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Phil

La habían atrapado, traté de mantenerme al margen de la situación, evitar verla. Sabía que estaba pasándola muy mal. Pero si me arriesgaba y la visitaba, ellos sabrían que había sido yo quién la había ocultado. Y nunca más podría intervenir. Tenía que buscar el momento ideal, la forma adecuada de sacarla de este embrollo.

No me podía fiar de Dalton. Los CCTV’s de ese día revelaron que Dalton se veía seguido con mi padre. Sabía que era un futuro integrante del escuadrón de mechas, yo mismo lo había recomendado a mi padre. Habíamos sido amigos desde que tenía memoria. Pensé que podría confiar en él, pero me equivoqué, seguía teniendo un poco de fe en que nuestra amistad seguiría… después de todo no le había dicho a nadie y no me había insinuado nada sobre Sugey.

Pero debí suponer que no era de entera confianza, después de todo era hermano de Gracia. Sabía los problemas de personalidad que ella tenía, pero sus habilidades eran excepcionales y por eso mi padre le pidió que me cuidara en ese viaje a Asia.  Sabía que la lealtad de Dalton no era hacia nuestra amistad, sino que más bien era la forma de demostrar gratitud a mi padre, después de todo mi padre lo salvó, a él y a su hermana de ser vendidos en pequeños trozos. Ambos eran el colateral de las deudas de sus padres, no podía imaginar tal crueldad.

Mi padre estaba expandiendo C.C. a Europa. Había quedado de ir a comer con él, yo estaba en Italia y él en Alemania, era un viaje relativamente corto. Fui al lugar que le indicó a Dalton, pero algo parecía estar fuera de lugar.

Entré a un gran bunker, las luces estaban apagadas las paredes estaban iluminadas con flechas a seguir. Caminé hacia donde me indicaban las flechas. Era un laboratorio, o algo parecido, el reflejo de las luces rebotaba en piezas de vidrio.

Seguí caminando y encontré a mi padre viendo hacia una pared, la habitación estaba iluminada. En el mismo cuarto había algo grande cubierto. Mi padre me exhortó a que develara lo que estaba oculto debajo de esa manta. Así que lo hice.

Había dos cuerpos contenidos en una sustancia verde burbujeante, un gel. Mis ojos casi se desorbitan al reconocer las caras de esos cuerpos. Mi madre y yo. De la impresión  di un salto hacia atrás y caí al suelo. Mi trasero lo resentiría al día siguiente.

Mi madre había muerto cuando yo nací, complicaciones de parto. Yo estuve a punto de morir, pero respondí al tratamiento después de muchos intentos.

Era uno de los secretos de mi padre. Sus ojos se llenaron de lágrimas empezó a decirme que hace 27 años que empezó este proyecto. Y después de tanto tiempo vería si había valido la pena.

La clonación era estrictamente ilegal, solo los tejidos y algunos órganos eran permitidos pasar por ese proceso. Y que el proyecto tuviera mi edad, hacía las cosas peor. No importaba cual fuera tu estatus, si cometías este crimen en específico, clonar a un ser humano, aparte de que sería una noticia mundial, la muerte por electrocución era inmediata, sin derecho a juicio.

Los clones no eran considerados seres humanos y por lo tanto no tenían derechos ni obligaciones, los primeros clones que existieron estaban por encima de la ley. Un grupo de radicalistas los exterminó y de ahí se prohibió su creación hasta que se regularan las leyes, cosa que jamás se hizo. Y ahora mi padre podía ser ejecutado en cualquier instante.

Ahora sabía por qué mi padre quería empezar un nuevo régimen. Nuevo régimen nuevas reglas del juego.

Pero esa no era la única sorpresa del día. Nos dirigimos al sótano. Y al dar la vuelta Jesse apareció. Fue un encuentro sorpresivo. Yo pensaba que Jesse estaría de regreso en su casa. Era obvio que no había sido así.

Jesse se veía muy cansado, las bolsas en sus ojos y su barba de días no le ayudaba mucho en parecer una persona funcional. Tardó en reconocerme, después de todo solo me había visto en el onesie color gris, y con camisa y pantalón…nunca casual. No olvidemos mi flequillo distintivo.

