Capítulo 23

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Me encuentro en mi cama, con un fuerte dolor en mi cabeza, producto de la borrachera que me pegué anoche y pienso si sería sensato de mi parte levantarme o seguir durmiendo.

Trato de pensar que fue lo que hice anoche, es horrible pensar en que viví algo pero no puedo recordarlo, sé que estaba con Amanda y Norman, pero mi subconsciente me dice que había alguien más, es frustrante no saber a ciencia cierta si es real o mi imaginación.

Puedo escuchar la voz de mi hermano y Amanda a lo lejos, seguro han de estar en la sala, pero no, mi olfato me dice que están en la cocina al percibir el increíble aroma a café, que como si fuera una especie de magia me levanta de inmediato de la cama.

— Buenos días, ¿Cómo amanecieron?— Les pregunte al acercarme a ellos.

— Buenos días— respondieron ambos— y creo que eso deberíamos de preguntarte a ti, como estas, tienes cara de ogra— Amanda, claro está.

— Fatal, me duele la cabeza y tengo nauseas— dije mientras me sentaba en una silla, ponía los codos sobre la mesa y llevaba mis manos a mi cabeza.

— Te pasaste anoche, si no sabes beber tienes que tomar menos, controlarte, para no amanecer así— el regaño de mi hermano inmundo mi cabeza causando más dolor.

— Si, perdona— suspire— anoche, solo necesitaba olvidar, pero lo malo es que olvide lo que paso anoche, y lo que quiero sacar de mi mente aún sigue ahí — y es que, lo extraño, por un momento me vino a la mente y no solo su recuerdo, también siento nostalgia, extraño su sonrisa, difícil de ver, pero única, extraño sus mensajes, durante el tiempo que estuvo de gira dando sus discursos hablábamos por mensaje seguido, también extraño su mirada después década beso, sus ojos lucían penetrantes, pero a pesar de la lujuria yo juraba que podía ver amor en ellos, un amor me derretía por dentro.

La voz de mi amiga me saca de mi trance— Que pena que no recuerdes, porque el hombre con el que estuviste bailando muy pegadita, estaba muy guapo— ¿Hombre? pensé intrigada, debe ser la otra persona en la que estaba pensando en mi cama.

— ¿A si? y ¿dijo su nombre o me dio número de teléfono? o ¿algo?

— No lo sé, tú fuiste la única que hablo con él, lo mejor será que no pienses en él, los chicos de los bares lo ves solo una vez y luego desaparecen— dijo mi amiga mientras me serbia una taza de café.

— No te preocupes, él no es el tipo de hombre que le guste a mi hermana— voltee a ver a Norman confundida.

— ¿A qué te refieres?¿Cuál es el tipo de hombre que le gusta a mi amiga? Eso es información valiosa para mí, no tengo idea de sus gustos con hombres.

— Ya no sean ridículos— les dije, volteando, mis ojos mientras tomaba un sorbo de mi café.

— Bueno, le gustan algo mayores— al escuchar a mi hermano decir eso, el café que tenía en mi boca salió disparado fuera de ella — Abi cree que el futuro gobernador de New York es muy sexy y apuesto. Amanda quedo boquiabierta para luego soltar una carcajada.

— Espero que esté hablando de mi tío, porque el otro candidato es un anciano Abigail— ambos se rieron de mí.

— Para nadie es un secreto que Christopher es un hombre muy apuesto, mi hermano solo está exagerando las cosas— lo golpee con mi pie por debajo de la mesa.

— Ay— se quejó el.

— Tienes razón, por cierto ya que Norman lo trajo al tema de la mesa, te voy a contar que ya no va ser el gobernador— su comentario me tomo por sorpresa.

— ¿A qué te refieres?— le pregunto Norman.

— Él va ganando las encuestas seguro va a ser el elegido por los ciudadanos— comente.

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