𝖳 𝗋 𝖾 𝗇 𝗍 𝖾 𝖲 𝗂 𝗑

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Destrocé todo lo que había a mi alcance, mis manos temblaban de pura rabia, por un momento me había olvidado que mis dedos sostenía esa asquerosa sustancia tóxica que a la vez me encantaba. Ahora se había convertido una costumbre fumarme uno o dos al día para quitar el estrés que me causaban las personas. Ni siquiera cuidaba a Issey, todo lo hacía la niñera.

—¿Que crees qué haces?—Preguntó Jungkook con un tono molesto, sus músculos se habían endurecido y parecía que en cualquier momento me reprendería por lo que había hecho. Me encogí de hombros sin mirarlo, lleve el cigarillo a mis labios y me di una gran calada. Mi hermano empezó a negar con frenesí al ver todo los objetos desparramados por el suelo.

—¿Por que me acusan a mí? ¿Acaso no vieron las cámaras de seguridad?—Susurré, miré el cigarillo entre mis manos, le di tos toques con el dedo índice para tirar la colilla.

—Es por eso mismo que te están acusando, porque vieron las cámaras, Hana. No entiendo en qué pensabas en ese momento para causar un desastre así. ¿Y si Taehyung no despierta? Tendré que verte en prisión—Me señaló, demasiado furioso. Solté una risita y me di la vuelta para encararlo, oh vamos ¿porque ahora nadie me cree?

—Jungkook, yo no cause el accidente de Kim. Las cámaras de seguridad están manipuladas ¡esto no fue así!—Grité la última oración, Jeon dio un golpe en la pared demasiado fuerte causando que sus nudillos sangraran al instante. Pase mi mano izquierda por mi cabello en señal de frustración por todo lo que estaba sucediendo ahora mismo. Yo no había causado el accidente de Kim Taehyung. Eso estaba más que claro pero parece que su "amada" esposa, me quiere ver destruida.

—¡Hana, en las tomas se ve perfectamente como chocaste el auto de Taehyung! ¡Lo siento pero esta vez no estoy de tu lado!—Dicho eso, pasó de largo chocando su hombro con el mío, segundos después escuché la puerta de su habitación cerrarse de golpe. Mi respiración se encontraba agitada de un momento a otro, presioné el cigarillo contra la mesa de mármol y lo lance al bote de basura. En toda la casa había un silencio realmente asombroso, era muy raro pues se debía escuchar al bebé haciendo cualquier tipo de sonido o la niñera.

Mi mirada se centro en la planta alta, fruncí el entre cejo cuando un sonido proveniente de dicha planta, se escuchó muy fuerte. Empecé mi caminar hacía arriba, los zapatos de tacón alto resonaban por todo el lugar, haciendo un eco. Cuando llegue, me detuve por un momento cuando escuché susurros de una habitación, los músculos de mis labios se ensancharon enseguida. Ya sabía a qué venía todos estos ruidos, por supuesto. Me coloque frente a la habitación de invitados y sin pensarlo dos veces, la abrí de golpe. Encontrándome con el mismísimo Park Jimin y la niñera besándose al punto de que él no tenía camiseta.

—Vaya, ¿interrumpí algo? Si es así, como lo siento—Forme un puchero con mis labios, Park la quito de encima rápidamente mientras que ella me miraba asustada. Me adentre a la habitación con «ahora» una mueca de asco observando todo a mi alrededor. Me percaté que la chica ya no llevaba pantalones. Me detuve arriba de ellos, pisándolos, sin importar si estos se rompían o algo parecido.

—Hana, solo q...— Interrumpí a Jimin mostrándole mi dedo índice para que se callara.

—Vete—Señale la salida, dirigiéndome a la niñera que ahora mismo no recordaba su nombre. Da igual. Solo la quería fuera de mi casa. Ella se acuclilló tapándose un poco para tomar su pantalón que estaba debajo de mis zapatos de tacón, solté una carcajada y negué con frenesí—No, esto se queda.

—¿Que? Pero...señorita Jeon, no puedo irme así a...casa—Sus palabras fueron entre cortadas, alcé ambas cejas y me crucé de brazos mirándola desde arriba. Jimin seguía en su lugar sin decir o expresar algo.

Break Off | KTH Donde viven las historias. Descúbrelo ahora