Silencio

era

Phil

Era uno de ellos, poseía el gen mutado, había hecho la prueba en secreto de mi padre y del gobierno. No iba a ser un peón en su plan para lograr el cometido de la Unión Latina. Mi padre me había metido al campo de entrenamiento en México a mi regreso de vivir en Gran Bretaña después de mi secuestro el viejo quería que si sucedía de nuevo mínimo pudiera vencer a mi contrincante.

Pensé que lo odiaría, uno de los integrantes me había acompañado a cerrar un tratado a China el año pasado y sabía quién era, esperaba discreción pero uno nunca sabe cómo reaccionarán los demás. Por suerte me trató como a un completo extraño, pero siempre se aseguraba de curar mis heridas con más cuidado. ¿Gajes del oficio?

Sin embargo al conocer a Sugey, su brillante personalidad y mente, me cautivaron. Todavía no me puedo creer que esté duchándose en mi cuarto de baño. Y que sea una desertora, no por voluntad.

Había tomado lo que le conté muy relajadamente. Simplemente no era una reacción que esperaba. No habíamos hablado mucho desde hace un mes que “escapó”. Le había prometido ayudarle a ocultar a sus padres del mío, pero no era tan fácil, debía planearlo bien y no levantar sospechas además necesitaba gente de mi lado.

Ella me dio la idea de hacerlo pasar como un accidente. Así cambiar su identidad sería más sencillo. Todavía no le contaba que su hermano había establecido un contrato con mi padre para pilotear un mecha y no sé cómo lo tomaría.

Tampoco le había dicho que Gracia no era de confianza, pero cuando salga de tomar su ducha le diré.