SPRING DAY [NamJin].

Capítulo XXV

De regreso a casa podía notarse el ambiente tenso, ambos estaban dolidos, no quisieron dirigirse la palabra en lo que restaba del camino solo una que otra vez chocaban miradas en el retrovisor durando solo segundos.

—Nam, ¿Crees que el vestido sea muy llamativo? —empezó a hablar la menor.

—¿Qué no te gusto?

—Claro que sí, lo escogiste para mí —. Ambos chicos se miraron luego el mayor la desvío al frente.

—No lo uses si no te gusta, solo te pido que no dejes de asistir — eso último lo mencionó más para Jin —. Lo que importa es que estemos juntos...— termino de hablar, Jennie volteo a ver a su hermano y este miraba hacía la ventanilla, »que extraños estaban« pensó, no quiso darle más vueltas al asunto y decidió pasarlo por desapercibido.

Minutos más tarde NamJoon aparco el auto frente a la casa los tres salieron yendo hasta la cajuela donde se encontraban sus cosas y fueron sacándolas—. Es tarde debes irte Nam — mencionó su pareja en cuanto obtuvo sus bolsas en mano —,gracias por todo.

—Fue un placer.—sonrió amable— creo que están agotados.

—Hoy fuiste muy amable conmigo ¿Fue porque estaba SeokJin? — insinuó alzando una ceja al mismo tiempo se cruzaban de brazos. El nombrado quien tenía la cabeza gacha la alzó mirando a los dos, incómodo se despidió.

—Espera —. NamJoon habló, detuvo sus pasos volteando a verlo sobre su hombro. Recogió dos cajas pequeñas decoradas con un lindo moño blanco, cerro la cajuela y procedió en entregarle el regalo a Jennie luego a Jin. Se despidió entrando a su auto y se puso en marcha. Jin continuo con su caminata mirando el obsequio que había recibido, se le fue arrebatado por la celosa hermana abriendo primero el suyo viendo que tenía un hermoso juego de accesorios, sonrojada volvió a cerrar su caja y ahora observó el regalo de su hermano notando que no había nada reprimió una risa burlona y se lo regresó.

—¿Qué es todo eso? — preguntó curiosa Tae Hee cuando ambos chicos cruzaron la puerta principal— ¿Él te compro todo eso? —emocionada ayudo a su hija a poner todas las bolsas sobre el sofá.

—Si, a él también — señaló con su cabeza a SeokJin, rodeo los ojos yéndose del lugar oyendo reclamos por parte de su madrastra.

—Que horror.

—Yo le dije que fuera— extrañada y molesta exclamó

—¿Qué, por qué?

—A si le será más fácil acostumbrarse a mi compromiso, quise darle el golpe final —orgullosa sonrió mirando donde había desaparecido su hermano, Tae Hee cambiando su semblante a una sonrisa de oreja a oreja.

—Vi su expresión, veo que acertaste.

—El merece todos esos obsequios, por lo que soportó hoy —radiantes se miraron no comentaron nada más y iniciaron a ver las compras.

Jin abrió aquel regalo no entendiendo el porque hizo todo eso recordando las palabras dichas por NamJoon antes de irse del bar, ¿En verdad haría eso? ¿Arriesgar todo por el amor que tenían? Eso era un imposible para el, rendido sacó su celular al mismo tiempo su trébol.

—Jae Hwan ¿Porqué me dejaste ir?, Me deseaste felicidad pero no resultó...me dejaste ¿Estás sastifecho? ¿Eres feliz? ¿Cuando dije quién soy? — Un sabor amargo embargó su boca y una punzada en su pecho apareció —...debiste negarlo, mentir, decir que soy Bosung ahora debo fingir para siempre.— dicho eso buscó su número para marcarle esperando varios tonos pero nada solo lo mandaban a buzón.

Mientras tanto Jae Hwan trabaja en hacer retratos dibujados cerca de una plaza. Su inspiración se había ido al caño y aparte su mente solo pensaba en SeokJin, en cómo estará ¿Comenzó a ser feliz sin el? Miles de preguntas aparecían y ninguna era respondida. Una punzada en su mano lo despertó de sus pensamientos haciendo una mueca adolorido. Cada día empeoraba y los dolores eran más constantes su mano se torno morada desde hace días.