Capítulo 5

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Todas eran hermosas y el maquillaje resaltaba su belleza, altas, con cuerpos esculturales, eran simplemente preciosas.

Marco se animó a caminar de un extremo de la habitación a otro, viendo directamente a los ojos a cada una de las chicas. Unas lo miraban con miedo y otras con indiferencia. Marco era un hombre prepotente, orgulloso de su negocio y de las mujeres que tenía a su disposición. Se detuvo finalmente y habló con una voz calmada.

–Esta noche una de ustedes se irá con mi amigo– Su voz a veces podía causar escalofríos pues su tono era capaz de ponerle los pelos de punta a cualquiera.

Todas las chicas se pararon firmemente y sonrieron al hombre que estaba frente a ellas. Cuando Marco decía que una de ellas se iría, sabían muy bien que finalmente saldrían del lugar y no volverían jamás.

Mario comenzó a observarlas a cada una de pies a cabeza. No negaba que eran hermosas pero simplemente eran el tipo de mujer del que estaba fastidiado. Rubias y pelirrojas teñidas que creían que con su belleza tendrían el mundo a sus pies, probablemente un hombre común se los daría, pero no él. Pero entonces volvió a verla, la chica que había llamado su atención minutos atrás.

Era alta pero no tanto, a pesar de eso, su estatura era la ideal. Su cabello era castaño claro y por lo poco que sabía de vanidades, se veía que lo había rizado anteriormente. Tez blanca como la nieve y labios sensuales. Era delgada pero con curvas. Simplemente era perfecta, no había más palabras para describirla.

–Si ninguna te convence podemos ver la otra habitación.

–No, la quiero a ella– Las palabras de Mario salieron como si nada, estaba convencido que no quería a nadie más.

Todas las miradas fueron directo a la chica, que se sobresaltó. Marco la señaló e hizo un gesto de que los siguiera a él y a Mario. Ella se limitó a obedecer y comenzó a caminar con pasos dudosos.

Sabía que eso era como una ruleta rusa, podía tener la fortuna de estar al lado de un hombre bueno y ser feliz, o podía tocarle un hombre que le destrozaría la vida.

La suerte estaba echada y pronto descubriría cuál iba a ser su destino.

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Quería decirles que tal vez no estaré actualizando los capítulos con la misma frecuencia con la que lo hago. Mañana entro a la escuela y no se si vaya a tener tanto tiempo. Y por si las dudas, adelanté lo más que pude la historia.

Espero entiendan, y gracias por leerla! xx

Su Inocencia (Mario Götze)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora