Tímido ─── lixjin

OO1 ; espías.

Pequeñas y cálidas gotas caían de los encantadores orbes del chico de cabello negro. A su costado se encontraba otro chico de cabello castaño, rodeando su cintura con uno de sus brazos y retirando las lágrimas delicadamente con su dedo pulgar.

Hace unos cuantos días, el pelinegro desaprobó una materia y cuando sus progenitores se enteraron, lo regañaron, no sólo por el hecho de llevarse una materia, sino por no haberles dicho antes.

Hwang era un poco sensible cuando alguien lo regañaba, ya que casi nunca lo hacían y cuando sucedía, lloraba y se sentía débil.

Cuando llegó a los brazos de su mejor amigo, JiSung, se echó a llorar en su hombro como siempre lo hacía en esas situaciones en las que estaba triste.

Por otra parte, una cabellera rubia se asomaba por la esquina de una pared, observando tristemente la escena. Deseaba ser él quien pudiese estár consolando a HyunJin por lo que fuera que estuviese llorando.

No le gustaba para nada verlo llorar, para él, HyunJin sólo merecía amor y felicidad. Si pudiera acercarse no dudaría en llenarlo de besos y abrazos, pero no, era muy tímido y torpe cuando se trataba de la persona que le gustaba.

──¡Felix! ──exclamó su amigo a sus espaldas, asustándolo y provocando que saltara en su lugar del susto.

──¡Me asustas, Minho! ──dirigió un golpe en su hombro como queja. Ladeó su cabeza un poco para observar reiteradamente al pelinegro a la distancia.

──¿Otra vez espiando a Hyunjin? ──cuestionó girando sus ojos algo fastidiado de la situación que siempre se repetía──. ¿No te cansas? ¿por qué no te acercas de una buena vez?

Volteó hacia él nuevamente, con los ojos abiertos exageradamente. ── ¿¡Estás demente!?

──Bueno... yo sí me acercaría, pero a su amigo. ──lo admiró desde la lejanía mientras mordía su labio inferior sin nada de disimulo.

──Eres un cerdo ──le dijo haciendo una mueca de asco al saber a lo que se refería su amigo──. Admito que es bonito, pero no supera a HyunJin.

──Ay vamos...¿no imaginaste alguna vez cómo sería tener sexo con él? ──preguntó sin pudor.

──¡No! ──exclamó enojado por las interrogaciones que le hacía su mayor──. Deja de preguntar esas cosas, mejor pregúntale a los tórtolos. ──dijo, refiriéndose a Chan y JeongIn.

──Están muy empalagosos, por eso vine aquí contigo. Vamos, Lix, deja de ser tímido por una vez y háblale, perderás tu oportunidad en cualquier instante. ¡Quizá el destino les tiene preparada una buena noche de...!

──¡Cállate, Minho! ──hizo un puño y golpeó su pecho con enojo. Su personalidad atrevida a veces lo tenía harto.

──Ay ya, no lo mencionó más ──blanqueó los ojos, diciéndose a sí mismo que su menor era un amargado──. Pero, oye...es verdad que quizá perderías una gran oportunidad si no te acercas a Hwang, en un futuro podrían ser novios y casarse, aunque suene irreal. Nada es imposible.

──O quizá ser sólo un amigo para él. Por favor, eso no sucedería ni en otra vida.

──Eres tan pesimista. ──bufó mientras se cruzaba de brazos.

El rubio no le respondió, sólo se limitó a observar al lindo pelinegro desde su "escondite". Él ya había dejado de llorar, o por lo menos eso creía Lee, aún así se alegró.

El australiano entró en pánico cuando el mayor casualmente dirigió su vista hacia donde estaban ellos, más aún cuando una ligera sonrisa de labios cerrados se dibujó en su rostro.

──¡He sido descubierto! ──gritó lo suficientemente fuerte para llamar la atención de los demás alumnos. Se echó para atrás, empujando a Minho y escondiendolos a ambos detrás de la pared.