El último día en el puerto fue el
más difícil, el más largo, el más
reconfortante, aunque igual, el más
triste. Como siempre, empezamos
con una ducha juntos, donde reíamos
pero también nos besábamos y nos
mirábamos fascinados.- Espero que tus padres estén de
acuerdo en que pases algún tiempo
conmigo, ya sabes, en las vacaciones
puedo mostrarte algunos lugares que
me parecen fascinantes. – dijo mientras nos salíamos de la ducha y nos enredábamos en las toallas de algodón blancas que nos dejaban las chicas que limpiaban la cabaña.Asentí con dolor. Hice un gesto de
disgusto y me salí del baño para tomar la última muda de ropa y metérmela por los pies y por la cabeza.- ¿Pasa algo, preciosa? - preguntó la
voz de Tomás detrás de mí.- No. – dije casi inmediatamente. – Es
que no puedo creer que la semana se
haya pasado tan rápido. Quiero más de esto.- Lo tendrás. - dijo mientras se pegaba
a mi cuerpo por la parte de atrás y su
mano se entrelazaba con la mía en esa
posición.Subió su mano libre y me tomó del
mentón para después acariciarlo con
sus labios. Bajó por mi cuello para
después darme la vuelta con su mano
y acariciarme el vientre desde la orilla de mis bragas hasta la parte alta de mi abdomen. Me acarició las caderas y después sobó mi espalda baja para dejar una de sus manos en mi trasero. Gocé tanto como pude.- El desayuno puede esperar, si así lo
quieres. – susurró con tono seductor.- Aún estoy en mi periodo. –mentí.
Tomás se separó de mí y me miró
de arriba abajo, admirando la casi
desnudez que presenciaba ante sus ojos.- Señorita Medina, debería ser un
pecado que ande con prendas tan
provocativas. – canturreó en ese tono
majestuoso, casi parecido al de un
hombre de color. – Si pudiera, te lo
haría aquí mismo.Mordí mi labio y lo acerqué a mí por
medio de su nuca. Lo besé con deseo
sin detenerme en ningún momento.
Tomás mordió mi labio y sentí como
su respiración iba en aumento. Me
empezó a encaminar lentamente hacía un sillón que estaba justo detrás de él. Tomás se sentó en el sin dejar de
besarme e hizo que me sentara encima de sus piernas a horcajadas.
Sentí su preciosa longitud chocar
contra mi feminidad y su cuerpo
deseado por más. Empecé a moverme
sensualmente encima de él sin parar de besarlo hasta que sus manos llegaron a mis senos y empezó a sobarlos bruscamente encima de mi sostén. Se sentía tan bien que no quería que se detuviera. Él siguió sobando mis senos besándome. Bajó su boca hasta mi cuello y empezó a besarlo y succionarlo de una manera descomunal. Comencé a gemir levemente.- Desnúdate. – ordenó la voz rasposa y
acelerada de Tomás- No puedo. – dije pegada a su boca.
- No puedo. – repetí algo enojada.
- ¿Pero por qué no? – exclamó Tomás
algo enfadado.- Te dije que estoy en mi periodo.
- ¿Qué tiene eso de importante?
- Tomás, no seas nefasto. – dije mientras me levantaba de sus piernas y me alejaba unos metros lejos de él.
Sentí sus pasos venir a mí mientras le
daba la espalda.-Me has dejado caliente toda la
semana, _____.- Entonces contrólate, ¿quieres? – puse los ojos en blanco y me encaminé al ropero.
Junté una blusita de tirantes con un
escote algo atrevido y unos jeans ajustados al igual que una jersey color
azul.- Joder, ____-- exclamó.
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Sex Instructor | C.R.O | TERMINADA
Fanfic"Se enseñan posiciones y tácticas para conseguir orgasmos. También lo que hago es cómo le gusta el sexo a la mayoría de los hombres." PRIMERA CLASE ES GRATIS. C.R.O Y TÚ HISTORIA ADAPTADA, TODOS LOS CRÉDITOS A LA CREADORA.