La Unión Latina

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Dalton

La Unión Latina estaba trabajando fuerte en desarrollar la tecnología del ansible y en que se aprobara la clonación para tener reservas del gen mutado. Si no se podía crear artificialmente era imperante que se conservaran los ejemplares que habían logrado mantenerlo intacto en esta generación.

Los estudios genéticos no eran alentadores, era como si este gen en especial estuviera condicionado a recuperar su forma original, lo que arruinaría la utilidad de la tecnología basada en el ansible.

Había esta temporada de paz, pero se avecinaba algo de mayor categoría. Estados Unidos de Norte América, Canadá y Rusia estaban desarrollando armas biológicas inteligentes. No estaban nada contentos de que no se les pidiera que apoyaran e invirtieran en los mechas, el Sr. Lester ya lo tenía contemplado, no sería fácil sobre todo porque en cuestión de temas y tecnología espacial Russia y Estados Unidos llevaban varios siglos encabezando la tecnología. Aparte ambos países tenían ideas que se contraponían a las del Sr. Lester.

Las potencias del norte tenían en mente una guerra bilógica, y viendo todo su desarrollo tecnológico, querían empezar a hacer armas biotecnológicas. Por suerte todavía no estaba disponible la información al público sobre la tecnología del ansible. Les hubiera facilitado su plan macabro, las potencias y países neutrales se mantenían al margen.

Eran uno de los principales objetivos, de las potencias del norte después de todo que estuvieran neutrales no era permanente, y el desarrollo de la tecnología en esos países podía ser de ayuda. Nuestros aliados apoyaban a la defensa de estas naciones neutrales pero consumían gran parte de su infantería en mantener la frágil paz día  a día.

Seguía sin encontrar rastro alguno del infiltrado, no había pruebas de que hubiera alguno, pero la información no pudo haberse filtrado tan fácil y precisa como lo hizo si alguien no estuviera comprometido.

Gracia había sido secuestrada mientras estaba en mi misión, no podía ser descubierto cuando estaba tras la pista de gente importante. Ya había descartado a los socios directos, pero eso significaba que necesitaba buscar en otras áreas. Estaba vigilando actualmente a los guardias que habían tenido libre ese día, tenía las sospechas de algunos científicos especialistas en la ingeniería genética que se reportaron enfermos durante los 6 meses o que habían viajado.

La pila de expedientes simplemente no disminuía. Era mucho trabajo para una sola persona, pero al ser el único de confianza del Sr. Lester, me impulsaba día a día, minuto a minuto, hacerlo por 2 años estaba agotando con mi paciencia, mi sanidad y mi salud.

Tantos viajes entre los dos hemisferios en busca de respuestas habían causado un caos biológico dentro de mí. Es por eso que cuando rescataron a Gracia no pude asistir, había puesto esa escusa… pero en realidad andaba en una batalla entre la vida y la muerte a causa de una tremenda influenza primaveral que atrapé cuando fui a Filipinas.

Después de agarrar fuerzas de nuevo, resumí mi investigación. Los países aliados me permitían accesar a la información que necesitaba, pero siempre vigilando, temía que alguien que fuera cómplice del infiltrado me delatara y arruinara todo esto, y pudiera escapar sin rastro alguno.

El Sr. Lester era el único con quien tenía contacto directo, siempre trataba de tener un bajo perfil, por el compromiso con mi misión y por mi propia seguridad, pero a veces era difícil por mis facciones y el color de mi piel.

Muchos se preguntaban si Gracia en verdad era mi hermana, y a todos les sorprendía saber que efectivamente compartíamos al mismo padre, ya que nuestro físico es completamente diferente, pero no podíamos separarnos por mucho tiempo. Como el yin y el yang.

Estas últimas generaciones eran más amables con familias interraciales, pero eso no evitó lo que pasó con Gracia y conmigo. Tal vez por eso el Sr. Lester tuvo tanto impacto, nunca juzgó nuestras raíces y siempre nos brindó su apoyo incondicional.

Tenía una gran deuda con ese hombre, y ni toda mi vida alcanzaría para devolverle el favor.

Todo este tiempo cuidando a Phil que tenía una tendencia a inmiscuirse en problemas con sus propios 2 pies, y los dolores de cabeza en cada situación ameritaban su amistad. Cada momento con la familia Lester ameritaba los duros entrenamientos y la fatiga por el enlace y las prácticas con el A-log. Cada segundo valía la pena.

Ninguno de los sospechosos era responsable. Así que pensé que tal vez el/la o los culpables podían ser los más comprometidos con el proyecto. Así la lista se reduciría significativamente y hasta podría ser fructífera, siempre hay que pensar en todas las posibilidades y hasta ahora me resultaba más que obvio, si hace 2 años hubiera sabido que no encontraría nada…

Sólo había un par de personas que tenían coartada en los días con mayor sospecha, tanto para cuando secuestraron a los chicos la primera vez y cuando los encontraron en Chechenia, el doctor Heffet y su asistente Erika.

Cuando Gracia estaba sana y salva me lancé para festejar su cumpleaños y el fin de la guerra, era un evento que no podía perderme en la vida.

Luego vino su boda, y fue el día en que con más orgullo pude decir que Gracia era mi hermana pequeña, amenacé de muerte a Eneko si la hacía sufrir o la hacía infeliz y muchas otras cosas, que decía de verdad.

Ya le había dicho a mi hermana pequeña de quien sospechaba, quiénes eran los traidores, pero le pedí que no hiciera nada hasta que encontrara pruebas irrefutables. Y también para que no se expusiera a algún peligro por mi culpa, bastante había tenido con los horrores de la guerra sobre todo cuando experimentaron con su esposo Eneko.

No paré hasta dar con las pruebas que el Sr. Lester me pedía. Fue agotador, pero las pude juntar.

Ahora mismo estaban en mis manos las pruebas irrefutables de que habían sido ellos los traidores.

Acababa de salir de una ducha, y ya estaba cambiado y estaba arreglando mi peinado, cuando escuché que habían traspasado a mi departamento en Suecia. Agarré la primer arma que vi para defenderme, un bat de aluminio.

Al salir y ver a Eneko hizo que bajara la guardia después de todo era el esposo de Gracia, y era alguien conocido. Me dijo que había sido enviado para escoltarme de regreso que alguien me había delatado y que pronto vendrían a matarme.

Si tan solo hubiera seguido a mi instinto… pero no lo hice al darme la vuelta para ir por las pruebas caí al suelo, el dolor vino después… cuando sentí un dolor agobiante en mi muslo derecho, al llevar mi mano a mi pierna no la sentía donde debería de estar. Sentí un dardo en mi pecho que me hizo ver las cosas borrosamente, veía mi pierna que ya no estaba unida a mi cuerpo.

Eneko estaba buscando algo por todo el departamento, estaba confundido, que es lo que estaba pasando, acaso estaba soñando, pero parecía tan real, el dolor era inhumano, ya hubiera despertado del sueño si lo fuera…

Empecé a tener frío y empecé a ya no sen…

SilencioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora