Un viaje juntos

Embarazo pt. 6.

Dedicatoria.

Este capítulo va dedicado a cada una de las chicas que me Lee.
¡Si! Tú qué estás leyendo esto... Gracias.

Gracias por darme ánimos, gracias por tus consejos y opiniones que me hacen crecer.
Gracias.

No te conozco y ya te quiero🥺

A la mañana siguiente, de madrugada. Sasuke se despertó temprano, tenía otra misión. No sabía si sería tardada o no, pero era un hecho que terminando esta misión su viaje debía seguir.
Sakura despertó junto con el, quería ayudarle a alistar su equipo ninja y el almuerzo que llevaría. Semanas antes le había enseño a utilizar equipo médico, por lo que tenía que alistar sus herramientas. Ella en el fondo sabía que su misión no sería sencilla y se preocupaba por él.

-¿Cuándo regresaras?- pregunto Sakura curiosa.
-En verdad no lo sé- la miro a los ojos
-Pero con esta misión ganaré el dinero suficiente para poder seguir el viaje cuando regrese, tal vez tarde un día o dos. Prometo regresar lo más pronto posible- dijo Sasuke. Poniéndose sus sandalias ninja
-De acuerdo- Sakura miro el suelo con tristeza.
Sasuke se puso de pie mirando a Sakura.
-Cuidate mucho- lo abrazó en la entrada

Miro como el vengador de los Uchiha desaparecía entre los árboles.

Sakura regreso a su habitación, ya no podía dormir, por lo que acomodo su cama y se sentó en el sillón a leer libros de plantas medicinales que había encontrado en el pueblo.
Paso la madrugada leyendo, tan concentrada que no se dió cuenta cuando el sol salió.

La señora Makoto tocó a su puerta, necesitaba ayuda en la cocina para preparar el desayuno, se colocó su suéter holgado y bajo a ayudarle.

Una hora después, la castaña salió de su habitación, se dirigió a la que era de Sasuke, toco la puerta por unos minutos pero nadie respondía, eso la empezó a desesperar.
El sonido de alguien subiendo las escaleras llamo su atención.

-Debes bajar a desayunar- hablo con una sonrisa.
-Ah señora Makoto, claro- empezó a bajar las escaleras.
-Ire a llamar a los otros inquilinos.

Hachisu no entendía porque la puerta se Sasuke no había sido atendida. La idea de que Sasuke se hubiese ido la aterraba y sin duda ella lo seguiría.
Bajo al comedor son la mirada en el suelo, tenía la mente perdida pensando en el pelinegro.

-Buenos días- una dulce voz llamo si atención. Subió la mirada al propietario de esta, abrió los ojos asta más no poder. ¿quien era ella? Era la primera vez que la veía, esa chica pelirrosa de ojos verdes.
-Bu..Buenos Días- contesto esperando una respuesta de la señora Makoto.

-Valla creo que es la primera vez que se ven cierto.- se colocó en medio de ambas.
-Niña, ella es Hachisu- hablo a Sakura, quien le contesto con una sonrisa amigable y le extendió la mano.
-Un gusto soy Hachisu Akiyama- le estrecho la mano con duda.
-Haruno Sakura- le contesto feliz.
-Ajam- la mujer mayor llamo la atención de la joven carraspeando la garganta.
-Es verdad lo siento, Sakura U...-
-Sakura significa flor de cerezo ¿Cierto?- la interrumpió como era su costumbre.
-Eh...si- contesto un poco confusa.

El ambiente se volvió incómodo, los demás huéspedes llegaron y todos se sentaron a comer. Hachisu no apartaba la vista de la joven pelirrosa, nunca había visto a nadie con ese color de cabellos, bonito pensaba. Hasta cierto punto le causaba un poco de celos.

El día transcurría tranquilamente. Era la hora de la comida y en la cocina necesitaban más ingredientes para la comida.

-Sakura, niña ¿puedes ir al pueblo a conseguir lo que nos falta?- la dueña del hospedaje se dirigió a la ojijade.
-Por supuesto señora Makoto, solo necesito alguien que me ayude a cargar, ya sabe- tocó si vientre.
-Es verdad, todos están ayudando así que.... Oh es verdad Hachisu está en si habitación iré por ella. Ve alistándote. -
La mujer mayor subió a la segunda planta en busca de la castaña.

-Necesito que ayudes a Sakura, a cargar las cosas que comprara en el pueblo- supuso que ya sabía la razón del porque.
-¿porque?-
se equivocó
-Porque ella no puede- pensó que era obvio lo que decía
-Bien, de paso iré por algo que necesito- regreso a su habitación por su monedero.

Ambas iban de camino al pueblo, Sakura cargaba la canasta vacía, de regreso su idea era que Hachisu la ayudara.

-Bien iré a conseguir lo que necesito, ya vuelvo- la castaña se fue sin siquiera dejar que Sakura hablará.
-Eh...oye- se había ido.
-Creo que mientras compraré las cosas- pasaba de puesto en puesto.
La canasta cada vez pesaba más. Y por supuesto que eso no está absolutamente nada para ella, había que ser realistas que el vientre era un poco incómodo y que a pesar de su fuerza sobre humana no quería hacer nada que pusiera en peligro la vida de su futuro hijo.
Trataba de hacer su mejor esfuerzo, y la castaña no aparecía por ningún lado.
Era hora de regresar ya pasaban más de las dos de la tarde y Hachisu no daba señal de existencia.
Sakura decidió que tenía que irse ya, la comida no estaría lista.
Trato de cargar la canasta de manera que está no pegará con su vientre, la posición era incómoda.

-Sakura-san- se escuchó un grito atrás de ella.
-¿Eh?-volteo a ver al propietario.
-¡Daiki!- era otro huésped en la recidencia
-Dejeme cargar eso. Sasuke-San no me perdonaría que no la ayudara- sonrió.
-Muchas gracias- le dió el canasto.

...

-Este perfume enamorará a Sasuke, su exquisito olor a cereza hará que este a mis pies- Caminaba vistoriosa a la recidencia, se había olvidado por completo de con quién había llegado.

Hasta que paro en seco al ver a aquella chica  pelirrosa siendo auxiliada por un chico que ya conocía. Miro la escena con atención para después voltear a un lado y ver cómo todos los hombres no apartaba la vista de Sakura, eso la molesto un poco puesto que a ella ni un alma la pelaba.

-Mmm- corrió hacia la chica ojijade
-Oye, Saku.- los alcanzó -lo siento te estuve buscando y no te encontré- se hizo la víctima

-oh descuida Daiki me ayudó- le regaló una sonrisa.