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La reunión de bienvenida se convierte en una fiesta. Aaron y Oliver tienen prohibido revelar la identidad de Erik aunque después de unas cuantas copas eso es lo que menos importa, todos saben que me tiro a alguien pero no les importa tanto.

—¡Por Mia! —bebemos el chupito de tequila.

Recibo un mensaje de Erik, pero no le contesto, decido seguir bebiendo con mis amigos. Se incorporan a la fiesta Nick, Carol y Esteve. Y una hora mas tarde, me doy cuenta que en mi apartamento hay treinta personas mas, no conozco a mucha de esta gente, pero seguro que son amigos de amigos.

Me acerco hacia lo que hemos improvisado como mesa de las bebidas y me sirvo
una copa.

—Una buena fiesta.

Dominik. Pensé que me había librado de él ¿Oliver está de acuerdo con esto?

—Dominik ¿Qué haces aquí?

—Nada, ver el ambiente.

No sé como reaccionar, le hizo daño a Erik. Pero Edith a mi y ni siquiera
sacrificó unas palabras por mi ante ella.

—No veo a Erik por aquí.

—Ya, bueno, es mi fiesta y quería beber —alzo el vaso.

—Ya, pensé que le harías más caso.

—No mientas, sabes que no, se lo dijiste, estaba escondida en el archivo.

Sonríe.

—En cierto modo le dije que él necesitaría siempre más de lo que tú puedes darle.

Y ha sido verdad.

—Ya, bueno ¿Qué más da eso?

—Pues mucho, sabes que soy su mejor amigo.

—No lo eres, su mejor amigo es Bruno.

Suelta una risa que le sale de dentro.

—Claro, el encantador Bruno, ya habéis jugado con ellos.

Me siento incómoda en cuanto pronuncia esas palabras, Dominik me repugna y que sepa intimidades mías... me hace sentir asco. Da igual que lo pueda saber por una conversación, pero es Dominik...

—¿Y dime? —Continúa— ¿Erik ya te ha enseñado todo?

—Dominik, ahora mismo te vomitaría encima y no porque esté muy borracha, si no porque me repugnas.

—Erik no te ha enseñado modales.

—No necesito que él me enseñe nada, tengo mi opinión y es esta ¿Tú que haces aquí? No recuerdo haberte invitado.

—Ya, lo sé. Pero llegó a oídos de una amiga y hemos venido.

—Pues no te quiero aquí.

Me giro un instante, una de mis antiguas compañeras de la universidad me pide indicaciones para saber donde puede ir a comprar más alcohol, no le gusta el que hay.

Vuelvo a Dominik, pero mirando su móvil, se ríe, cuando me mira a mi suelta una carcajada.

—Qué.

—Erik y tú no estáis juntos.

Le miro de la peor manera que me es posible.

—¿Y tú que sabes cabrón?

—Por esto —dice como si nada.

Me enseña su teléfono, incluso me lo deja cuando lo cojo. Fotos de Erik y Edith yendo a cenar a un restaurante que me llevó a mi, luego subiendo a la limusina y más tarde, entrando a un club de ambiente liberal, también en el que yo he estado.

MIA, ERES MÍA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora