Un viaje juntos

Esposa

-¿E-espo-sa?- ¿realmente escuchó eso?, en realidad... Ese hombre frente a sus ojos, dueño de su corazón, sí, ese hombre con él que tanto soñaba ¿acababa de pedir su mano en matrimonio? O es que era un sueño solamente.

Aún en estado de shock, permanecía mirándolo a los ojos, a esos ojos negros que tanto amaba, aquellos que con solo una mirada la enamoraban cada día más.
Un cosquilleo recorrió su espalda hasta tocar su garganta. Una lágrima estaba por salir, pero esa torturante, masculina y sexi voz la regreso a la vida.

-Sa-sakura...quiero...- cortó su línea para sostener a aquella mujer pelirrosa que se desplomó de un desmayo.
A centímetros del suelo un fornido brazo sostuvo la cintura de la joven.

Bajó lentamente hasta quedar sentado en el suelo con la bella chica entre los brazos, más bien era un abrazó lleno de tanta protección, cariño y melancolía.

Sus ojos ónix se clavaron en la tersa y blanquecina piel de la pelirrosa, con delicadeza deslizó los mechones rosados atrás de su oreja para poder apreciar tanta hermosura.

Algunos minutos permaneció de la misma manera, podría a ver pasado la noche entera observándola. Sin embargo recordó que la chica estaba envuelta tan solo en una toalla que en esa posición realmente no cubría del todo.
Sin intenciones de hacerlo no pudo evitar observar su cuerpo desnudo. Más su orgullo y respeto hacia ella trato de olvidarlo. Con cuidado la cargo en brazos cual princesa, trató de taparla un poco más, odio aquel pedazo de tela estorboso que no la cubría ni un centímetro, sus solos pensamientos los sonrojaron, el deseo carnal lo consumía poco a poco.
Trato de calmar todo lo que sentía en esos momentos, era realmente difícil según él, en sus 18 años de vida jamás había sentido aquel sentimiento ciertamente raro es su totalidad para el vengador.

Tomó aire tratando de aclarar sus ideas, se dirigió al cuarto dónde, si, se encontraban ambas camas. Con cuidado camino a una de ellas, trato de poner a la pelirrosa en la que sería su cama. Cuidadosamente trato de acomodar a la chica, más un pequeño descuido hizo que la toalla que rodeaba el torso de la chica se atorara en pequeño mueble junto a la cama, lo que provocó que esta se deslizara por todo su cuerpo dejándolo totalmente desnudo.
Aún con la chica en brazos y la toalla en el suelo...

-Sa-Sakura- ¿Qué estaba viendo? ¿Acaso...ese sentimiento...?.
-Un momento- aclaró el Uchiha, observó su entrepierna -Qué...- un ligero movimiento de la chica llamó la atención del joven quien aún la tenía en brazos totalmente desnuda y...con un "pequeño", que no tenia nada de pequeño, asunto despierto.
Sakura estaba despertando de su desmayó.

Muchas cosas pasaron por la cabeza de Sasuke, antes ya había escuchando sobre lo que era una "erección" más nunca había experimentado lo que era realmente ni mucho menos como se sentía, jamás le había tomado importancia, pero ahora...

-Sa-Sasuke-kun- una débil voz empezaba a llenar la habitación, por suerte para el Uchiha, la kunoichi aún no recobraba del todo la conciencia.
Actuó rápido y la metió entre las cobijas, ágilmente se sentó en el pie de la cama recargado dando la espalda a la joven quien apenas abría lo ojos, colocó un cojín en su entrepierna intentando tapar a su "amigo".

-¡Sasuke-kun!- gritó inesperadamente causando un escalofrío en el vengador.

Haruno, al abrir los ojos rápidamente se incorporó en la cama, notando su aparente desnudo, observo al Uchiha recargado al pie de cama frente a ella, y por instinto tomó la sabana y cubrió su blanquecina piel.

La cara se le torno rojo tomate, un pequeño lapso de silencio incómodo inundó la habitación.

-Sasuke-kun yo...lo sien...-
Una vez más derrumbada sobre la cama.
-¿Sasuke-kun?- El Uchiha se había abalanzado sobre ella y ahora la tenia bajo el, cual presa indefensa de un lobo hambriento.