Sex Instructor | C.R.O | TERMINADA

diecinueve.

Una, su voz era inconfundible, dos, mis piernas comenzaron a temblar, tres, tengo que admitir que era nada desagradable que Tomás quisiera hablar conmigo.

-¿Qué quieres?

-Hablar.

-Estamos hablando.

-¿Qué es lo que te pasa?- preguntó algo frustado

-No quiero más esas clases, creo que está bien por ahora, agradezco que te interese, pero solo para eso me quieres.

-¿Se supone que te tendría que querer por otra cosa?

Una lágrima se derramó por mi mejilla.

-Eres tan cruel.

-¿Cruel yo? Te recuerdo que fuiste tú quien quiso que la desvirgara, todo esto es tu culpa, de nadie más.

-¿Mi culpa?- bufé -¡Dios mío Tomás! Deberías de dejar de echarle la culpa a quien se te atraviese, sigue tus reglas y no hables conmigo ni me busques y ni siquiera me mandes a espiar. ¿Crees que no me di cuenta que me espiabas? Madura Tomás.

Le colgué, estaba realmente enojada con él, enojada por el hecho de que sintiera cosas por él más rápido que cualquier otra persona, incluso más rápido que Valentín. Tal vez fue por el hecho de que tuve mi primera vez con él, o que fue el primer hombre que me dijo que era hermosa.

-¿Todo bien?- preguntó Alexander aún mirando el camino

-Sí, son solo unos problemas.. familiares.

-Tomás es tu...

-Primo.- completé la farsa

Recargué mi cabeza en la ventanilla y empecé a tararear una canción.

-Yo.. conozco esa canción. ¿Puedes cantarla? Necesito saber de quién es.

-Como tú, se llama Como tú, es de León Larregui.- le di a conocer

-¿Te gusta León Larregui?

-No es secreto, Alexander, cuando éramos pareja solía cantar muchas canciones de él.

-A veces se olvida, _____.

-Sí, lo sé.

Miré al otro lado de la ventanilla, las estrellas parpadeaban y el viento soplaba haciendo que los árboles bailarán, solté un suspiro.

-¿Qué pasó _____? ¿Porqué quisiste que te ayudara?

Me removí en el asiento intentado cubrir mis piernas con las mangas de la sudadera, al parecer se dio cuenta así que estiró su brazo hacia los asientos de atrás y me dio una sudadera verde de algodón.

-No es algo que te interese.- dije con tono violento

-Bueno, sé que cuando pueda recuperar tu confianza, aun lo que ha pasado entre nosotros podrás decirme, y cuando llegue el momento, te apoyaré cómo me sea posible.

Y de repente sentí ese feo vacío en el estómago, ese que te retuerce las entrañas y no te deja respirar. Tragué saliva y estaba a punto de pedirle a Alexander que se detuviera, pero lo hizo sin intervención de mi parte.

-Dime que lo conoces.- susurró Alexander cuando vimos a un hombre bajarse del auto que nos cegaba con las luces de xenón.

-No alcanzo a ver nada.- le dije

Entrecerré los ojos para tener una mejor visibilidad de lo que estaba pasando, pero no alcancé a ver absolutamente nada. Bajé el vidrio y le dije algo que estoy que no siquiera yo escuche.

-¡Haz algo Alexander!- dije cuando el hombre empezó a acercarce al auto

-¿Hermano, necesitas algo?- le gritó asomando su cabeza por el vidrio. El hombre no dijo ni una palabra, solo siguió avanzando -¡Vamos hombre! Intento llevar a mi hermana a casa, está algo perdida.

Lo miré con sus ojos amenazadores.

El hombre no se detenía, solo nos miraba y se acercaba más, y de repente vi sus ojos café brillar a través del cristal. Abrí la puerta y bajé para enfrentarlo.

-¡Demonios Tomás! ¿Qué quieres?

-Ven conmigo.- me tomó del brazo y lo jaló, me solté de su agarre y escuché cómo Alexander se bajó del auto

-Hombre, no tienes por que tratarla de esa manera.- dijo Alexander mientras lo jalaba del antebrazo

-No es algo que te conciene Alexander, solo vengo a hablar con la zorra de tu novia.

-¿¡Qué!?- grité mientras empujaba a Tomás hacia atrás

-¡¿No es eso lo que él dijo de ti?! Pensé qué eras inteligente, ahora sé por qué me dejaste en la piscina, tenías asuntos que resolver con el marica de tu novio.

-¡Cierra la boca!- grité con voz entrecortada

Sentí los brazos de Alexander por detrás y meterme al auto, no sé qué le dijo a Tomás.

Llegamos a nuestro refugio y Alexander solo me abrazaba y me decía que todo saldría bien, pero no era así, todo iba de mal en peor.