Capítulo 18

2.5K 115 6
                                    

A las 7:48 AM, Mario y Gabriela estaban llegando a Miesbach.

Mario quería distraerse. Entre el accidente y la tensión entre él y Gabriela, estaba estresado.

Con tan sólo verla deseaba hacerla suya en cualquier lado. Lo prendía totalmente y comenzaba a afectarle. El hecho de tenerla a su lado todas las noches y no poder tocarla de la misma forma en que lo hacía antes, lo hacía sufrir.

No importaba la ropa que trajera puesta o el peinado que usara, siempre lucía hermosa, y tan inocente que hasta le dolía.

Mario y Gabriela estaban sentados en una banca de la plaza principal de Miesbach.

El día estaba brillante y el clima era cálido. El suave viento rozaba el rostro de Gaby. Mario trataba de ignorar el rubor en la cara de ella. Se sentía como un adolescente estúpido en la primera cita con la chica que le gustaba, no podía evitar ponerse nervioso pues jamás se había sentido así antes.

–La brisa está agradable –Comentó Gabriela.

Mario volteó a verla y le habló tratando de no hacer ninguna expresión facial. –Sí, el clima está perfecto.

–¿Qué tal si damos una vuelta? –Propuso ella.

Lo pensó y respondió dudoso. –Vamos –Dijo parándose de la banca.

Gabriela, como niña pequeña, saltó, lo tomó de la mano y lo jaló para correr juntos.

–¡Detente, Gabriela! ¡No seas infantil! –Gritó Mario.

Ella se detuvo de golpe, lo miró y le sonrió. –Tenía tanto tiempo sin correr de esa forma.

–¡Hazlo, pero no conmigo! –Le regañó llamando la atención de la gente alrededor.

–Lo siento –Agachó la mirada y le soltó la mano.

En ese momento, Mario sintió como si su mundo se cayera. La sensación de ambas manos juntas era indescriptible, sin embargo tenía temor de qué era lo que podía pasar si se dejaba llevar por lo que estaba sintiendo.

–Escucha, no quise tratarte mal –Subió su rostro con un dedo–. Pero ya no eres una niña para comportarte así, eres una mujer y debes actuar como tal.

¿Qué no era una niña? ¡Ni él mismo se la creía! Solamente sonaba como un idiota tratando de convencerse que Gabriela era una mujer.

–Vamos a tomar algo. Me ha dado sed –Mario caminó junto con ella abrazándola por la cintura.

En el viaje de regreso, Mario miraba atentamente la carretera. Gabriela había caído dormida al momento de subirse al auto y a él solo le quedaba callar y pensar durante ese trayecto.

Tenía que alejar toda imagen de ella de su cabeza. Estaba pensando seriamente en liberarla y conseguir una auténtica zorra en lugar de una chiquilla.

Pero no podía. Simplemente no podía. Pero tenía grandes dudas que lo carcomían. ¿Tendría familia? ¿Cómo es que llegó al bar de Marco? ¿Por qué rayos actuaba como una reprimida?

Pero a final de cuentas no debía importarle nada sobre ella. La tenía por puro placer, no iba a preocuparse por su vida.

Cuando llegaron a su hogar en Munich, Gabriela, con trabajos se bajó del coche y fue directo a su habitación. Mario fue detrás de ella y cerró la puerta.

–Me gustó el paseo –Sonrió–. Gracias por todo, señor.

–De nada –Respondió con indiferencia.

Trató de hacerse el desinteresado en lo que Gabriela hacía. Ella peinaba suavemente su cabello e intentó quitarse un collar el cual se enredó entre la melena.

–Señor, ¿podría ayudarme? Creo que la cadena se ha atorado.

Mario se acercó y logró desenredar la maraña. El dulce olor del perfume de Gabriela lo atraía.

¿A quién quería engañar? No podía reprimir su deseo por ella.

Le dio la vuelta y la miró fijamente. Los carnosos labios entre abiertos lo encendían y su virilidad pedía a gritos ser atendida.

El corazón de Gabriela se aceleró cuando Mario le besó el cuello. Él rodeó la pequeña cintura con sus fuertes brazos y unió ambos cuerpos.

Le urgía fundirse en ella o pronto iba a arder en llamas.

_____________________________________

Hola chicas :) 

Quise subirles capítulo ayer pero tuve que ir al doctor y después de eso el tiempo se me fue volando, pero aquí está finalmente, que pasen un buen viernes. xx

Su Inocencia (Mario Götze)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora