"En cualquier momento Kim Taehyung tendría que estar entre mis brazos".
Su jefe era demasiado atractivo para ella y miles de mujeres. Jeon Hana haría todo lo posible para que Kim Taehyung cayera en sus brazos.
Y lo más importante: Causar el divorci...
Se siente horrible ¿cierto? Todos aquellos insultos provenientes de personas qué tal vez nos odien por una u otra razón que no entendemos. ¡Oh! tal vez yo si lo hacía. Estaba más que consciente de lo que hacía con cada hombre. Un ejemplo: Min Yoongi, ese chico el cual tuvimos reencuentros en la universidad y fuera de, una verdadera decepción para su novia al vernos en la biblioteca en pleno acto sexual. Oh, como lo siento, chica.
No, no soy buena, ni linda o demás términos que busquen. Soy una mujer que sabe lo que hace, sin embargo, eso nunca me ha importado. Me da igual si un hombre tiene esposa o novia, yo me metería con él... claro, si me gusta. Y por supuesto que sabía que estaba demasiado mal el meterme con hombres con compromisos, hombres que ya estaban "apartados" como solían decir. Pero lo vi a él. Entre por primera vez a aquella oficina donde todo cambiaría por completo. Un hombre de treinta años, alto, con una buena fortuna que cargaba en sus hombros y CEO de Samsung.
Aquel hombre que me resultó atractivo en segundos, muy diferente a cualquier hombre coreano, eso sí. La mayoría de las veces portaba un traje Saint Laurent en color negro, su cabello azabache se encontraba perfectamente acomodado dándole un toque con las ondulaciones, cejas pobladas, labios delgados pero que sabía perfectamente que podrían hacerte disfrutar, sus ojos eran preciosos, un doble párpado y en el otro no, piel color miel y yo sin palabras al ver tremendo hombre frente a mis ojos. Su sonrisa se ensanchó enseguida mientras sostenía una taza de café y la acercaba a sus labios para beber un poco.
Desde ese momento me propuse un objetivo ¿cuál? Causar su divorcio. En cualquier momento Kim Taehyung tendría que estar entre mis brazos.
O en mi cama, pidiendo por más. Uno nunca sabe.
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