Estaba

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Ella

Estaba enlazada, el dolor cesó más rápido que de costumbre, eso o ya estaba acostumbrada a sentirlo. Estaban haciendo pruebas matemáticas, geografía, se veían complejas, sobre todo por la carencia de aparatos que simplificaran toda esa información. Estaba presenciando de primera fuente cómo se usaba el grafito sobre el papel. El olor a madera y carbón y el sonido al escribir, inigualables. Ella estaba tan calmada. Como si esta presión no existiera.

Saliendo de las pruebas intelectuales caminaron por un pasillo largo. Había como 13 personas y todos eran hombres. Alguien le tocó el hombro, era otra chica, sonreía de oreja a oreja medía como 1.50mts, cabello corto y rubio, sus ojos eran color esmeralda.

Caminaron lado a lado y era definitivo tenían que dejar sus ropas de civiles para usar un onesie color gris. Con una gran etiqueta con nombre, supongo que una especie de personalización. Las chicas estaban calladas observando, los muchachos se quejaban de la ropa que llevarían por 2 meses. O porque ellos mismos la lavarían.

La fila se acortaba y era el turno de ella, por suerte había de su talla, solo alcancé a ver el inicio de su etiqueta… Su, me acercaba cada vez más a descubrir la verdad, la otra chica se llamaba Gracia al salir de la fila se miraron a los ojos sin decir nada. Y cogieron unas botas negras lijeras difícil de moldear.

Podía ver el reflejo de la silueta de la criminal en los ojos de Gracia. Pero no distinguía los detalles de su rostro. Su cabello era ligeramente voluminoso, tenía caída, no como el de Gracia que era plenamente lacio.

Escucharon que quién había distribuido los onesies y botas los llevaría a los vestidores. Eran unas enormes cajas de lata con puerta pintadas de azul celeste tenían un icono con un muñequito, recorrió con la mirada la fila de vestidores y a su derecha lo vieron.

Se aliviaron al ver que había vestidores para mujeres, solo uno al final del pasillo, así que se turnarían. La chica rubia pasó primero a cambiarse. Tenían que usar el mismo vestidor y tenían que hacerlo rápido porque había 5 vestidores de hombres y ellos se cambiaban rápido.

Gracia salió en tiempo récord dejando un desastre en el interior. Su… juntó las prendas y las hizo una bola y la aventó hacia Gracia. Cerrando la puerta detrás de sí. No había ninguna superficie reflectante, pero pude ver su nombre, Sugey Itanice.

SilencioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora