22 - Los recuperaremos

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Narra Sophie

Abrí mis ojos lentamente, vi a mi alrededor. Estaba llena de polvo a lo cual tosí un poco y no tenía mi traje. Me encontraba en una habitación negra y oscura (tipo cárcel) pero parecía ser de una casa abandonada o algo así. Me iba a parar hasta que sentí algo pesado en mis muñecas. Genial, cadenas.

Miré a mi lado y había un rubio que lo reconocí al instante, no tenía el traje. Estaba algo polvoriento por el lugar, también tenía cadenas y estaba algo golpeado.

— ¡Adrien! — grité tratando de ir hacia ahí. Pero eso no funcionó, quedé a un metro de él. — Adrien... ¡Adrien, despierta por favor!

Dije sacudiéndome para ir hacia él, aunque las cadenas no me lo permitían.

Luego de unos minutos, él despertó.

— ¡Por dios, Adrien! Te duermes, incluso cuando hay peligro. — exclamé enojada — ¡Eres peor que Nathaniel!

— No me compares con el tomate. Y tranquila, estoy bien.

Miré sus heridas, y las señalé.

— ¿Que te ocurrió?

Él las vio por unos segundos para volver a mí.

— Desperté antes que tú. Trate de escapar hasta que me di cuenta que estaba encadenado y contigo. Hay una ventana, — señaló detrás de él — ... pero no pude romper los barrotes con mi cabeza, ni mis pies.

Me reí por eso.

— Wow... eres más estúpido que Chat Noir.

— Soy Chat Noir.

— Lo sé — le comenté divertida pero después miré hacia abajo. — ¿Tú que crees que nos pase?

— No lo sé, a mí, mi padre me trajo.

— A mí me trajo Tari. — contesté con un tono molesto.

— Tranquila, saldremos de esta. Solo hay que esperar para que nos quieren. — miró su mano y volvió a hablar. — Es increíble que él me haya quitado a Plagg. No me imagino lo asustado que está.

— Si. Lo sé, tampoco tengo a Ariana.

Me toqué el cuello donde tenía mi collar con algo de nostalgia y suspiré.

— Si no tenemos miraculous, estamos más indefensos.

— ¡Dilo tú, señorita! — comentó — Te recuerdo que mi padre me llevó a esgrima, y además me sé otros deportes de educación física. Estoy en buena forma. Si te atacan o a alguien más, le partiré su cara.

— Gracias, Adrien — le sonreí. Pero de inmediato la borré — Ellos nos estarán buscando, ¿no?

— Conociendo a Eric, te está buscando en este preciso momento todo preocupado.

Me reí un poco ante eso, desde antes de que me enamoré de él siempre estuvo protegiéndome y siempre estuvo ahí. Esa es una de las cosas por las cuales me enamoré.

— Sabes... — lo llamé y me miró — se lo dije a Marinette hace unos días. — hice una pausa — Pero si me muero, dile a Eric que lo amo. — dije dramatizando un poco.

— ¡No seas dramática! — me mencionó a lo cual se me escapó una risa — Estarás bien, y se lo dirás tú misma.

Me sonrojé ante eso.

— Igual no sé si decirle. No quiero perder su amistad.

— Te entiendo, pero es imprescindible decir las cosas importantes, siempre.

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