Inglaterra.
NICOLE
Jueves.
11 semanas después de lo ocurrido con Isabella y no sabíamos nada.
—Y es que por ti hago lo que sea niña linda porque me has cambiado y le has dado color a mi vida... —la voz de Oliver era lo que se escuchaba por toda la sala, creo que trataba de animar a una Eliana triste tirada en el sofá frente a él, como no, si en casi nada nos íbamos.
Habíamos pasado las mejores dos semanas de mi vida, la playa se volvió el plan de casi todos los días, había recordado muchos momentos de mi infancia que tal vez no creía volver a vivir, me había encontrado con varios amigos de la escuela, recorrimos varios restaurantes, nos habíamos hasta escapado de fiesta con los compañeros de la universidad de Oliver y eso fue lo mejor.
De verdad no quería irme, no quería dejar a mi abuela sin saber qué día iba a regresar, hasta conocí más Camilo, el chico sí que había cambiado en estos años y me parecía una agradable persona, él sí recordaba lo de esa vez, pero después de haber pasado el rato juntos se dio cuenta que esto no podía ser más que una amistad y era lo mejor, ahora mismo no estaba para meterme con nadie y menos si vivía a un océano Atlántico de distancia.
Mi prioridad ahora solo era mi futuro y nada más.
—Definitivamente de ti estoy enamorado y no hay nadie que me contradiga —continua mi primo cantando y de una forma asombrosa hace que me sienta peor, es estos momentos de mi vida toda canción como esta me repela horrible —Gracias a Dios, él me mandó, quien le va a dar sentido a mi vida, ella es, ella es, ella es, realmente el amor de mi vida...
Observo como Oliver le extiende la mano a Eliana y empiezan a bailar con la canción escuchándose a alto volumen por toda la casa.
Las maletas estaban hechas, sabíamos que Oliver se quedaría, otra vez, admiro mucho lo que soportan él y Eliana, porque eso de verse cada mes sin saber, es difícil, yo conociéndome bien no lo soportaría.
Pudiéramos quedarnos más tiempo aquí, pero mi padre debe regresar por la empresa, así que no había de otra. Mi abuela no quería despegarse de los niños y desde ayer empezó a estar nostálgica, creo que todos lo estuvimos, eso de estar alejados de la familia es desde luego difícil y duro.
Nos despedimos.
Llegamos al aeropuerto hechos un mar de lágrimas, esta ciudad sigue siendo parte de mi vida y volver a dejarla es recordar ese día que salimos del continente por primera vez sin saber cómo iban a terminar las cosas.
Eliana venía al lado de Oliver, quien quiso acompañarnos junto a mi tío, mi primo tenía la cara roja, sé que estaba aguantándose el llanto, quería conservar esa faceta de chico rudo, pero todos podíamos notar lo mal que se sentía.
Mis hermanos estaban dormidos, mi padre cargaba a Nick en sus brazos y mi madre hacia lo mismo con Nikka, yo venía mirando por todas partes intentando despejar mi cabeza.
Nos subimos al avión.
Apenas despegó me sentí fatal, ver por la ventana como quedaba atrás mi lugar favorito en la tierra es una de las sensaciones más tristes a las que aún no me acostumbro. Nadie habló durante el vuelo, creo que fueron las trece horas más eternas de mi vida.
Llegamos como a las tres y media de la tarde a Liverpool, Eli se pidió un taxi para ir directo a su casa, nosotros hicimos lo mismo, creo que todos deseábamos descansar, mi cuerpo sinceramente no soportaba otro minuto sentado, tenía todo el trasero dormido de tanto tiempo en el avión.
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En Medio de Coronas
Fiksi RemajaNicole nunca se imaginó fijarse en él, pero su desinteresada forma de ver el mundo y su maravillosa manera de hablar la volvían loca. Él tenía apariencia de chico coqueto e insensible, pero lo que nadie sabía era que sobre su espalda recaía el rumbo...