Me había flechado.
Los exámenes finales del primer corte comenzaban la otra semana, por lo que tenía que adelantar algunos estudios desde hoy.
Lowell vino a ayudarme primero con geografía porque tocaba el lunes, yo ya tenía la mayoría de temas claros, solo faltaba grabarme las capitales de todos los países de Europa, 50 en total.
Una verdadera locura.
—Vale, entonces hay 43 países íntegramente europeos y 7 euroasiáticos —comenta él abriendo el mapa.
Llevábamos un rato tirados sobre el colchón riéndonos de idioteces, pero ya era hora de ponerse serios. Lo que traía Lowell en las bolsas era pura comida chatarra junto a un bote de helado, sí que usa el cerebro el muchacho y eso me gusta.
—¿Tú te los sabes todos? —le pregunto metiendo otra cucharada al helado que ya llevábamos por la mitad.
Lowell me mira por un instante y luego responde.
—Para no sonar tan arrogante diría que la mayoría.
Levanto una ceja.
—¿Y sonando arrogante?
Lowell sonríe.
—Con su respectiva bandera y presidente.
Me rio negando con la cabeza, todavía es la hora y no entiendo qué hace en la escuela.
—Mejor comencemos —lo invito a que inicie con las preguntas.
—Supongo que ya te debes de saber los más nombrados —dice señalando con su dedo la parte del norte y oeste del continente.
Asiento.
—De todas formas, si quieres los recordamos, porque últimamente se me mueren más neuromas de lo normal —comento provocando que Lowell ruede los ojos.
—El retraso ya lo notaba desde el inicio —suelta el español con gracia, ganándose un puño de mi parte.
—Muy chistosito.
Lowell sonríe y me distrae.
—A ver, ¿capital de Albania? —pregunta de una y empiezo a localizar el país en el mapa.
—Tirana.
—Bien, ¿capital de Bielorrusia?
Levanto mi cabeza para mirarlo, tiene una cara como si me hubiera corchado, pero no, se jodió.
—Minsk. —respondo moviendo mi cabeza.
—Le has pegado, vamos a ver si sabes esta, ¿capital de Estonia?
Sonrío.
—Tallin, bebé.
Con lo último que dije me gano un guiño de su parte, idiota.
Así pasamos unos cuantos minutos y ya llevábamos más de la mitad, al parecer yo creía que no las recordaba tanto pero no era así. Todo era felicidad hasta que faltaban las que nunca había escuchado en mi vida.
—Si aciertas esta te presto mi coche por un día completo —propone Lowell y no tardo en abrir mi boca.
—¿De verdad? —es que tan solo imaginarme tras el volante de ese súper carro vagando por las calles me pone los pelos de punta.
—Sí, aunque no te hagas ilusiones, es difícil —dice sonriendo, ruedo los ojos, aún no he fallado, así que puedo con esta, creo —¿capital de Montenegro?
Arrugo mi cara, esa sí que no tenía ni idea y Lowell lo acertó.
—No se vale —le digo rabiosa y eso provoca que se ría —sabía que no me ibas a prestar tu auto, así como así.
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En Medio de Coronas
Teen FictionNicole nunca se imaginó fijarse en él, pero su desinteresada forma de ver el mundo y su maravillosa manera de hablar la volvían loca. Él tenía apariencia de chico coqueto e insensible, pero lo que nadie sabía era que sobre su espalda recaía el rumbo...