En Miraculous

Especial: Hugo Agreste

Narra Hugo

Ocurrió hace unos cinco o seis meses lo de la batalla con mis padres. Luego de eso, Bunix nos trajo a casa y descansamos. Volvimos a la rutina normal, como siempre.

Hace tres meses me declaré a Emily, y al ver que ella sentía lo mismo que yo la hice mi novia. En estos meses me alegre un montón.

Abrí mis ojos encontrándome con mi novia dormida en mi cama. Ambos nos turnamos para dormir en la cama de cada uno, hoy iré a la suya. Le acaricié el cabello rubio que tenía, después de unos minutos, despertó, abrió los ojos y sonrió.

— Hola. — murmuró ella.

— Hola. — le respondí besándola en los labios. — ¿Cómo despertó mi bella halcón?

— Con sueño, como siempre. — se río y la acompañé.

Miró la hora en mi reloj de mesa y se levantó rápido.

— Debo irme, o llegaré tarde. — mencionó.

— Pero si aún nos quedan 15 minutos para que tus padres se den cuenta de que no estás.

— Aún así. — se transformó. — Debo irme, gracias por la velada de anoche.

Me dio un corto beso en los labios y se fue saltando por la ciudad.

[...]

Ahora estaba esperando a Emma en la puerta de casa.

— ¡Vamos, Emma! ¡Apúrate! — le grité.

Escuché unos pasos bajar por las escaleras. Creí que era mi hermana pero era el pequeño.

— Hey, ¿que onda, bro? — le pregunté.

— Todo bien, gracias. — me sonrió y caminó hacia la cocina.

Mamá estaba ahí así que probablemente vaya a desayunar.

— ¡Emma! — volví a gritar. — ¡Llegaremos tarde de nuevo!

Espere unos segundos a que respondiera pero me cansé. Así que me fui directo a la escuela directamente.

En el camino me encontré a Logan, nos saludamos como siempre y retomamos el camino.

Sentí unos pasos corriendo y ya adiviné de quiénes eran.

— Ya... ya llegué... — Emma respiró agitadamente.

Miré al frente, estaba la escuela cruzando la calle.

— Buen día, gatita. — la saludó mi amigo.

— Hola bichito. — le guiñó el ojo mi hermana.

— Bueno, vamos. — mencioné.

Caminamos hasta la entrada de la escuela, aún no habían empezado las clases, faltaban 10 minutos.

— ¿Vamos al aula? — cuestionó Logan.

Emma asintió y agarró su mano y, de paso, la mía. Nos condujo a nuestra aula y nos sentamos en nuestros lugares, menos yo, ya que Emma se sentó en mi lugar.

— Espera. — mencionó mi melliza. — ¿Te puedes sentar con Emily hoy? Sé que te pones nervioso con ella pero solo será hoy, lo prometo. — me miró con ojos del gato con botas.

Asentí de buenas y ella me abrazó agradecida. Se sentó con su novio y comenzaron a hablar.

Sé lo que pensarán, Emily es mi novia y no debería ponerme nervioso, pues llevamos tres meses de relación pero es secreta. Digamos que no estábamos seguros si queríamos gritarle a todo el mundo que somos pareja, además quería hacerlo en el momento correcto.