Capítulo 28: El que pidió consejo por necesidad

587 27 361
                                    

28-El que pidió consejo por necesidad

**Renji**

En medio de la confusión, el pánico y la desesperación de todos los de mi alrededor, me veo hincando las rodillas en el suelo duramente haciéndome daño cuando me echo sobre el cuerpo de Byakuya y lo primero que hago es ladearle pese a que sigue dando espasmos y gemidos incontrolables ante el terror de todos, incluido el de su hijo. Me quito la pinza que recoge mi cabello para meterla entre sus labios y que muerda fuertemente para no morderse la lengua y ahogarse. No sé cuándo he aprendido a hacer esto a alguien que está sufriendo un ataque epiléptico tan bestial, pero hasta yo estoy aterrorizado al ver los ojos rojos y desorbitados de Byakuya y cómo sigue agitándose como si estuviera poseído por el diablo. Jo...der...jamás había visto algo así...no sé qué más puedo hacer para ayudarle, maldición...¡¡JODER!!!

- ¡Échense atrás!! ¡¡necesita aire!!!- para mi suerte la ambulancia no tarda en llegar e incluso veo como Soujun viene corriendo cuando le han avisado de lo ocurrido. Los médicos estabilizan a Byakuya mientras Soujun acaricia su cabello y jadea aliviado cuando Byakuya parece reaccionar y se echa a llorar desgarrado. Escuchar ese llanto es tan demoledor...que noto como si me hubieran arrancado el corazón del pecho...me duele demasiado...verle así, pese a que no le recuerdo es superior a mis fuerzas...

-Lo has hecho muy bien chaval, gracias por actuar tan rápido- un médico agradece mi ayuda y Soujun me mira entre lágrimas mientras acompaña a Byakuya en la ambulancia y yo monto también tras coger al pequeño en brazos que no deja de temblar asustado. Pobre, se ha llevado un gran susto....

-Renji por favor, quédate con Nova mientras entro en la sala de recuperación con Byakuya...-

-No te preocupes, aquí estaremos- Soujun acaricia mi rostro antes de ir con su hijo y yo me derrumbo en una silla con el pequeño sentado sobre mis piernas aun gimoteando y restregándose la cara una y otra vez.

-Mami...snif! mamiiii......- alzo una mano para acariciar el hermoso pelo rojo del pequeño intentando consolarle sin mucho éxito. Seguro que es la primera vez que ve a su madre en ese estado y la verdad es que ha sido demoledor incluso para mí. No puedo evitar acercar mi rostro para besar su cabecita y aspirar su delicioso aroma. Huele como él. Como Byakuya.

-¡¡NOVA!!- abro los ojos de par en par cuando un tío de cabello azul y ojos salvajes entra jadeando al hospital junto a un niño pequeño idéntico a él que baja de sus brazos y el cual viene corriendo hacia donde estoy para tocar a Nova.

- ¡Grimmyyyy!!! Mami está...mami...- el tío prácticamente me arranca al pequeño de los brazos para cogerlo él e intentar consolarlo mientras me mira de reojo con una furia que me hace levantarme y plantarle cara.

-Ya está pequeño, todo saldrá bien...tu madre se pondrá bien enseguida ¿Por qué no vas con Kai a sacar unas chucherías de la máquina, eh? Venga campeón- en cuanto los pequeños se alejan un poco, el peliazul resopla fuertemente y sin venir a cuento, me suelta tal puñetazo que algunos pacientes jadean asustados.

- ¿¿Pero qué coño haces?? ¿¿quieres pelea o qué, tío? –

-Me importa una mierda que a mí no me recuerdes, pero no soy gilipollas, si Byakuya está aquí ingresado ¡¡ha sido por tu culpa!!! ¡¡estoy seguro!!-

- ¡Yo solo le he ayudado!! Ha tenido un ataque epiléptico ¡no sabía que tenía epilepsia!!-

- ¡Claro! Tú qué coño vas a saber si sólo has vuelto a su vida para joderle, pero bien, pero no te lo voy a permitir mono de mierda ¿me oyes??-

-Me estás tocando los huevos ¿acaso sabes quién soy? -

-Sí, el nieto mimado de un viejo mafioso y yo soy Grimmjow Jeagerjaques, el novio de Byakuya- cuando dice eso siento tal punzada de dolor en el pecho que gruño entre dientes. Su... ¿novio? no sé por qué, pero ahora mismo más que rabia siento celos...unos celos inexplicables pero que me hacen ponerme en pose tan agresiva que hasta un médico tiene que apartarnos para que no sigamos dando la nota en el hospital.

"El síndrome de la testosterona"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora