida, sino ahorrar para el bebé que esperamos.

Me meto las manos en los bolsillos mientras camino por uno de los callejones oscuros del barrio más peligroso de la ciudad donde he quedado con unos tipos para venderles la marihuana que he conseguido que me pasen ilegalmente al país. Los tipos deben pertenecen a alguna banda organizada, no a los yakuza de esta ciudad porque mi padre ya se habría enterado de en lo que ando metido, así que en ese sentido puedo estar tranquilo.

-Para la próxima trae más mercancía, amigo. Esto no es suficiente-

- ¿Pero que os creéis que es fácil meter esta mierda en este país de estirados? - los muy idiotas me ponen malas caras, pero como siempre suelo intimidarles por mi físico, no se atreven ni a amenazarme.

- ¿Solo me dais esto? - veo los pocos billetes que me han dado y cómo me ignoran mientras se alejan. Aprieto los dientes gruñendo antes de guardarme la pasta en un bolsillo y pateo el suelo mientras regreso a mi apartamento. Joder ¡no es suficiente! ¿Cómo voy a mantener a Ginrei y al bebé con lo poco que me dan? Estoy trabajando también en una obra de construcción, pero al final me destrozaré la espalda de cargar tanto peso solo por hacer horas extras y que me paguen más. Tsk! maldición...

Justo cuando me tumbo en mi ruinoso colchón para descansar, escucho el sonido de mi móvil y al cogerlo escucho la tronante voz de mi padre bastante cabreado.

-Zangetsu ¿Por qué no coges mis llamadas? Llevas meses sin que te vea el pelo por ningún sitio ¿Qué coño estás haciendo? -

-Tranquilízate viejo, estoy sobreviviendo como puedo-

-Eres un cabezota de primera, podrías venir a vivir conmigo, es más, te ofrecería trabajo y todo-

- ¿Dónde, en la yakuza? Has metido a Kuchiki Kouga y a mi primo en esa mierda de familia de asesinos ¿también quieres joderme a mí? -

-Tu primo Shunsui ha sido más listo que tú, es más, este grupo no tiene nada que ver con el que asesinó a sus padres. El jefe Genryusai es buena persona en el fondo-

-Me das pena, padre. Eres el puto perro faldero de un japonés ricachón que te usa para hacer sus peores trabajos-

-Zangetsu ¿has vuelto a ver a Ginrei? - abro los ojos de par en par cuando cambia la conversación de golpe y yo chasqueo la lengua entre los dientes. –No hace falta que ni me contestes hijo, lo sé-

-Lo que yo haga con mi vida no te importa...-

-Si está relacionado con Ginrei, sí. Aléjate de él, Zangetsu-

- ¿Porqué? Ya sé que es peligroso, pero conmigo es totalmente distinto ¡tú no lo entiendes!

-El que no lo entiende eres tú, atontado. Te engañará como hace con todo hombre que se le cruza en el camino, es un cabrón retorcido-

-Un cabrón al que no puedes quitarte de la cabeza ¿verdad? - mi padre hace una pausa silenciosa y yo sonrío malicioso. –Ju, eres tan imbécil como yo. Adiós, viejo-

Ignorando cualquier advertencia de mi padre, regreso a prisión otro día para comunicarle a Ginrei que tengo casi todo el dinero reunido ya para la fianza. Él me sonríe al otro lado del cristal y veo como apoya una mano sobre su vientre cortándome la respiración.

"El síndrome de la testosterona"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora