Capitulo 22

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Dos días antes del reencuentro de las chicas...

Christopher

— No puedo creer que lo hicieras— dijo mi hermano mayor decepcionado — Estás avergonzando nuestro apellido, nuestra historia, ante la sociedad va estar siempre este momento cuando hablen de nosotros, el menor de los Kirkman renunciando a la candidatura de gobernador con todos los números a su favor, un futuro en la política siendo destrozado por tu estúpida decisión. Siempre supe que no te gusta la Política, pero porque putas te postulaste si no querías esto.

— Tengo mis razones Robert le respondí antes su regaño.

— ¿Qué razones vas a tener, para semejante bestialidad? no tienes nada que te atrase, tu empresa la puede manejar alguien bien preparado y no tienes familia que te robe tiempo ni siquiera tienes novia. Estas solo, eres perfecto para ser el gobernador de esa ciudad enorme.

— Eso es exactamente lo que pasa, estoy solo y ya no quiero estarlo— me levante de la silla donde estaba y salí del estudio de mi hermano.

— No hemos terminado de hablar — le escuché gritar a mi espalda, pero no quería seguirlo escuchando, fuera del lugar estaba Amanda, al parecer tratando de escuchar nuestra conversación.

— Ti.. tío — tartamudeo— ¿Que paso?

— Deja de meterte en lo que no te incumbe— le respondí enojado y camine buscando la salida de la casa, mientras mi sobrina me seguía el pasó.

— Bueno creo que es imposible que no me meta en esto, dime porqué renunciaste a la candidatura, tú estabas muy decidido a..— la detuve.

— Es un motivo personal — le dije.

— Soy tu familia, puedes decirme, sabes que no soy mi papá.

— Deja de fingir no saber nada Amanda, eres su mejor amiga, ella seguramente te dijo todo— Amanda abrió sus ojos sorprendida.

— ¿A quién te refieres con ella?— la duda en su expresión me reveló que fui un idiota al decirle eso, últimamente soy un idiota siempre— yo solamente tengo una amiga.

— Olvídalo, me voy — salí corriendo del lugar en busca de mi camioneta, y la terca de mi sobrina continuó siguiéndole el pasó— deja de seguirme Amanda.

— Ahora sí que me voy a entrometer ¿Qué fue lo que pasó exactamente en New York después de Navidad? — preguntó exigida mente — y te aseguro que no te voy a dejar en paz hasta que me digas todo.

Abrí la puerta de la camioneta, la encendí y justo estaba a punto de arrancar, tocó la ventana del lado del copiloto— Ábreme la puerta señor Kirkman, no me hagas romper la ventana para entrar— la mire furioso, está mocosa, siempre buscando salirse con la suya.

— Romperla si quieres, no me pienso detener.

— Igual te puedo seguir en mi auto— dijo orgullosa.

Suspiré profundo, sabía perfectamente que así lo iba hacer, es una Kirkman, nada la detiene— Bien, sube— le dije y quite los seguros de la camioneta y ella subió al vehículo.

Decidí que fuéramos a un pequeño bosque, normalmente utilizado para dar pequeñas caminatas.

— Quiero que te dejes de rodeos y me digas que fue lo que pasó exactamente— se dirigió directa hacia mí.

— Tu ve una aventura o romance con Abigail— le dije sin más.

— Lo sabía, sabía que no te ibas a quedar con las putas ganas de cogerte a mí amiga— me dijo alterada.

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