~But I never worn white
So I'm standing here tonight~🥀 ☠️ 🥀
México estaba sentada sobre una taza de baño con una mano cubriendo su boca bastante nerviosa. Tallo sus ojos con la otra mano limpiando las pequeñas lágrimas que comenzaban a asomarse. Se levanto y se vistió nuevamente para salir del baño de mujeres.
Caminaba nerviosa sujetando su brazo. Se veía agotada, y no era para menos, tenía migraña desde el día de la boda. Llegó a su cama y se sentó a la orilla para tomar su cabello corto entre sus manos y cepillarlo con sus dedos. Sin embargo, las lágrimas salían sin parar de sus ojos.
Sintió como alguien se sentaba a su lado, seco sus lágrimas rápidamente y sorbio su nariz lo más silenciosamente que pudo. Oculto su rostro en su cabello.
—Nueva España, ¿qué tienes, princesa? ¿Por qué lloras? —el español acomodó el cabello de su hija por detrás de su oreja.
México se lanzó a los brazos de su padre, llorando sobre su hombro. España correspondió al abrazo y espero a que la chica hablara.
—Padre, yo... —sollozo—. Y-Yo... Estoy embarazada.
España, alarmado, abrió grandes los ojos de la sorpresa. No dijo nada, no quería arruinar el momento. Se aferro más al abrazo.
—N-No sé cómo pasó... Usamos protección y yo... —suspiró aguantando el llanto—. No lo quiero... Es decir, sí, pero no quiero que nazca en estos momentos...
España se separó del abrazo mirándola a los ojos sorprendido. México siempre había sido una mujer que apreciaba mucho a los niños, que los cuidaba con el alma. Y ahora estaba diciendo que no quería al pequeño o pequeña que crecía en su vientre. Realmente estaba sorprendido. Pensaba en miles de cosas completamente incrédulo.
—Nueva España, joder, ¿por qué dices eso, tía? —preguntó ahora con algo de intriga.
—No es el mejor momento para que nazca. Aún estando en un lugar seguro siguen entrando zombies. Esto nos pone en peligro a mí y a mi bebé.
—¿Ya se lo has dicho a Rusia?
México guardo silencio, pues sinceramente no había pensado en decirselo. España la abrazo, con lágrimas en los ojos porque ella no aceptará del todo a su futuro nieto. Beso su frente y acarició sus cabellos.
—Escucha, yo sí lo quiero, y no me gustaría que lo perdieras —suspiró tranquilo—. Y estoy seguro de que a Rusia también le gustaría tener a su pequeño entre sus brazos.
—Eso espero.
—México, sé lo mucho que os preocupa que vuestro niño nazca en un mundo apocalíptico —le sonrió con confianza—. Todo va a estar bien, no digas que no lo quieres.
—Pero yo...
—Imaginalo. Seguramente tendrá los ojos de Rusia y tu bella sonrisa —México río tímidamente—. No tengas miedo, tu marido siempre va a estar para cuidarte, y yo también. Y así vamos a cuidar a tu hijo. Tu no debes temer por nada, eres muy valiente, pequeña guerrera.
—Tal vez tengas razón —posicionó una mano sobre su pequeño vientre.
España le tomó del mentón para darle un beso en la frente. Le sonrió con confianza después de aquello y México correspondió con otra sonrisa.
—Tal vez debas decirle.
—¿A quién?
—A Rusia, no creo que esté bien ocultarle secretos.
—Claro que le diré, solo creo que debo esperar a que vuelva. Le encargue una sandía —sonrió tímidamente.
—Vaya, ya hasta tienes antojos.
(...)
Rusia estaba de vuelta en la tienda de muebles, cargaba una sandía sobre uno de sus hombros que había traído del exterior. La dejó sobre la mesa de noche y comenzó a partirla con su hacha. México llegó a su lado dando saltitos como una niña pequeña.
—Hola, Rusky.
—Привет, Мексика (Hola, México) —la saludó de vuelta.
—¿A que no adivinas que descubrí? —gracias a las palabras de su padre, se sentía más motivada, tanto así que quería darle las noticias a su esposo.
—¿Qué pasa? ¿Es algo malo? —preguntó luego de cortar un trozo de sandia y dárselo a su esposa.
—Pará nada, mi amor. Todo lo contrario. Yo... Eh... —traía un objeto entre sus manos, parecía un termómetro—. Toma.
Rusia lo examinó extrañado. Tenía un signo positivo, pero era todo. No decía que era y sinceramente lo aterraba. Parecía un instrumento médico. Rendido, solo sonrió tímidamente.
—¿Tienes fiebre? —tocó la frente de su esposa, que devoraba la sandía que le había dado su amado.
—No, pendejo. Dios, que inocente eres, Rusia —le arrebató aquel objeto—. Interpreta esto, toca la pancita, si está dura es criatura.
Rusia no entendía nada. Río nervioso y llevó sus manos a su propio vientre. México lo miraba con ternura, pensando «¿Con qué pendejo me case?». Guió las manos del ruso a su abdomen. Levantó la mirada con lágrimas en los ojos y una sonrisa que iluminaba su rostro. Algo pareció tener sentido dentro de la cabeza del más alto, pues este abrió grandes sus ojos.
—¿Vamos a ser padres?
—¡Si! ¡Si, mi amor! —la mexicana se lanzó a sus brazos en un abrazo.
Rusia correspondió. Las lágrimas resbalaban por sus mejillas. El de Ushanka lloraba de felicidad. Le agradeció miles de millones de veces a su padre por haber aceptado a México como aliada y dejar que la conociera. Gracias a ello ahora tenía la oportunidad de pasar su vida al lado de su amada y cuidar a su pequeño hijo en camino.
—T-Te amo, México... Te amo tanto...
—Aw, yo también te amo, mi hermoso poste de luz.
Permanecieron abrazados durante casi una hora, una hora donde Rusia no podía parar de llorar de la emoción. Estaba tan jodidamente feliz que no podía contenerse. Se encargaría de ser un buen padre, no, el mejor padre del mundo. Dentro de su cabeza se repetia que debía cuidar a su esposa a partir de ahora, no le quitaría la mirada de encima con tal de protegerla.
🥀 ☠️ 🥀
De aquí a dentro de un mes, veremos a una México embarazada. Justo ahora, me estoy enfocando en mis exámenes y en el capítulo que sacare por el día de la mujer. Así que, no me verán muy activa esta semana.
Sin embargo, me gustaría que me dieran ideas hermosas y tiernas para nuestra linda parejita mientras transcurre el embarazo de Mexi.
Ideas chingonas aquí UwU:
Ahora si, mis soldados, nos vemos en la próxima actualización UwU. Los quiero <3
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Арocalipsis [RusMex]
Romance» Actualizaciones: Miércoles y Jueves « Cuando un experimento falla y sale de control, Estados Unidos pone en peligro al mundo entero. Aquellas criaturas con piel verdosa escapan del laboratorio contagiando a todo ser viviente a su paso. Es tarde pa...