Silencio

cuando acordé

Una gran disculpa! No pude evitarlo y escribí mi primera fanfic sobre mi ship, PHAN, oh! El phandom me persigue, tenía que hacerlo espero me perdonen.

Por otro lado este es el capítulo más grande de toda mi vida! 4,410 palabras OMG!!!

Espero que no critiquen mucho mi fanfic y sigan leyendo mi historia! Será mi primera vez y espero la última porque fue muy difícil escribirlo. no me odien solo es este capítulo. Sigan leyendo :3

Sugey

Cuando acordé, Eko ya había contado la vergonzosa historia, la cara se me puso de mil colores y golpee el hombro de Eko como señal de que no hablara más, ya no podía con el peso de la vergüenza.

Sabía que lo decía a broma pero no quería que Phil pensara que era una despistada total, eso solo sucedía en días donde había alineaciones planetarias, a quien estoy engañando, suceden con frecuencia pero desde que me trajeron a D34 han pasado más seguidamente, debe estar construida en una onda de frecuencia diferente a la mía, porque vaya que chocamos demasiado.

Phil me extendió su mano para que pudiera pararme, al contacto con la mía, unas  sensaciones que recorrieron mi brazo indicaban algo, pero no quería creérmelo, mi mano estaba dormida, Phil tenía ese efecto en mí y no podía evitarlo.

Phil nos llevó a su habitación. Era muy familiar para mí, me sentí como en casa, después de bastante tiempo sintiéndome ajena a D34. Y ahora al regresar al fin podía respirar sin preocuparme por que estuvieran viéndome o que me vigilaran. Me puse cómoda y disfruté la sensación de libertad.

El tiempo se pasó de volada y ya era hora de nuestra hora de toque de queda.

Ahora tenía en mis manos un aparato que podía facilitar la comunicación entre Phil y yo, sin causar sospechas a ninguno de los dos. Después de todo siempre hablábamos por horas cuando estábamos en el campo de entrenamiento, no sería diferente esta vez, después de todo, no tenía a ningún lugar a donde regresar y estábamos a metros de distancia :D…

Gracia y yo compartíamos la habitación con los demás chicos que piloteaban los mechas. Pero el problema era a la hora de cambiarse de vestimenta, o en las noches al ir al baño. Cintia y Laura eran las otras mujeres en el grupo, pero ellas eran mayores y las actividades en sus horarios casi nunca concordaban con los horarios de nosotras.

Después de varias semanas me fui acostumbrando y hasta desarrollé habilidades extraordinarias para cambiarme la playera o quitarme las cosas. Sin ser muy reveladora.

Creo que Gracia tenía carrera militar lo que significaba que ella ya había perdido el pudor. Nunca se sonrojaba cuando los chicos llegaban y aventaban sus cosas por doquier. Como aquella vez, cuando la conocí, que se cambió velozmente y dejó todo el cubículo hecho un desastre. Siempre terminaba de doblar y acomodar su ropa antes que todos.

Gracia imponía respeto y apenas me había percatado, su baja estatura y sus facciones angelicales y prístinas eran engañosas. Los chicos aprendieron a no meterse con ella, por las malas.

La única persona que la trataba normal era mi hermano, él siempre supo cómo lograr que las chicas cayeran a sus pies y había notado que Gracia era una de sus metas. Sabía que mi hermano estaba en negación de sus sentimientos y sus instintos de casanova solo lo llevarían  a derramar lágrimas en el futuro.

Mis párpados pesaban cada vez más y quedé sumergida en un profundo sueño. El solo pensar que todos estaban a salvo hizo que esta vez en mis sueños no aparecieran cosas malas, que no tuviera pesadillas como los otros días. De esas pesadillas que te ahogan el grito de terror, donde ellas tienen el poder.