Ahora soy una vieja: pero la noche que llegué a Applewale House tenía trece años recién cumplidos. Mi tía era allí ama de llaves, y una especie de carricoche de un caballo bajó para recogernos a mí y a mi equipaje en Lexhoe, y subirnos a Applewale. Al llegar a Lexhoe me encontraba un poco asustada, y cuando vi venir al vehículo y el caballo, me dieron ganar de volverme otra vez a Hazelden, con mi madre. Cuando entré en el shay —que así solemos llamar a esa clase de coche— iba hecha un mar de lágrimas, y el viejo John Mulberry, el cochero, que era muy buen hombre, me compró un puñado de manzanas en El León de Oro, por ver si así me iba consolando; también me contó que había pastel de grosellas, y té y chuletas de cerdo, esperándome, todo ello bien caliente, en el cuarto de mi tía en la casa grande. Era una bonita noche de luna, y me comí las manzanas mientras miraba por la ventanilla del shay.
Es una vergüenza que unos caballeros disfruten metiendo miedo a una pobre niña ignorante como era yo. A veces pienso que, en realidad, lo hacen en broma. Pero el caso es que hubo dos de ellos sentados junto a mí en la diligencia que me había llevado hasta Lexhoe, quienes, después de caída la noche, cuando salió la luna, empezaron a preguntarme adónde iba. Bueno, pues yo les contesté que iba a servir a casa de la señora Arabella Crowl, de Applewale House, cerca de Londres.
—¡Anda, Dios! —dijo uno de ellos—. Entonces no durarás allí mucho tiempo.
Yo le miré como preguntándole: «¿Y por qué no?», pero no abrí la boca, ya que les había hablado una vez cuando les dije dónde me dirigía, y no me ha gustado nunca hablar con desconocidos.
—Porque sí —dijo él—; y por tu vida, no digas a nadie ni media palabra; más sin decir nada, no le quites ojo; mírala y verás: la vieja está poseída por el demonio, y también por más de un fantasma. ¿Ya te habrás traído una Biblia contigo, no?
—Sí, señor —dije yo, dado que mi madre había puesto mi pequeña Biblia en el baúl y yo sabía que estaba allí; y por cierto, aunque tiene una letra que es ya demasiado pequeña para mis viejos ojos, todavía la tengo en mi poder.
Al mirarle, cuando dije «sí, señor» me pareció verle hacer un guiño a su amigo, pero no estoy segura.
—Vaya —dijo él—, entonces que no se te olvide ponerla todas las noches debajo de la almohada, a ver si así te libra de las zarpas de la vieja.
¡Cuando dijo esto, me entró tanto miedo que no os lo podéis ni imaginar! Y me entraron muchas ganas de preguntarle un sinfín de cosas acerca de la anciana señora, pero yo era muy tímida entonces, y él y su amigo se pusieron a hablar de sus asuntos, y no me atreví; conque, al llegar a Lexhoe, me bajé muy asustada. Y me desesperé de miedo y de tristeza cuando me vi en el shay por la oscura carretera. Los árboles eran muy gruesos y enormes, casi tan viejos como la vieja casa, y algunos de ellos tenían un tronco tan gordo que apenas lo habrían podido abarcar entre cuatro personas.
Bueno, yo estiraba el cuello por la ventanilla para ver cuándo aparecía la casa grande; y, de repente, nos paramos en seco frente a ella. La casa era bien grande, ya lo creo, blanca y negra, con grandes vigas negras que asomaban, y torretas en lo alto, blancas como sábanas a la luz de la luna; y a las sombras de los árboles en la pared se les habría podido contar hasta las hojas; también tenía vidrieras con dibujos en forma de rombos, sobre todo en el gran ventanal del vestíbulo, y grandes contraventanas de estilo antiguo, abiertas hacia afuera; pero todas las demás ventanas estaban cerradas con cerrojo, debido a que no había en la casa más que tres o cuatro criados y la señora, y casi todas las habitaciones se hallaban cerradas también. El corazón se me salía por la boca cuando me dijeron que el viaje había terminado y que la casa grande se encontraba allí, delante de mí; dentro estarían mi tía, a quien nunca había visto hasta entonces, y Madam Crowl, a cuyo servicio iba a entrar yo, y que ya me daba miedo.
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Recopilación cuentos de terror
TerrorQue tal amigos, esta vez pensé en lugar de entregarles un cuento de terror, traerles en su lugar una recopilación donde les iré entregando diversos cuentos de terror de diferentes autores. Todos los derechos a estos mismos. Bueno espero los disfrute...