Éramos un viernes de locos.
Lunes.
—No vayas a interrumpirme porque te ganas tu puño ¿oíste? —le advierto a Oliver que se encontraba tirado en el suelo de la sala coloreando con Nicholas.
—Sí, sí. —contesta mi primo rodando los ojos y escucho como Nick repite lo mismo y hace hasta la misma cara.
Muevo mi cabeza y me acomodo con el teléfono en la oreja, hace segundos acabé de marcar a la Universidad de Manchester y tenía miedo de que quien sea que contestara la línea no quisiera responderme o decirme algo respecto a Joseph. Mi madre estaba dormida con Nikka, creo que esa fue la única forma que encontró para que la niña lograra descansar un rato, y a decir verdad fue lo mejor, porque no me la pinto a ella aquí escuchando como me hago pasar por un familiar de una persona que ni sabe que existe, seguramente me haría cortar.
—Oficina de registro de la Universidad de Manchester, buenas tardes, ¿en qué puedo ayudarle? —una mujer es la que me responde en el primer tono, pero que eficacia, me muevo en el sofá para encontrar una mejor posición y después respiro.
—Buenas tardes, señorita, necesito verificar si mi hermano Joseph Henderson sigue matriculado allí, ¿podría por favor verificar su registro? —trato de sonar lo más relajada y puntual posible, pero la cara de Oliver aguantando una risa me hace dudar de qué tal vez me haya escuchado muy notoria y de paso falsa.
Habíamos acordado los tres de que lo mejor y más convincente era hacerse pasar por un miembro de la familia de Henderson, dudamos varias veces al pensar que tal vez dentro de la información personal de él no se encontrase que tuviera una hermana, pero después de escuchar opiniones de Oliver diciendo que eso no es que fuera un punto diferenciador en la información que brindas a la universidad porque podrías tener hermanos que ni conoces, me otorgaron la responsabilidad de marcar a mí.
La llamada se silencia y enseguida me invade la preocupación, hago la oración en mi cabeza y espero alguna respuesta, imploro alguna respuesta, así sea una pregunta inquietante.
—¿Podría decirme nuevamente el nombre de su hermano? —abro mis ojos y veo cómo se me ensancha la sonrisa, inmediatamente contesto.
—Joseph Henderson Spooner —le digo el nombre completo por si las moscas y nada más escucho el sonido de las teclas, supongo que estará buscándolo en el sistema, agradezco que no hubiera colocado algún impedimento en hacer la búsqueda porque no quería que el loco de Lowell se metiera en su base de datos sin permiso.
—El estudiante Joseph Henderson fue expulsado de la facultad el 15 de marzo del 2016 por violar una norma del reglamento estudiantil, por lo que ya no hace parte de nuestra universidad —cuando la mujer a través del teléfono dice eso no dudo en ahogar un grito de la sorpresa y Oliver me felicita levantando los pulgares —¿su familia no tenía conocimiento de eso, señorita?
Aunque los dos chicos me hubieran dicho que si algo malo se relacionaba con la respuesta de la universidad debía fingir conmoción para que todo fuera más real, mi sorpresa no sonó como una actuación, salió demasiado natural, porque mis sospechas eran correctas, Joseph no estaba estudiando.
—Mi hermano no vive con nosotros desde hace tiempo y no habíamos sabido nada de él, ¿pero podría decirme que norma ha violado? Porque mis padres deben de saber esto, padre santo, no puedo creer que mi hermanito haya podido hacerse expulsar de la universidad de sus sueños —actúo como una hermana tonta preocupada, por Dios, que esta parla es reflejo de mis años vividos con Oliver.
La mujer que según su tono de voz no pasaba de los cuarenta carraspea y yo aprieto mis ojos como si deseara que ella me soltara lo más que supiera.
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En Medio de Coronas
Teen FictionNicole nunca se imaginó fijarse en él, pero su desinteresada forma de ver el mundo y su maravillosa manera de hablar la volvían loca. Él tenía apariencia de chico coqueto e insensible, pero lo que nadie sabía era que sobre su espalda recaía el rumbo...