Al hacerse a la idea de que ahí estaba, se abalanzó sobre mí, estaba dispuesto a esquivarlo pero solo lo había hecho para abrazarme. Se me había olvidado lo touchy que podía llegar a ser. No paraba de hablar y los demás trabajadores quedaron asombrados. Después supe que él no hablaba con nadie más que consigo mismo. Lo cual no comprendía, cuando lo conocimos era de esas personas que no se callaba.

En fin, me pidió que lo llevara su casa y que había gente que lo asustaba. Seguridad lo separó de mí, y bueno no podía hacer nada al respecto. Les pedí que lo dejaran en paz, y lo soltaron. Le prometí regresar a platicar con él, no tenía el poder de sacarlo de ahí. Mi padre prosiguió y me enseño una colosal nave espacial. Bueno no sé si era colosal para ser una nave espacial…

Mi padre había compartido todo esto por alguna razón. Más tarde desconectó a los clones y cobraron vida. Los vistieron con onesies morados y le hicieron unas pruebas. Cuando al fin los vimos…

No solo eran clones, mediante la tecnología del ansible y la genética era una copia exacta. Mi madre o mejor dicho su clon, vio a los ojos a mi padre y lo atacó, mi padre cayó al suelo y se desmayó. Corrí hacia él para ayudarlo y lo mismo mi clon. El clon de mi madre salió corriendo y se suicidó.

Ella corrió al vacío donde se encontraba la nave espacial y antes de aventarse gritó que no la volviéramos a traer o lo lamentaríamos. Mi padre ya estaba consciente y lo escuchó todo. Se le llenaron sus ojos con lágrimas. Los científicos estaban en la otra habitacióny al escuchar el disturbio entraron corriendo a la habitación donde nos encontrábamos, mi padre, mi clon y yo.

Uno de ellos se asomó por el barandal y mediante su walkie-talkie corroboró la muerte del clon. Luego recordé algo, pero no era mío. Miré a los ojos a mi clon, y me preguntaba si era algo que él había vivido…y él respondió en mi mente que sí.

El clon de mi madre, había agarrado pluma y papel del estante y escribió algo. Le dio el papel a mi clon pidiéndole que lo leyera después. Sacó el papel de su manga derecha y podía ver lo que él estaba viendo al instante, tan claro.

Phil te amo, tienes que saber que el cuerpo de tu clon es especial lo descubrirás pronto, también lo amo y lo nombré Vector. Lamento partir de esta manera pero así debieron ser las cosas desde un principio. El siglo XXXVIII es importante todo se acabará. Los amo.<3 xoxoxo

Mi mente estaba revolucionando a 1000xhr qué significaba todo esto, pero una cosa era evidente, no podíamos decir que de cierta manera mi clon era yo mismo. Iba a ser difícil no decir las cosas que pensábamos… que yo pensaba… pero era un común acuerdo. Los científicos me separaron de mi clon. Le harían más pruebas.

Mi padre estaba llorando, después de tanto tiempo esperando la edad exacta en que mi madre me tuvo para traerla a la vida y la había perdido por 2ª vez. Yo esperaba que fuera la última vez que mi padre la traía de donde quiera que ella estuviera.

En mi mente todavía estaba debatiendo que decir. En que pensar, veía lo que mi clon veía y muchas veces casi caigo por las escaleras hacia el sótano donde se encontraba el cadáver de mi madre.

Mi padre sacó una pequeña botella de licor de su traje y un encendedor de su porta cigarrillos, vertió el licor en su boca, sacó uno de sus cigarrillos y lo prendió. Así estuvo contemplando el cuerpo de su compañera. La camilla llegó y fue incinerada…como mi madre real... otra vez.

Dalton no se había movido ningún centímetro de donde quedó cuando entré al bunker. El entrenamiento que él practicó toda su vida para ser un militar lo había dejado con hábitos. Recordé que tenía que ver a Jesse antes de irme. Corrí hacia donde lo habían llevado tras el incidente. Ahí estaba sentado, sin expresión alguna en su rostro… mirando fijamente un punto cualquiera en el espacio de la habitación.

SilencioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora