En Miraculous

8 - Sala de Descanso

Narra Eric

Sophie entró junto a Adrien arrastrándolo y ofreciéndole cosas, luego de un rato se fue con Nino, y Sophie se me acercó.

— ¿Todo bien? — preguntó.

— Todo perfecto. Solo hay un inconveniente. — me corrí haciendo ver una mesa donde estaban los hijos Agreste-Dupaing.

— ¡Emma! — gritó abrazándola.

— ¡Sophie! ¡Hola! — mencionó la rubia de ojos celestes — Lo siento por lo de Louis, se metió sin que me diera cuenta.

— Está bien... hizo sonrojar a tu padre.

— Jajaja... ¿puedo conocerlos?

— Podemos, querrás decir — dijo su hermano mellizo, Hugo, un azabache de ojos verdes, que sostenía a Louis.

— Podemos... — rodó los ojos.

Narra Sophie

Ambos hermanos tenían la misma edad que sus padres ahora, poseen el miraculous del gato (Emma) y la tortuga (Hugo).

— Si... por favor — suplicó Louis haciendo ojitos.

— Aww — dijo una voz que conocí al instante. — ¿Tú eres el mini Adrien? — preguntó inocentemente la ojiazul.

— Si, ese soy yo. — se bajó de Hugo — Hola, soy Louis, ¿y quién eres tú?

— Soy Marinette, un gusto Louis.

— Igualmente, ¿quieres jugar?

— Sería un placer.

Y se fueron a un rincón donde Louis tenía juguetes.

— ¿Esa era mamá? — cuestionó Hugo.

— Si, era más linda de lo que creí — dijo Emma.

— ¿Deberíamos preocuparnos por eso? — Eric señaló a Marinette que estaba con Louis pero también estaba una niña rubia de ojos celestes, Charlotte, la hija menor de los Kutzberg-Bourgeois.

— Creo que tal vez... — dije yéndome hacia ahí.

Cuando llegue estaban Marinette, Louis, Charlotte y Nathaniel. Me fije que en dos rincones que en uno había un Agreste que miraba curioso al niño, y  en el otro Chloe que miraba a la niña.

— Ehh... — miré hacia Eric que me miraba para ver a donde iba, le señalé a Adrien y entendió.

Me dirigí hacia Chloe.

— Hola Chloe.

— Hola — dijo de mala gana.

— Veo que miras mucho a la niña, se llama Charlotte, ¿quieres conocerla?

—... Bien, solo porque no tengo nada que hacer, Sabrina se fue con Max.

Narra Eric

Me fui con Adrien que estaba solo. Miraba a Marinette y al niño con curiosidad y ternura.

— Hola oxigenado — dije bromeando él me miró mal para después ver de nuevo a Mari — ¿Hablaste con ella?

— Lo intente pero no pude. — me dijo el ojiverde.

— ¿Y que pasó?

— Me iba a acercar pero Marinette se fue con el niño.

— Bueno, ve con ella y jueguen juntos con el pequeño. — le aconsejé.

— ¿En serio?