treinta y tres.

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Me había dicho que me quería, Tomás Campos había admitido que me quería, sonreí de manera que me dio pena, me dio vergüenza.

-¿Qué?- pregunté asegurándome de lo que había dicho

-Te quiero.

-¿De verdad me quieres?

-De verdad te quiero.

Y supe en ese momento que no quería escuchar más, solo eso, me conformaba con esas simples palabras salidas de la boca de Tomás, lo abracé por el cuello acercándome a su cuerpo, él hizo lo mismo y sentí el calor de su cuerpo viajar hasta el mío de una manera realmente espectacular, ya no quería nada más, ni siquiera respirar, Dios mío, Tomás me quería y lo había admitido.

-Tengo que preguntarte algo.- dijo alejándome de ese rinconcito en mi cabeza que me recordaba lo feliz que era

-Dime.

-¿Haz estado cuidándote?- preguntó con cara de espanto

-Pastillas, claro. ¿Porqué?- pregunté insegura

-No quiero que quedes embarazada, no estoy listo para cargar un problema todavía.- dijo con tono seco

Sentí un golpe horrible en el estómago cuando dijo eso, aunque mo había por qué, no pensaba tener hijos con nadie por el momento, y si lo hacía, era Segur o qué aportaría, no me quedaría con un bebé apenas teniendo dieciocho.

-Bueno, estoy algo cansado, ven.- dijo señalando su regazo

Me aventé a su cuerpo con delicadeza quedando atrapada entre sus brazos musculosos y su pecho marcado, acaricié la línea que se le marcaba justo debajo del ombligo.

Mordí mi labio inferior y subí la mirada para encontrarme con la de Tomás.

-¿Me das un beso?- le pedí como niña pequeña, negó con la cabeza

-Tú dámelo.- reclamó

-No.- hice un puchero le saqué la lengua

-Ah, vamos, no seas orgullosa y dame un beso.- bufó

-Dámelo tú.- paré la trompita esperando a que sus labios tocaran los míos, pero en lugar de eso, sentí sus labios en mi frente.- Más abajito.- le pedí, casi implorándole

-¿Ahí?- me dijo dándome un beso en mi nariz

-Un poco más abajo.- cerré mis ojos

Ahora sus labios besaron la comisura de mis labios.

-¿Ahí está bien?- preguntó

-Vamos, sé que tienes mejoe puntería

Escuché una pequeña risa.

Y entonces sus labios tocaron los míos, frenéticos y deseosos, los míos fueron devorando los de Tomás con lentitud, pero bastantes movimientos que invitaban a Tomás a seguir.

-Oye... ¿Sabías que hoy tienes que ir a la escuela?- dijo sobre mis labios.

-¿Enserio? Yo no siento como siento como si fuera lunes.

-Créeme, lo sentirás en un rato.

Dejé de besarlo y me recosté en su regazo, no quería separarme de él.

-¿Quieres que durmamos un rato y te despierto a las 6 de la mañana para llevar a tu casa para que puedas...?

-¿Puedes callarte?- le pedí algo desesperada -Estoy disfrutando del calor de tu cuerpo y el sonido de tu corazón, no me interrumpas.

Cerré mis ojos y me perdí en el tamborileo del corazón de Tomás, simplemente caí en la inconciencia y no supe nada más de lo que había quedado en esa cama, en ese momento tan precios o más que el recuerdo. Había disfrutado de un buen sueño cuando a Tomás se le ocurrió despertarme a besos a las cinco de la mañana para que fuera a mi casa a ducharme y alistarme para la escuela, insistí mil veces en bañarme en su pent-house, pero dijo que no quería quitarme la privacidad de desvestirme en la bañera.

-¿Lista?- bajo el celular y se acercó a mí.- Te pusiste falda...- murmuró

-Solo para ti.- besé sus labios y me aparté de ellos de inmediato

-Tu boca sabe muy bien.

-Nuevo enjuague bucal.- reí mientras me acercaba a la puerta de la entrada

Me subí al auto de Tomás, a ese hermoso Audi que me había presumido desde el momento en que lo conocí. Acomodé mi falda cuando me senté de una manera que fuera tentadora para Tomás, que al mirar su posición le dieran ganas de meter su mano y hacerme suya una vez más, pero a pesar de eso, no lo hizo, y debo admitir que apuntó todo el camino como todo un caballero.

-¿Entonces?- preguntó inconcluso

-¿Qué?- le dije

-¿Quieres ser mi novia _____?- preguntó con un brillo en los ojos

-Creí que ya había quedado claro.

-Bueno, quería asegurarme.- sonrió inocentemente

-Te quiero, amor.- Me acerqué a sus labios y los besé una vez más antes de bajarme del auto e irme a la agonizante y aburrida escuela de nuevo.

-Hey, ¿a dónde vas?- dijo antes de que me pudiera abrir la puerta del auto

-¿A la escuela?- dije con sarcasmo

-Tiene que esperar a que estacione el auto para acompañarte hasta la puerta.- reclamó

-¿Es en serio?

Sonrió de esa manera que me encantaba.

Avanzó con el auto hasta un lugar vacío, cuando lo encontró tomó mi mochila que llevana en las piernas y se la colgó en el hombro, bajo del auto dirigiéndose a mi puerta, tomé un poco de aire esperando creerme lo que estaba pasando.

Tomás abrió la puerta de mi lugar y me invitó a bajar, lo hice con tanto cuidado que me dieron escalofríos, me repetí internamente que no era un sueño y respiré hondo antes de aceptar a tomar la mano de Tomás que ya estaba ofreciéndomela cuando bajé del auto.

Le dediqué una sonrisa enorme, de esas que difícilmente salían de mí boca desde que había estado con Valentín, solo lo miré a él en todo el trayecto hasta la entrada, no quería ver a nadie más. Él era mi mundo ahora, era mi fantasía, mi sueño hecho realidad.

-¿Te importaría si paso a recogerte en la salida?- me preguntó ofrenciéndome la mochila en mi hombro delicadamente

-No.- sonreí

La mano de Tomás tocó mi mejilla y besó mis labios tan suave que me sorprendió, estaba siendo realmente amoroso, sentí la mirada de varios ojos encima de Tomás y de mí, que por un momento, no quise apartarme de la boca de Tomás, pero tenía que hacerlo.

-Te veo luego entonces.- dijo finamente -Te quiero, preciosa, disfruta tú día.- volvió a besar mis labios antes de dejarme ir

-Te quiero.- repetí después de la separación de nuestros labios

-Vamos, entra.- me invitó

Seguíamos casi pegados el uno del otro, volví a besarlo por última vez y me di vuelta para decir con mi camino, miré atrás y ya se había ido, y Valentín estaba frente a mí, Me dedico una sonrisa deprimente y siguió en su camino, deseé poder haber corrido e irme en ese intanste, el mejor amigo de mi novio acababa de darse cuenta que estaba saliendo con su mejor amigo.

Sex Instructor | C.R.O | TERMINADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora