Silencio

faltaban

Ella

Faltaban pocos recuerdos que mandar, sentía toda la presión, es decir no había encontrado nada que hablara de algún crimen, porque eso es lo que querían que encontrara, ¿no? Solo había encontrado que su vida cambió por culpa de un gen mutado, el mismo que la había separado de su familia, que el actual líder de la raza humana la había conocido, o al menos la persona original ya que el gobierno interestelar era regido por nada más y nada menos que por Vector Lester, el clon de Phil. Completamente idéntico.

La guerra que se veía venir era la “Guerra del Caribe” que fue a finales del siglo XXI. En donde toda Centro América había sido repartida entre Brasil y  México. Jamaica había quedado completamente destruida. Después de todo ese caos se creó la Unión Latina, la tecnología espacial empezó su auge. Empezaron a mandar equipo a lo largo y ancho de Marte, creando una atmosfera y una biodiversidad que tardó siglos en ser propicia para que los seres humanos pudieran residir. Pero en estos momentos  el 80%  del planeta Marte era habitado por la raza humana. 30 billones en un planeta. En la luna había 15 billones y el resto residía en la Tierra.

En la Tierra, solo ciertas personas podían vivir ahí. Después de la Pandemia del siglo XXIX, que empezó en Corea del Norte y se dispersó por Asia y Europa, la gente saludable y con suficiente dinero salió del planeta Tierra a Marte y a estaciones cerca de ambos planetas. Fue ahí cuando empezó a colonizarse Marte. Se estableció el gobierno Interestelar, siempre dirigido por la descendencia de clones de Phil Lester. La Luna empezó a colonizarse en el siglo XXXVI y cada siglo permitían el acceso a nuevos habitantes.

Sin embargo no había nada sobre algún crimen que hubiera cometido. Tal vez al encontrar el por qué llevaron a D34 a los 4 integrantes de VoidLpase encontraría algo. No había podido encontrar nada sobre Jesse y Gracia. Era como si alguien poderoso hubiera borrado todo rastro de su existencia. El único que se me venía a la mente era Phil. Pero en ese momento no tenía el poder.

Al final como cada día, repartía algunas órdenes para llevar y sin pendiente alguno me enlazaba a Sugey.