veinticinco.

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Desperté en una habitación familiar, por supuesto, era la habitación de Valentín, escuché varias voces, todas, cerca de mí, el primero en acercarse fue él, mi novio.

-Amor, ¿cómo estás?- me preguntó

Sentí mariposas en todo mi estómago y le sonreí.

-Siento que he dormido horas.

-Solo dormiste unas dos horas. Mi vida, iré a comprar un poco de comida, te dejaré, Tomás estará aquí.

Tragué saliva, ¿porqué demonios me tenía que quedar sola con él? ¿porqué?

-Sí, claro, te quiero.- casi lo grité

Escuché como la puerta se cerró al mismo tiempo en el que mi corazón empezó a latir más rápido de lo normal.

-¿Puedo?- se asomó Tomás por la puerta

-Sí.- susurré

Escondí mi cuerpo dentro de las sábanas y me puse se lado, no quería ver esos bonitos y sabrosos labios y tampoco sus hermosos ojos café.

--¿Cómo estás?- muy bien, ya puedes irte

-Mejor, gracias por preocuparte

Nos quedamos en silencio, me senté y lo miré, se había quitado las gafas y las había dejado colgadas en suplayera blanca, se acercó sigilosamente a mi rostro y besó mi mejilla, después mi cuello y al final mis labios.

-¿Y Cielo?

-No lo arruines.- susurró

Su lengua se asomó entre sus labios y lamió los míos, abrí mi boca y dejéentrar a su lengua delicadamente, sus manos viajaron a mi rostro mientras el beso se hacía más apasionado, Tomás se encimó en mí y empezó acariciar mis senos, nuestras respiraciones se hacían cada vez más apresuradas.

-Dios mío, no sabes cuantas ganas he tenido de enseñarte cosas nuevas.- dijo sobre mis labios

Mordí mi labio, tenía muchas ganas de volver a tenerlo dentro de mí, pero no me atrevería, no quería hacerle esto a Valentín, pero mo deseo me ganó.

-Hagásmoslo rápido.

Sonrió coquetamente.

-Ahora te lo enseñaré lento y despacio, rico y delicioso.

Se acercó a mí, levantó sus manos para tomar mi rostro pero yo se las tomé de las muñecas impidiéndoselo, me miró confundido y entonces lo besé, prácticamente devorándolo, cómo había extrañado su sabor, su lengua desenfrenada moviéndose y frotando con la mía con la misma desesperación que yo, rompí el beso.

-Hoy tienes que enseñarme a controlarte.- le pedí

-A nadie le enseño eso, dulzura.- dijo mirándome fijamente y acariciaba mi rostro delicadamente

-Entonces a controlar a los hombres en el sexo.

-Bien, tengo algunas ideas.- me guiñó el ojo y volvió a besarme

Mis piernasse enredaron alrededor de su cintura, alcé los brazos y me quitó la blusa, besó mi busto y empecé a desabrochar su pantalón, lo estábamos haciendo lento, muy lento, pero eso hacía que deseáramos más uno del otro.

Volví a besar sus labios, le quité la playera, empezó a jugar con mis shorts y de repente me levantó para quitarlos y solo dejarme con mi ropa interior, me recostó en la cama y se alejó de mí.

-Cambiemos de lugar, ten control sobre mí.

Alcé la ceja y lo miré con recelo, éste hombre quería que tomara el control de verdad.

Me levanté de la cama y lo tomé de la mano cuando estuve cerca de él,  bajé sus pantalones, toqué su miembro, lo extrañaba, extrañaba tenerlo así, desnudo, entregado a mí.

Le d vuelta y lo aventé a la cama, se sentó y me sonrió, me quité el sostén frente él y después las bragas, lamió sus labios y me recorrió con la mirada, le sonreí coquetamente y me acerqué a él, puse sus manos en mis piernas y después me senté sobre su miembro, disfruté la deliciosa sensación de tenerlo dentro de mí una vez más, empecé a moverme en círculos encima de él y después de arriba hacia abajo, él solo acariciaba mi espalda y echaba su cabeza hacia atrás.

-Más rápido.- me pedía, pero no podía más rápido, me gustaba lento y suave

Cuando estuvo algo exhausta de moverme solo me separé de él y me recosté boca abajo sobre la cama.

-Te toca a ti.- le dije

Sentí cómo sus manos acariciaron mi trasero y se acercaba más a mí.

Sentí la primera embestida y solté un gemido, pegué mi rostro a la cama y seguí sintiendo más cada una de las metidas y sacadas de su miembro dentro de mí feminidad, lo disfruté, la manera en que dejaba dentro de mí y después la sacaba para después regresar a estar dentro de mí y volver a salir una vez más.

Tomás me dio vuelta sobre la cama sin sacar su miembro de mí, me puso boca arriba frente de él y empezó a moverse dentro y afuera de mí nuevamente, acaricié su abdomen y empecé a respirar todavía más rápido, sentí que me venía, que me venía todavía más rápido, sentí que me venía, fuertemente encima de él, pero luego se escucharon pasos cerca, muy cerca, Tomás abrió los ojos cómo platos y se salió de mí inmediatamente.

-¡Carajo, es Valentín!- exclamé

Tomás dio un brinco fuera de la cama y recogió toda su ropa, me aventó la mía y él se metió al baño mientras yo me ponía mi ponía las bragas y mi blusa sin sostén debajo, escondí el sostén debajo de la cama y luego me metí el short por las piernas, me aventé a la cama y prendí el televisor, acomodé mi cabello y limpié todo rastro sudor en mi frente, actúe normal y espere a que Tomás saliera a tiempo del baño, pero no lo hizo.

-¡Traje algo de comida!- gritó Valentín cuando entró

-Gracias, amor.- pretendí estar emocionada

-No hay de qué.- entró a la habitación -¿Y Tomás?- preguntó mientras lo buscaba

-En el baño.

-Uhm, ¿porqué no usó el otro?- preguntó confundido

-Es que estábamos viendo un programa y le dio algo de flojera ir al de la sala.

-Oh.

Valentín se acercó a mí y empezó q besarme suave y delicadamente.

-Te quiero, preciosa.- dijo separándose de mis labios

-Yo a ti.

Alguien tosió, nos dimos cuenta que era Tomás quien había hecho eso, cuando nos separamos y lo vimos al pie del escalón del baño mirándonos, me hizo un gesto de "casi", lo ignore y solo abracé a Valentín por el cuello.

-Bueno, vamos a comer.

Y una vez más, me sentía asquerosa.


Sex Instructor | C.R.O | TERMINADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora