veintinueve.

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-¿Dónde nos vemos?- preguntó al fin

-¿Conoces el pent-house de Tomás?

-¿Tomás? ¿Qué demonios haces en el pent-house de Tomás?

-¿Recuerdas que lo conozco gracias a mi padre?

-¿Está él contigo?

-No, acaba de irse, pero tengo unas ganas increíbles de abrazar a alguien y no hay nadie por aquí.

-Bueno, te veo allá.

Colgué y mordí mi labio, supongo que no era buena idea andar fachosa si Valentín venía.

Me metí a la ducha lo más rápido que pude, lave cada milímilto de mi cuerpo, después de bañarme me puse una de las miles de batas de algodón que estaban en el estante del baño, me enredé en la bata y fui directamente al cuarto de huéspedes, cuando llegué a éste, abrió el armario y me encontré con cientos de vestidos atrevidos, Me coloqué la ropa interior.

-¿Busca algo señorita?- dijo una voz feminidad detrás de mí

Di un brinco del susto, me di vuelta y me encontré con una mujer alta, de cabello negro hasta la cintura, muy hermosa, traía puesto de esos uniformes que usan la mucamas de ahora.

-Oh, disculpe, creo que la espanté.- se disculpó

-No se preocupe.

-Oh, supongo que es una clienta del señor Campos.

Me quedé callada unos segundos.

-¿Ah qué se refiere?- pretendí no saber nada, era mi oportunidad para saber más de Tomás

-¿Usted no es una de esas jovencitas que el señor Tomás atiende... a solas?

-No, no sé de qué me habla, soy una trabajadora social, estoy aquí ya que el señor Campos me ha prestado una de sus residencias, pero al parecer me dejó hacer escala aquí por unos días antes de irme.- mentí -Pero... ¿sería tan amable de contarme que pasa con el señor Campos?

Al parecer la señora divagó un poco en decirme o no cosas de Tomás.

-Vamos señora... ¿cómo se llama?

-Angela.- dijo en voz baja -Para servirle.

-Yo me llamo _____.- entendí mi mano para que la tomará, ella, temerosa , lo hizo -____ Medina.

-Mucho gusto señorita.

Regresé a la habitación y empecé a rebuscar un vestido; estampado de flores y un escote muy discreto, pero sensual, me metí al baño y sequé mi cabello con la secadora lo peiné con unos pocos caireles y me maquillé un poco, solo un poco.

Me miré en el espejo, me veía realmente linda, inocente... nada comparado con lo que me había vuelto los últimos meses, el medio año que había pasado.

El sonido del timbre me sacó de mis pensamientos.

-Valentín.

Corrí escaleras abajo, descalza, estana emocionada y no sabía por que, Me acomodé el vestido casi antes de abrir hasta que Anegela me asustó, de nuevo.

-¿Cómo me veo?

-Muy linda señorita.

-Angela, puede irse, me gustaría aprovechar el tiempo que tengo con un amigo.

-Como lo deseé.

Respiré hondo y abrí la puerta, Valentín estaba frente a mí, con un ramo de rosas en las manos y un traje precioso que cubría el curpo, me miró con asombro.

-_____...

-Valen.

Tomé las rosas de sus manos y lo abracé, tan fuerte que estuve segura que dejaría de respirar en cualquier momento, pero no importaba, este día iba a ser perfecto.

Sex Instructor | C.R.O | TERMINADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora