Silencio

Planum Australe

Planum Australe no aceptaba visitas y los casos de contaminación estelar, eran graves, y se trataban por lo menos 1 año marciano (que es aproximadamente 1 día y medio más que en la tierra)

En Phan o no les importa que expanda la contaminación estelar o tienen tratamientos más eficientes. O tal vez fue porque fue pronta la atención médica… Sea como sea esto no debe salir de mi mente.

El detective Ryota me dijo que la zona donde se encontraba mi estación estaba bajo cuarentena y que había sido de las únicas personas que habían sobrevivido a la contaminación estelar. Entendía que me mandaran tan lejos, pero que contaba con él para regresar al departamento de justicia.

No debía hacerme ilusiones, después de todo terminarían despareciéndome de los registros de personas activas muy pronto. La contaminación estelar solo era una distracción para que todas las personas que me conocieron no se sorprendieran de sucesos en el futuro.

De ahí me permitieron llamar a mis padres del centro de comunicaciones más cercano, era de madrugada en la Tierra, el sonido había despertado a Emma y entre sus chillidos y los movimientos que realizaban para calmarla, y sus caras desmadrugadas, plus la noticia que les daría, restaban puntos a mi valentía.

Papá se llevó a Emma y mamá respiró profundamente, ella sabía que empezarían a distanciarnos, yo lo sabía, mi papá también estaba enterado. Emma había dejado de llorar del otro lado de la habitación. Y papá se re integró a la conversación, empezó a decir que desde que me habían identificado con el gen huérfano se habían resignado a perder toda normalidad en la familia. Que nunca pudieron ser los padres que necesitaba por tantas reglas de crianza pero que necesitaba ser fuerte y creer en mis convicciones. No me habían traído a este mundo para ser controlada como a una pieza de ajedrez…

La comunicación se interrumpió, los del gobierno interestelar siempre estaban vigilando lo que hacía, después de todos los tratos especiales sabía que para ello no era más que una pieza desechable. Y ya no lo podían ocultar.

Regresé a Phan, y por primera vez el robot concordó conmigo. Hoy no me enlazaría, fingir todo el día sobre mi condición mortal solo hizo que me enfermara de verdad. Hoy podría soñar. Me sentía tan cansada y a lo largo del día tomé varias siestas. Todos los sueños fueron pesadillas, sobre traición y sobre el rostro de la criminal, todavía no tenía todas sus facciones y me empezaba a obsesionar, no había estado en ningún caso tan traumante. Nada de información a priori.

El robot seguía haciendo el mantenimiento del ansible. Era el 3er día consecutivo que mi cuerpo presentaba enfermedad, el robot no encontraba nada de malo en mi cuerpo físico. Llamé a emergencias y se tardaron horas en llegar.

Los estudios no mostraban anomalías en mi sistema inmunológico. Al regresar a mi estación, el detective Mosfet me esperaba y no venía sólo. Un señor lo acompañaba, se me hacía familiar. Pero no podía carburar me sentía muy mal.

El detective Mosfet me presentó con el Doctor en creador de ansible, Edwin Heffet que había sido descongelado (también un huérfano) para ayudarme con mi problema de salud. Era una reacción común a la exposición prolongada a la conexión con el ansible, se presentaba en los Huérfanos en las primeras conexiones.

No desaproveché la oportunidad y quería una respuesta a la sensación de dolor al entablar la conexión. El doctor Heffet tenía una teoría, la cual decía que nadie podía comprender la conexión con los ansibles al 100 por ciento, y que temía que el ser humano no podría tener el control de los ansibles por tiempos prolongados. Mucha información se manejaba y el cuerpo humano solo resistía hasta cierta información.

Tal vez mi cuerpo sentía dolor por la sobrecarga de información, así que el Doctor Heffet me recomendó bajar las horas de exposición. El detective Mosfet no estaba contento con la recomendación. Después de todo querían cerrar el caso VoidLapse lo más pronto posible. Esto solo retrasaría el juicio de la criminal.

Programé nuevamente al robot, descansaría 4 horas y después el robot me enlazaría. El detective tuvo que sucumbir a las recomendaciones, y me asignó actividades para mantener en funcionamiento a la nave Phan. Lo que significaba más trabajo.

Estaba soñando con la última conversación que tuve con mamá y papá. No soy un peón y esta no era la vida que ellos querían para mí. Nunca había pensado en que ser huérfana me quitara toda libertad, me había creído la mentira. Tenía que poner en orden este caos, empezaría por darles lo que querían, los recuerdos de la criminal.

Al final no había superado mi crisis existencial, al menos no todavía.