Un viaje juntos

El verdadero miedo

-Creí que nos amabas- su voz estaba al borde del abismo, sus labios temblaron.

-Pero yo si te amo - la voz de una persona realmente aliviada. Ronca por tanto esfuerzo, soltó una lágrima de aquellos profundos ojos negros, el llanto que tanto habia retenido por la preocupación o tal vez el miedo, sí, el miedo de perder lo único que lo hacia feliz, la única persona por la que vive y el único ser por el cual vivirá, su bebé.
-Pense que lo había perdido todo- la voz se le quebraba con cada respiración, Se dejó caer, derrotado, de rodillas y la mirada baja. Se notaban sus lágrimas caer al suelo. Su alma no podía más, la mezcla de tanto estaba estrujando su corazón.

-¡Sasuke!- Se levantó, ¿Qué hacía ahí?, si el debía estar lejos ¿cómo la encontró?
~Se ve muy mal ~

A pesar de tener el rostro agachado, era muy evidente que no se encontraba bien. Su rostro era más pálido de lo normal, sus ojeras solo dejaban ver la falta de sueño hace bastantes días. Claramente no había dormido.
Aunque no quería seguirlo viendo, no se sentía bien al mirar su estado y verlo en esa situación.
El estómago se le revolvió de la angustia.

-Por favor, escúchame - levantó la cabeza buscando los ojos verdes.

Con el seño fruncido, trato de moverse sigilosamente. No le importaba lo que el hacía ahí, ni lo que tenía que decir.
-No hay nada que quiera escuchar de ti - en un movimiento ágil logro tomar su bolso tan rápido como pudo. Lo cruzo en su cuerpo para asegurar que no se le caería. Y camino al rededor de la fogata alejándose tanto como podía.

Esto no pasó desapercibido por él. Se levantó usando las pocas fuerzas que tenía para estar en pie. Camino hacia ella.

Aún con la luz de la fogata iluminando entre la oscuridad.
Sakura se colocó detrás de ella, estando totalmente de frente a él, Sasuke camino lentamente para no incomodarla. Se detuvo hasta que la luz iluminó sus rostro. Sus ojos se veían cansados, con ojeras profundas, pensó al verlo cara a cara.

En el fondo le dolió verlo así. Quería correr y abrazarlo, sanarlo, saciar su hambre y sed...

~Viene conmigo, fue a buscar A G U A para mí.~
Las palabras llegaban a su mente y a su corazón como cuchillos afilados.

~Sabes tardamos en darnos cuenta de tu ausencia hasta que nos dió sed~
Y las imágenes de ese día… empujaban los cuchillos más profundo. Esas imágenes de Sasuke tocando su cuerpo…

¿Podían sus palabras ser mentiras? ¿Cómo? Sus propios ojos lo vieron. Su ojos no mentian, y las palabras de esa mujer… ¿Qué más le hacía falta para creerlas? ¿Haber presenciado todo? Era una burla pensar si quiera en su inocencia, o perdonar…

Aún que quisiera creer lo que sea que saliera de sus labios, no podían borrar de su memoria lo que ella misma presenció.
Nadie tiene razón alguna para quedarse dónde no respetan su presencia, donde no sean amados con sinceridad.
A pesar de que lo conocía ya hace muchísimo tiempo, tal parece que nunca llegas a conocer a alguien lo suficientemente, las peores traiciones llegan de quien menos lo esperas. Y en esta ocasión, quien parecía ser un hombre con honor y fidelidad. Resultó que en el fondo simplemente podía traicionar lo que le hacía bien.

No quería juzgar su pasado, pero que podía esperar de quien traicionó a su aldea. A pesar de haber pedido perdón… que le garantizaba a ella que nada de eso volvería a pasar.
Y aún que parezca cruel, por primera vez, ser egoísta estaba bien.
Primero ella y su bebé, después su bebé y ella y al final solo ella con su bebé. Nadie más entraba en sus prioridades, ni siquiera aquel hombre que aún amaba.

-Sentí tanto miedo de que algo te pasara - Suspiro profundamente
- Por favor, escuchame- sus palabras eran temblorosas, su cuerpo estaba rebasando el límite.

-No quiero, ni pienso seguir escuchando tus palabras, no eres quien yo creí - sus palabras eran firmes, realmente duras. Su voz no temblaba y su cuerpo estaba alerta. Estaba lista.

Sujeto su capa y la sacudio, con tal fuerza que el fuego se extinguió en un segundo. Salto al árbol que estaba detrás de ella en un movimiento imperseptible, después de todo sus habilidades ninja son de admirar.
Tomó desprevenido al Uchiha.

-¡Sakura!- grito cuando sus ojos quedaron momentáneamente cegados por la repentina oscuridad. Al momento de acostumbrarse a la oscuridad volteo a todos lados, sin rastro de ella una vez más.

Pero la conocía bien. Salto hacia arriba en milésimas de segundos estaba frente a ella. En la rama de un árbol, a un par de pasos de sus hermosos ojos verdes.

-No te vayas por favor - no quiero sentirme solo otra vez.

Asombrada, lo miro a los ojos. Finalmente tenía enfrente a uno de los más fuertes. Huir de él nuevamente no sería tan sencillo.

Tocó su vientre, para darse consuelo y fuerzas a si misma.

-¿ Porqué no entiendes que no quiero verte?-

Salto a la copa del árbol, la siguió; también subió a la copa del árbol más cercano.
Mirar sus ojos solo dejaba en evidencia el dolor que estaba sintiendo, la incertidumbre y la desesperación. No quería presionarla, pero estaba desesperado.

-Dejame explicarte…-

No quería seguirlo escuchando, dió un salto al árbol de atrás y dió media vuelta, de copa en copa salto tan rápido como podía.

-¡Sakura!- grito con fuerza, su voz refleja terror y angustia
-Espera…- la siguió

Le llevaba ventaja, el Uchiha hace días no ah probado bocado alguno. Sus saltos carecían de agilidad.

-Porfavor… no te vayas -

Sakura bajo de los árboles, desde arriba era fácil seguirla con la mirada, debía escabullirse entre los árboles y arbustos, para perderlo. Tendría que ser astuta antes los movimientos del azabache.
Comenzó a correr tan rápido como podía. Su mente estába en blanco, de verdad que no tenía muchas ideas para perderse.

~¿Qué hago? … ¿QUÉ HAGO?~

Tanta angustia, tanto estrés, enojo, tristeza, irá…. Ser perseguida… los recuerdos … las palabras de esa mujer….

-Aaaaaaah, no, no, noooo- Paro en seco su huída….

-¿Sakura?- La voz aún se oía lejana

-Mi bebé…- todo su vientre… dolía

El miedo recorrió su espalda hasta su cabeza.

-No, mi bebé -