MIA, ERES MÍA

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Ver su despacho vacío me hace daño. Ver el anillo que me regaló me hace daño. Recordarlo en mi casa me hace daño.

¿Pero que narices me pasa? ¿De verdad estaba empezando a sentir algo por él? cuando le dije que no quería mas esto no tenía este sentimiento de mierda ¡Joder! ¿Por qué lo echo de menos? Es miércoles, no sé nada de él. Aunque ya me había advertido de ello ¿Por qué sigo pensando en esto? ¿Por qué lloré anoche? ¿Por qué?

No me puede estar pasando esto, lo dejé por que era lo mejor, para ambos.

De: Erik Dagger.

Fecha: 28 de octubre de 2018. 16:17

Para: Mia Clark

Asunto: Director temporal.

Encárgate de ayudarle mientras estoy fuera.

Erik Dagger presidente de International Dagger's trade S.A.

Es la primera noticia que tengo de él y es una mierda. Le contesto sin saber que quiero realmente.

De: Mia Clark

Fecha: 28 de octubre de 2018. 16:18

Para: Erik Dagger

Asunto: Mi trabajo es hacerle caso.

Señor Dagger, ayudaré al director temporal con gusto.

Mia Clark, ayudante de Erik Dagger.

Espero una respuesta que no llega, y aunque llegara, no sería la que quiero.

El director temporal suplente es una mujer, Violet, una mujer bastante formal y agradable a la que prefiero respetar y tratar con la misma profesionalidad con la que me trata ella.

Por la tarde cuando vuelvo a casa me encuentro a Aaron en la puerta. Me alegro mucho de verlo y le explico lo ocurrido con Erik aprovechando que Oliver ha ido a casa de Jackson ha hacer un proyecto de historia.

Aaron me escucha y me encanta que lo haga, es evidente que no le explico todo lo que Erik y yo hacíamos, pero si le cuento lo de Elizabeth y todo lo demás.

—Ese tío es imbécil, Mia. No puedes sentirte culpable por él. Te ha engañado.

—Ya. Lo sé.

—Lo siento —coge mi mano.

—Gracias.

Aaron y yo seguimos hablando durante toda la noche y cuando ya es muy tarde se despide de mi con un beso en la mejilla y un abrazo. Pero cuando todo queda en silencio me siento incómoda y me muero por llamar a Erik. Lo necesito. Quiero que esté aquí. Quiero hacerlo con él. O simplemente hablar con él.

Lo llamo y no me responde. Sé que está despierto y seguro que trabajando, pero no me va a contestar. Es orgulloso, terco y con ese carácter de rey del mundo ¡Pues a mi también me importa una mierda!

Le escribo un mensaje llena de rabia.

Mia: ambos podemos hacer lo que nos de la gana. Tenlo claro.

Y pasan los minutos y no me responde ¡Incluso pasan horas!

Irritada le vuelvo a escribir ¿Qué se ha creído?

Mia: ¿Ahora pretendes ignorarme tu a mi?

En cuanto lo envío me arrepiento ¿¡Puedo ser más estúpida!?