había sido

9 1 0
                                    

Phil

Había sido un día duro para Sugey, y estábamos rodeados de tanta gente que no pude decirle lo mucho que lamentaba que tuviera que usar violencia para salvarnos. Era obvio que estaba cansada y estresada por lo que había pasado el día de hoy.

Su cuerpo se veía exhausto y el que preparan comida con nueces cuando se especificó que no se usaran nunca jamás. Me indicaba que alguien estaba saboteándome.

No podía dormir y salí del complejo donde me encontraba crucé hasta los dormitorios donde se encontraba Sugey, no planeaba nada solo verla y tal vez platicar. Hoy era 20 de noviembre, una fecha que jamás podré superar. No sabía si llamarle o no, estaba abierto mi facetime, y mi dedo presionó el botón de llamar, esperaba pacientemente, hasta que fue contestada, no se veía nada en la pantalla señalé que estaba afuera esperándola, esperando que supiera leer indirectas, no quería hablar en caso de que alguien pudiera estar despierto.

Después de 8 minutos ella salió cambiada con su traje militar, estaba oculto detrás de un letrero y al salir ella y buscarme por doquier, se me ocurrió espantarla, su reacción fue muy divertida. Un grito ahogado, me dio unos cuantos golpes por espantarla pero seamos honestos, ella estaba bromeando con los golpes que me lanzaba.

Ella empezó a caminar hacia la cafetería, pero por ahí estaban haciendo rondas, la agarré de la mano y la guie hacia la cabaña. Hacía frío y era el pretexto perfecto para prender la fogata y pasar el tiempo, este año no quería estar solo, lo extrañaba mucho, también le gustaba Muse y cada canción me hacía feliz pero a la vez abría la herida que causó su muerte.

Sugey se dio cuenta y estaba dispuesta a escuchar, a escuchar sin juzgar. El silencio rondaba la casa. Sugey me abrazó y fue ahí cuando supe porque me interesaba tanto. Ella tenía el mismo aroma que Dan. Eran completamente opuestos, en cualquier aspecto.

La fogata de la cabaña seguía consumiendo la leña, y pensaba en las memorias que guardaba este lugar en especial.

Era la cabaña que me construyó papá cuando era adolescente, solíamos pasar bonfire night cada 5 de noviembre como era la costumbre de Inglaterra, pero este año no lo pudimos celebrar porque mi padre tuvo cita con el médico, siempre decía lo mismo. No sabían lo que tenía, no había ningún tratamiento disponible para él. El doctor lo mandaba a casa a seguir cotidianamente con su estilo de vida.

Papá sabía que este día me gustaba pasarlo solo en este lugar, el último lugar que visité con Dan antes de regresar a Londres y verlo morir.

Empecé a contarle la historia a Sugey sin ninguna advertencia. Cada palabra me liberaba de mi sufrimiento por instantes, era como si hablar de ello me fuera sanando, poco a poco, pero no por completo. Después de todo hablábamos de la otra mitad de mí ser.

Revivía cada memoria y los sentimientos seguían intactos después de todos estos años. Sentía que había hablado por horas pero apenas fueron breves minutos. Quería contarle de Bianca, la mujer infeliz que casi logra sanar mi alma, con mentiras, con la finalidad de poner las manos en el emporio de mi padre. Secuestrándome al ver que había descubierto sus verdaderas intenciones, pero el sabor amargo, solo contaminaría todo lo que le dije sobre Dan.

Sentí que solo habían sido unos minutos pero el tiempo volvió a hacerme trucos. Ya habían sonado las trompetas y Sugey tenía que irse. La ola de arrepentimiento me consumía. Me preguntaba si había sido demasiado vulnerable, si Sugey entendería que la consideraba parte importante en mi vida, todavía no tenía claramente mis emociones hacia ella. Por el momento solo era alguien especial, que me recordaba tanto a Dan.

Mi padre, le estaba poniendo especial atención a Sugey, después de elegirla como líder en el campo de entrenamiento en vez de serlo como me lo ordenó le causó curiosidad a mi padre. Él sabía que me interesaba en cierta manera. Pero el que tuviera el gen mutado había hecho que mi padre le pusiera especial atención…

SilencioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora